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Pepo Lamberti le apuesta a la música infantil venezolana

Mejor conocido como el vocalista de la banda de rock "Andreazualdo", Pepo Lamberti explora nuevos géneros musicales y se acerca a un público un tanto más joven e inocente.

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Desde que se convirtió en padre, confiesa que su vida cambió. A pesar de estar siempre involucrado en el escenario musical desde de sus líricas rockeras con carácter de crítica social, Gabriel «Pepo» Lamberti cambió el bajo por un cuatro, para ofrecerle a los niños y familias venezolana un proyecto armonioso extrañado en muchos hogares.

«Cantando con Pepo» es el nuevo disco de este músico de Lecherías, quien busca a través de sus 15 canciones, bajo los conceptos de amor, respeto y tolerancia, funcionar como una herramienta educativa para los más pequeños de la casa.

Enfocado principalmente a un público de preescolar y educación básica, Lamberti utiliza de manera inteligente y didáctica métodos como el «Aprendizaje multidimensional» o textos como el de Stephen Covey «Siete métodos de la gente altamente efectiva» para componer sus melodías.

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Esta es una inspiración que se remonta seis años atrás, cuando inicia su carrera como profesor académico de música. Admite que cuando recibió las primeras propuestas, sintió «pánico», pero luego el sentimiento evoluciona y ahora es uno de los maestros más queridos en los colegios en los que imparte clases.

Como educador descubrió diversos factores que lo motivaron a escribir sus canciones y recurrir a otros instrumentos. «Me asombró que muchos de mis alumnos no sabían lo que era un cuatro y hasta el hecho de que no existía un currículo escolar de música. A partir de ese momento, sentí la necesidad de hacer algo», señala Lamberti.

Surgen entonces canciones para fomentar buenos hábitos en sus estudiantes que se pueden apreciar en su disco, tales como: «A la hora de comer», dedicada para establecer la costumbre de sentarse a comer en la mesa, o «Despacio me tranquilizo» invitando a controlar la ira de forma reposada y consciente.

Esta es una propuesta musical que sorprende con variedades de géneros que recorren desde la salsa hasta el vals, y que además cuenta con las voces de los hijos del cantante y sus alumnos para los coros.

La grabación del disco duró aproximadamente unos dos años. La producción, desde la grabación del bajo hasta las orquestaciones son obra de Lamberti.

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Con un éxito incuestionable, por sus más de 700 entradas vendidas en Lecherías, las giras en colegios privados, y su showcase en la librería «Lugar Común» en Caracas, «Pepo» admite jocosamente que se metió en «un rollo » y que va por más.

Aspira en el futuro a realizar un álbum navideño con aguinaldos típicos pero con su estilo peculiar, procurando siempre rescatar los valores, la formación personal y las tradiciones venezolanas.

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