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Portugal, Polonia y Gales ganan pero nos deben

Es difícil no pecar de parcializado, pero a la Eurocopa le falta la sazón de un buen cocinero. Termina uno dando por bueno algún bocado a medio cocer. Todo esto si se revisa a la luz de la emoción que siempre brinda la Copa América.

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Escribir de la Eurocopa se me hace cada vez más complicado. Las cosas se facilitan cuando tienes a un jugador iluminado, que te emociona, como Messi. O cuando la jauría pide la cabeza de Luis Manuel Seijas, para descargar las frustraciones propias. Partir pues, de un punto certero, ayuda a que las palabras se deslicen como pompas de jabón. Pero primero Polonia, luego Gales y finalmente Portugal nos dejaron secos.

Cierto que el fútbol no es de merecimientos. Sin embargo, fue una lástima que Suiza, después de ese gran cierre del segundo tiempo, incluido el empate de película y baile en la prórroga, quedara fuera por fallar un penalti. No se puede afirmar que Irlanda del Norte debía ganar, pero un autogol de McAuley resolvió un partido enredado que, en teoría, debía servir para que Bale se afianzara como candidato a mejor jugador del torneo. Y el último pase a cuartos de final lo consiguió la selección de Cristiano Ronaldo, cuando estaba pegado a las cuerdas y pidiendo tiempo para ir a los penaltis. Si Pepe fue la figura, ya saben ustedes cómo fue este trajín ante Croacia.

Está debiendo fútbol al Eurocopa 2016. El miedo a perder es palpable. El mismo Portugal llega a la instancia sin haber ganado un partido en tiempo reglamentario. El local, Francia, no solo muestra una indiferencia táctica insospechada para las figuras que tiene y hasta España perdió la oportunidad de surfear olas manejables por una relajación cósmica ante Croacia. Ahora le espera el coco, Italia. Pero detengámonos en la selección de los cuadros rojos y blancos.

El equipo de Ante Cacic dejó excelentes pasajes de juego y una gran entrega. El llanto desconsolado de sus figuras tras la derrota en Portugal fue tan sentido como el cabezazo de Perisic,  que pegó en el poste. Ese momento climático fue rematado por un contragolpe en el que Renato Sanches decidió mal. Pero su desacierto, y así son los misterios del fútbol, tendría final feliz. La jugada pedía un pase en profundidad a Cristiano Ronaldo, quien se abría a toda velocidad por el costado derecho, como tantas veces lo hace con el Real Madrid. Pero el moreno jugador, una grata sorpresa en las filas de Fernando Santos, prefirió enviar la pelota a Nani. Este, a su vez, asistió con un pase rarísimo a CR7. Fue un puntillazo sin clase aunque muy bien ubicado. Lo que restaba parecía sencillo. No obstante, Cristiano remató débil y Subasic repelió con la pierna y la mano. El globito lo agradeió Quaresma, que siguió la jugada desde las sombras. Bastó un suave cabezazo para liquidar a Modric y compañía.

Adiós al intento de superar a Davor Suker, Robert Prosinecki y compañía.

No fue un partido bueno de Cristiano. Croacia se las arregló para que perdiera cualquier influencia, ya sea fuera o dentro del área. Aún así, el portugués estuvo inmerso en la jugada definitiva. Así como sus dos goles fueron necesarios para clasificar de tercero y estar hoy donde están, su yerro auspició la victoria.

Siguiendo la onda de jugadores llamados a destacar, de las piernas de Bale nace el único tanto del Gales – Irlanda del Norte. Si tomamos el juego como una pelea de boxeo, podemos afirmar que las tarjetas estaban muy parejas después de un gran primer tiempo para una de las gratas sorpresas del torneo. No obstante, el jugador del Madrid, cuando faltaban 25 minutos, realizó uno de esos centros que si encuentran una hoja seca en el camino puede terminar en barullo. Y así fue, el central McAculey metió el gol en su propio arco. Algo parecido a lo que logró David Cameron con el plesbicito.

No solo le faltó protagonismo a Bale. Ramsey tampoco estuvo en sus días. De todas maneras, no se puede menospreciar lo logrado por Gales. Firman una campaña histórica y no tendría nada de extraño que Bélgica o Hungría lo padecieran.

Finalmente quedan unas líneas para Polonia. Es increíble que esta nómina juegue tan mal y que su técnico termine encerrado por una Suiza envalentonada desde el minuto 83. La jugada quedará para las próximas generaciones. Buscando el arco polaco a como diera lugar, un rebote que apenas traspasó el área fue conectado por una chilena de Hollywood. El autor fue Xherdan Shaquiri, un nombre, por cierto, perfecto para un protagonista de Juegos de Tronos. Cuando hace este tipo de maravillas, uno se pregunta qué hace en el Stoke City.

¿Qué le pasa a Lewandowski? ¿Dónde está su estrella? Como pueden revisar, algo está sucediendo con los hombres llamados a entreteneros. Salvo Iniesta, las deudas se acumulan. Acabado el tiempo reglamentario, de los 10 que cobraron, Xhaka fue el único que erró. No hubo Panenka, así que ni podemos cerrar estas líneas molestando a los haters de Seijas. Veremos mañana qué pasa.

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