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Pierre Cardin, pionero del prêt-à-porter

Además de creador de alta costura, el fallecido diseñador fue pionero de un modelo de negocios, que masificó la moda de diseño en 600 tiendas repartidas en más de 100 países

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Pierre Cardin en 1957. AFP
AFP

El diseñador Pierre Cardin, fallecido este martes a los 98 años de edad en París, además de ser uno de los estilistas más relevantes del siglo pasado, cuya influencia en el medio sigue vigente aún al día de hoy, será recordado también como uno de los máximos difusores y pionero por excelencia del llamado prêt- à-porter, expresión francesa que se utiliza para significar: listo para ponerse, cuya principal misión es la creación en serie de prendas con diseño, para así satisfacer las recurrentes demandas de las mujeres que querían vestir bien en su vida cotidiana, pero sin los altos costos de la alta costura.

Cardin nació el 2 de julio de 1922 en San Andrea da Barbara, cerca de Venecia (Italia), en el seno de una familia adinerada que se dedicaba a la comercialización de vino. Con tan solo cuatro años, el diseñador se trasladó a vivir a la ciudad francesa de St. Etienne junto a sus progenitores, que huían del fascismo, y consiguió la nacionalidad gala. Pese al deseo de sus padres de que se convirtiera en arquitecto, con tan solo ocho años ya dejaba ver su virtuosismo por la confección, pues a esa corta edad ya tenía como pasatiempo favorito diseñar vestidos para la muñeca de su vecina.

Los primeros pasos en el sector de la moda llegaron en 1936, cuando comenzó a trabajar en Vichy como aprendiz de sastre en la firma Manby’s, el lugar donde aprendió la técnica de la confección que después ilustraría en cada una de sus colecciones.

Pierre Cardin en 1957. AFP
Pierre Cardin en 1957. AFP

Adiós guerra, hola París

Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, en 1945, se trasladó a París por problemas económicos y empezó a cursar estudios universitarios de Arquitectura. En este mismo período, trabajó junto al diseñador francés Jeanne Paquin y más tarde con Elsa Schiaparelli. Dos oficios-la arquitectura y el diseño- que le sirvieron para conocer a muchas de las personas más influyentes de la sociedad parisina, así como una oportunidad para mostrar su indiscutible, talento gracias a la creación de trajes de películas tan celebradas entonces como La Bella y la Bestia (1946), de Jean Cocteau.

Todo este talento llegó a oídos de Christian Dior, quien quedó impresionado por los diseños de Cardin y en 1947 lo convertiría en el jefe del atelier de la icónica firma francesa. Durante sus años allí, consiguió el halago de la crítica gracias a líneas como Bar, donde proponía chaquetas ajustadas y faldas largas negras que cautivaron a la sociedad del momento.

Foto de archivo de 1967 / AFP

Un año después abandona Dior y en 1948, con la colaboración de Marcel Escoffier, lanza su primera línea de ropa en la capital francesa, que obtiene de nuevo la aprobación de la crítica y logra que sus creaciones se luzcan en cada uno de los eventos más importantes de la ciudad. Su éxito resultó tal, que en tan solo tres años pasó de alojar su tienda en un ático de un edificio ubicado en la Rue Riche Panse, a comprar el edificio entero.

En 1953 crea la Casa Cardin en una mansión del siglo XVIII de seis plantas en la rue de Faubourg Saint Honoré. La casa se dividió en dos boutiques separadas, denominadas Adán y Eva, donde estaban sus colecciones masculina y femenina, respectivamente.

En 1957 presentó su colección de moda completa, con un desfile que le otorgó un éxito total. Un hecho que lo convertía en uno de los miembros más importantes de la Federación Francesa de Alta Costura.

Innovador prêt-à-porter

Otro de los momentos que cabe rescatar en su trayectoria es cuando, en 1959, lanza su primera colección prêt-à-porter, ya que el diseñador confiaba en que ese nuevo modelo era el cambio que la sociedad necesitaba. Una acción que causó rechazo en el mundo de la moda, que consideraba inadecuado que un exponente de la alta costura se iniciara en este negocio. Tanto fue así, que lo expulsaron del Chambre Syndicale (la organización que agrupa a estos profesionales) durante un tiempo, pero pronto lo reintegraron.

En la década de los 50, consiguió reconocimiento gracias a sus creaciones modernas y vanguardistas, y en la de los 60 tuvo la misma resonancia por sus diseños inspirados en la era espacial. Optó por colores llamativos y brillantes, así como formas y motivos geométricos que no se asemejaban a nada de lo que existía entonces, por lo cual logró revolucionar, tanto la alta costura como el prêt-à-porter.

Con estas propuestas, el francés conquistó Estados Unidos y Japón. Este último, uno de los países que le ha servido de inspiración para muchas de sus colecciones. Cardin también se alza como uno de los primeros diseñadores que expandió su casa de moda a otros mercados, ya no solamente con trajes, sino también con la perfumería, accesorios y hasta utensilios de cocina.

Entre los reconocimientos más destacados que ha obtenido destacan el Oscar de la Moda, que recibió en 1985; la Gran Orden del Mérito de la República Italiana en 1988; en 1991 fue ascendido a oficial en la Legión de Honor francesa y en 1992 aceptó un puesto en la Academia Francesa de Bellas Artes como el diseñador de más alto rango de la nación.

Pierre Cardin
Pierre Cardin con el Golden Thimble, importante premio francés en la industria de la moda. AFP

Entusiasta emprendedor

Tuvo la intención de iniciar una carrera en el cine, pero estuvo a tiempo de reconsiderarlo. Quizás su talento no estaba frente a la cámara sino detrás, confeccionando el vestuario. Del aquel intento le quedó una gran amistad con la fallecida actriz francesa Jeanne Moureau.

Pierre Cardin
Con su gran amiga, la actriz Jeanne Moreau en 1970 / AFP

Antes incluso de que nadie hablara del gigante asiático, ya había atisbado el potencial del mercado chino y japonés, por eso viajó a los dos países en 1957. Su visión y su deseo era poder expandir su firma y sus productos: hacerlos llegar a más gente, a más lugares; democratizarla, en definitiva. Quizás por eso tenía tanta pasión por el futuro, porque de algún modo sabía que por ahí iban a ir los tiros años después.

Junto a Courréges lideró el movimiento estético por la conquista del futuro entre el final de los 50 y el principio de los 60. Un tiempo de cambio que se acompañó de una moda ad hoc: tejidos tecnológicos, formas geométricas y un gusto rabiosamente nuevo por la innovación.

Actuó como punta de lanza en un modelo de negocio que abarcó dimensiones extraordinarias: la concesión de licencias (más de 600 repartidas en 100 países, desde corbatas hasta utensilios de cocina), que lo ayudaron a mantener el control de su firma. También auspició las carreras de Paco Rabanne y Jean-Paul Gaultier.

Pierre Cardin
Foto de 1979 que retrata a Pierre Cardin en su taller / AFP

“House of Cardin”

Como un repaso fiel a su trayectoria y su legado, en septiembre pasado se estrenó el documental House of Cardin, dirigido por los estadounidenses P. David Ebersole y Todd Hughes, que permite entrar por primera vez en la esfera más personal del creador. Una vida llena de episodios memorables que no dejan indiferente a nadie y que son narrados con lujo de detalles.

Entre ellos figuran sus relaciones con la actriz francesa Jeanne Moreau y el diseñador Andre Oliver, y por supuesto su obsesión por el trabajo y su amor por
el teatro, una de sus grandes aficiones y un campo en el que no le hubiera importado aventurarse profesionalmente.

En el filme aparecen los testimonios de varios de sus discípulos y de su clientela más fiel: Desde Jean Paul Gaultier -quien aprendió todo con Cardin-, pasando por Philippe Starck, Naomi Campbell y Sharon Stone llevando diseños vintages de la casa, hasta Alice Cooper como rockero influenciado por su estilo.

Son tantas las voces que fueron tocadas por el fallecido diseñador, que a sus 98 años aún no hablaba de retiro, que los protagonistas del documental pertenecen, no
solamente al círculo cercano de la moda, sino también al arte, el cine, la música y especialmente al de sus colegas mucho más jóvenes.

Una de las últimas fotos de este año de Pierre Cardin / AFP

Guo Pei, la alabada nueva diseñadora china de alta costura, es una de las más influenciadas por el trabajo del francés. También lo son Kenzo Takada, Hanae Mori, Hiroko Matsumoto -la primera musa japonesa de la moda, quien viajó con Cardin a París-, así como otros nombres de Occidente y Oriente. Sin lugar a dudas, un verdadero maestro de distintos ámbitos.

Pierre Cardin, durante el homenaje a sus 50 años en el mundo de la moda / AFP

En síntesis, se trata de una mirada a un hombre de inteligencia afilada y gran sentido del humor, que recoge en imágenes lo mejor de su carrera y su universo
creativo. A su faceta de diseñador, unió también a lo largo de su trayectoria su habilidad como empresario, siendo pionero en el modelo de licencias que hoy practican casi todas las firmas de lujo. Un audiovisual que es registro fiel de la historia de uno de los personajes que marcaron la moda en el último siglo, un hombre que durante décadas rompió moldes y que tenía claro cuál es el secreto de su longevidad: “Trabajar, trabajar y trabajar”, tal y como lo reafirma en su testimonio del citado documental.

Hitos de un creador

1950. Crea su propia casa de moda y luego se instala definitivamente en una mansión en la esquina de Faubourg Saint-Honoré y la avenida Marigny.
1954. Lanzamiento del “vestido burbuja”. Abre la tienda Eva seguida en 1957 por otra, Adán, para hombres.
1957. Primer viaje a Japón.
1959. Presenta su primera colección de prêt-à-porter, en una gran tienda parisina.
1960. Comienza su política de licencias.
1970. Inauguración del Espacio Cardin (antiguo teatro de los Embajadores) en París.

1979. Primer desfile de moda de un diseñador occidental en Pekín.

Uno de sus desfiles en los setenta / AFP

1981. Adquisición del restaurante parisino Maxim’s.
1991. Es nombrado embajador honorario de la Unesco. Presenta un desfile en la Plaza Roja de Moscú.
1992. Ingresa en la Academia de Bellas Artes.2001. Compra el castillo del Marqués de Sade en Lacoste, región de Luberon.
2011. Anuncia su intención de vender su imperio por 1.000 millones de euros, pero no encuentra comprador.
2016. Desfile por sus 70 años de carrera en el Instituto, frente a sus compañeros de la Academia de Bellas Artes.

Pierre Cardin
Foto de archivo de 2012 / AFP

2019. Gran retrospectiva dedicada a su obra en el Brooklyn Museum de Nueva York.

Hoy el mundo despide a este diamante del ámbito de la moda, que a sus 98 años nos dejó luego de haber vivido una vida supremamente plena y activa.

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