Las 41 personas son todas de nacionalidad venezolana (10 mujeres y 31 hombres) y habían sido detenidas en Lima en las últimas horas por ingreso ilegal a Perú y por tener antecedentes por delitos violentos en Venezuela.
El gobierno de Perú tuvo que cancelar este miércoles a último momento la expulsión de 41 venezolanos detenidos en Lima que se encontraban ilegalmente en ese país y tenían antecedentes criminales. El gobierno de Nicolás Maduro no autorizó el ingreso del avión de la Fuerza Aérea peruana en el que viajarían, informaron autoridades en Lima.
El presidente Pedro Castillo, que había asistido a la terminal aérea militar de la capital para presenciar la expulsión de migrantes ilegales –una promesa de campaña– se tuvo que retirar ante el contratiempo.
«El avión no tiene permiso para aterrizar en Venezuela, estamos a la espera de la confirmación», dijo a periodistas una fuente de la Fuerza Aérea del Perú.
Las autoridades se vieron forzadas a reprogramar el viaje para una fecha aún no indicada. El gobierno había anunciado el acto desde el martes.
Las 41 personas son todas de nacionalidad venezolana (10 mujeres y 31 hombres) y habían sido detenidas en Lima por ingreso ilegal a Perú y por tener antecedentes por delitos violentos en su país.
Según el medio Radio Programas del Perú (RPP) «no se tiene registro alguno de que estas 41 personas hayan cometido delitos» en Perú, según fuentes consultadas por RPP Noticias.
A través de su cuenta en Twitter, la Cancillería indicó que el vuelo tuvo que ser reprogramado “por razones técnicas”.
“Las autoridades del Perú y de Venezuela están trabajando para superar los inconvenientes y proceder con el retorno de ciudadanos venezolanos a su país en el más breve plazo”, señaló.
La frustrada expulsión iba a marcar el reinicio de estas operaciones en Perú. La última ocurrió en enero de 2020, cuando se deportó a 131 venezolanos con antecedentes criminales, señaló la agencia AFP.
La policía peruana creó en 2020 una brigada especial para combatir a las bandas extranjeras en el país, ante una ola de asaltos y crímenes perpetrados en su mayoría por venezolanos.
El gobierno de Nicolás Maduro acusó entonces a Perú de perseguir a los migrantes venezolanos con la creación de la brigada policial y calificó la medida como un «insólito derroche de xenofobia».
Perú expulsó a 890 venezolanos en 2019 por haber ingresado con documentos falsos.
El país andino recibió en el último quinquenio a más de un millón de venezolanos, que llegaron en busca de un porvenir mejor.
Unos 4,6 millones de venezolanos han salido desde 2015 de su país, en medio de peor crisis de su historia reciente. En este flujo migratorio se cuelan criminales y miembros de bandas como la llamada Tren de Aragua, que ha extendido sus te4ntáculos por la región.
En América, Perú es uno de los principales destinos de estos migrantes, en medio de una creciente ola de rechazo y xenofobia contra los venezolanos.
Amnistía Internacional publicó una investigación este 24 de julio en la que se evidencia acoso a las venezolanas en los puestos de trabajo y en las calles; chantaje sexual o presión económica por conservar una vivienda o un empleo; temor a ser deportadas por su condición migratoria; maltrato físico y psicológico ejercido por sus parejas; y estigmatización por parte de agentes del Estado
