El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, difundió esas cifras con el 65% de las mesas electorales escrutadas.
De mantenerse esta tendencia, el kirchnerismo regresaría al poder en primera vuelta.
Para ser elegido presidente es necesario alcanzar al menos 45% de los votos o por lo menos 40% y una diferencia de diez o más puntos porcentuales respecto del segundo candidato más votado.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo a periodistas que la jornada electoral “transcurrió mayormente en tranquilidad y paz” al margen de “alguna irregularidad” en localidades de las afueras de Buenos Aires y otros puntos del interior del país “que la justicia electoral deberá analizar”.
Según el funcionario, más del 80 % del padrón concurrió a votar, un porcentaje considerado alto.
Por orden de la justicia electoral, debían estar computados al menos 10% de los votos de la capital y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba antes de dar a conocer los primeros datos oficiales.
En el comando de campaña de Fernández, que funciona en un centro cultural del barrio de Palermo en la capital, reinaba un clima festivo y esperaban los resultados escuchando temas de rock argentino. Afuera, frente a un escenario con pantallas gigantes, se agolpaban militantes kirchneristas, algunos con bombos.
Macri intenta prolongar su presidencia cuatro años más en un contexto de caída de la actividad económica e inflación y Fernández aspira a reemplazarlo en el poder con el apoyo de los votantes que desean la reinstalación de políticas que mejoren el bienestar social.
En las elecciones se eligen presidente y vicepresidente, gobernadores de tres provincias, jefe de gobierno de Buenos Aires, 130 diputados nacionales, 24 senadores nacionales y alcaldes regionales.