Internacionales

Pompeo promete que EEUU garantizará navegación en Estrecho de Ormuz

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, culpó el domingo a Irán de los ataques sobre buques petroleros y prometió que su país garantizará la libre navegación en el Estrecho de Ormuz, vía clave para el petróleo.

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Foto: Archivo El Estímulo

Pompeo eludió comentar sobre las opciones que Estados Unidos está considerando para proteger el transporte marítimo -o para castigar a Irán- tras los ataques del jueves a dos buques cisterna en el golfo de Omán.

«Lo que deben asumir es que vamos a garantizar la libertad de navegación a través del estrecho», dijo en una entrevista en Fox News Sunday.

«Este es un desafío internacional, importante para todo el globo. Estados Unidos se asegurará de tomar todas las acciones necesarias, diplomáticas o de otro tipo, que nos permitan conseguir ese resultado», dijo Pompeo.

Un tercio de la producción mundial de petróleo que se transporta por mar pasa por el Estrecho de Ormuz, un angosto canal que limita al norte con Irán y que conecta al Golfo Pérsico con el mar de Omán.

Pompeo no presentó pruebas que demuestren la participación de Irán en los ataques del jueves, pero insistió: «No hay equívocos en lo que pasó aquí».

«Estos fueron ataques perpetrados por la República Islámica de Irán sobre buques comerciales, sobre la libertad de navegación, con la clara intención de impedir el tránsito a través del estrecho».

Arabia Saudita advierte a Irán

Los dos petroleros dañados en la región del Golfo fueron puesto al abrigo en Emiratos Árabes Unidos, mientras Arabia Saudita culpaba también a Irán de los ataques y advirtió que reaccionaría ante cualquier amenaza.

Después de Estados Unidos y el Reino Unido, Arabia, el mayor exportador de petróleo del mundo, acusó al régimen iraní de estos ataques no reivindicados que dañaron dos petroleros en el mar de Omán el jueves.

En una aparente demostración de fuerza, el ministerio saudita de Defensa difundió a través de la agencia oficial SPA un video que mostraba a aviones del reino y de Estados Unidos del tipo F-15 sobrevolando el 2 de junio el Golfo.

Irán, el gran rival regional de Arabia Saudita y enemigo de Estados Unidos, negó estar involucrado en estos ataques cerca del estrecho de Ormuz, a través del cual pasa un tercio del petróleo transportado por mar, que dispararon el precio del oro negro.

«El régimen iraní no respeta la presencia del primer ministro de Japón como invitado en Teherán y respondió a sus esfuerzos (diplomáticos) atacando dos buques cisterna, uno de ellos japonés», dijo el príncipe heredero saudita, Mohamed Bin Salman, en una entrevista con el diario Asharq al-Awsat publicada el domingo.

«No queremos una guerra en la región (…) Pero no dudaremos en reaccionar ante cualquier amenaza a nuestro pueblo, nuestra soberanía, nuestra integridad territorial y nuestros intereses vitales», advirtió.

Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) formularon un llamado a proteger el suministro energético en el Golfo, casi un mes después del sabotaje de cuatro barcos, incluidos tres petroleros, frente a las costas de los Emiratos, atribuido por Washington a Irán, que lo negó.

Mientras tanto, en Teherán, el presidente del Parlamento, Alí Larijani, insinuó este domingo que es Estados Unidos quien está detrás de los sospechosos ataques del jueves.

Buques a puerto

Entre crecientes temores por el transporte marítimo, el buque ‘metanero’ japonés dañado el jueves llegó a un punto de anclaje en los Emiratos.

«El ‘Kokuka Courageous’ ha llegado a salvo al fondeadero designado en Sharjah», dijo el domingo BSM Ship Management, la empresa propietaria.

«La evaluación de los daños y la preparación para la transferencia de la carga a otro buque se iniciará tan pronto como las autoridades portuarias hayan completado sus controles y formalidades de seguridad habituales», añadió. «Nuestra tripulación permanece a bordo del ‘Kokuka Courageous’ y sus miembros están sanos y salvos.»

La tripulación rescatada por la Marina estadounidense asegura que vio un objeto volador que se dirigía hacia su barco y luego se produjo una explosión. Su cargamento de metanol está intacto.

El otro buque atacado, el «Front Altair», que transportaba nafta, un producto petrolífero, fue remolcado fuera de aguas iraníes y se encuentra frente a los costas de Fujaira, en los Emiratos, anunciaron sus propietarios y operadores.

«Se están realizando las primeras inspecciones y no se ha detectado ninguna anomalía», indicaron. Los 23 tripulantes del «Front Altair» llegaron a Dubái el sábado por la tarde.

«Milicias iraníes»

Los ataques a barcos en la región del Golfo alimentan la escalada verbal entre Teherán y Washington.

Sus relaciones se deterioraron después de que Donald Trump llegara al poder y se retirara, en 2018, del acuerdo internacional sobre energía nuclear iraní, restableciendo las sanciones económicas a Irán. A principios de mayo, Estados Unidos envió refuerzos militares a Medio Oriente, acusando a Irán de preparar ataques inminentes contra los intereses estadounidenses.

En su oración del Angelus, el papa Francisco dijo seguir con preocupación las tensiones en el Golfo.

«Invito a cada uno a utilizar las herramientas de la diplomacia para resolver los complejos problemas de los conflictos en Oriente Medio», afirmó.

Por su lado, el Reino Unido señaló este domingo que existe un gran riesgo de una escalada de violencia en la región. Su ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, declaró que para Londres es casi seguro que Teherán es el responsable de los ataques.

Aliado de Irán, Rusia respondió a la ofensiva verbal británico-estadounidense, advirtiendo contra las acusaciones gratuitas, según el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.

La tensión en el Golfo también se ve alimentada por los ataques de los rebeldes yemeníes hutíes -aliados de Irán- contra la vecina Arabia Saudita.

Los hutíes chiitas intensificaron los ataques con drones contra Arabia Saudita, que lidera la coalición militar que interviene en Yemen desde 2015 en apoyo del gobierno.

En su entrevista con Asharq al Awsat, el príncipe heredero saudita reiteró que su país no aceptaría la presencia de milicias iraníes en sus fronteras. Riad acusa a Irán de armar a los hutíes, pero Teherán, al tiempo que afirma apoyar a estos rebeldes, niega haberles proporcionado armas.

El sábado, el reino saudita anunció haber interceptado un nuevo dron lanzado por los hutíes contra la ciudad de Abha al sur del país.

El canal de televisión Houthi, Al Massirah, reivindicó la autoría del ataque y un portavoz rebelde prometió días dolorosos al reino.

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