El funcionario advirtió que las bandas criminales están delinquiendo tanto del lado colombiano como venezolano, y las acciones que tome Colombia deben ser bien pensadas porque pudieran repercutir de manera negativa.
“La seguridad no se puede reforzar en Colombia si del lado venezolano no se muestra ninguna intención. Hay que tener mucha prudencia porque cualquier provocación del lado venezolano puede desembocar en una tragedia humanitaria para el departamento (Norte de Santander) y para el país sería un llamado a sonar trompetas de guerra”, precisó.
Alrededor de 39 trochas se encuentran operativas y unos 14 grupos al margen de la ley tienen presencia en la frontera entre el estado Táchira y Norte de Santander.
Para Luis Fernando Niño, es preocupante que “muchos lugares” de la zona de frontera se encuentren dominados por grupos al margen de la ley y no por la legalidad de los estados.
“Es preocupante porque todo pasa por estas zonas. El que pasa a pie paga, el que lleva mercado paga, quien va ilegal paga y esa plata que se paga a esos grupos, obviamente los arma más y los vuelve más fuertes”, dijo.
De acuerdo al funcionario colombiano, las masacres de los últimos días en la zona, las “famosas” casas de desaparición, persecuciones y desapariciones forzadas de personas en la línea de frontera, es lo que amerita mayor presencia militar en la línea limítrofe.
La tecnificación de la presencia militar debe ser prioridad para evitar contratiempos, dijo Niño.
“Estamos previstos al vaivén de los distintos hechos y no existe una política clara en materia de seguridad en frontera. Y si la hay no se está instalando de la manera adecuada. Lo que aquí vemos son los puentes y las trochas entre San Antonio, Ureña, Puerto Santander y el municipio de Herrán. Quisiera invitarlos a la zona norte, (Catatumbo) donde no hay fronteras o son solo imaginarias. Allí los grupos armados al margen de la ley como los disidentes de la FARC, ELN, EPL y otros son los dueños y señores de ese territorio”.
En el Catatumbo hay más de 15.000 hombres del ejército de Colombia y la Policía Nacional pero la zona es mucho más grande, señaló.
