Venezuela

Pues sí, los venezolanos apoyan elecciones y el 84% quiere sacar a Maduro

El foro “Prospectiva Venezuela 2021 (II Semestre)”, organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPYG) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) reunió a expertos en diferentes áreas para buscar luces sobre el destino inmediato de Venezuela.

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Parlamentarias

Más allá de las frenéticas fronteras de las redes sociales, más allá del activismo conservador de influyentes guerreros del teclado, más lejos de las decepciones históricas y los atajos, el elector venezolano promedio sigue apostando por elecciones como salida a la salvaje crisis venezolana, demuestra una encuesta presentada en el foro de perspectivas en la UCAB.

Al menos es lo que se lee en la última encuesta de la firma Delphos, que dirige el reconocido experto Félix Seijas, con datos recopilados entre el 14 de junio y el 2 de julio, cuando Venezuela se apresta a entrar en el tobogán de otro proceso electoral.

Entre los consultados, el 84,1% considera «muy necesario» o «necesario» el cambio de gobierno y 36,9% piensa que votar en elecciones justas es el mecanismo para lograr ese cambio.

Otras opciones como la intervención o el golpe militar, apenas fueron consideradas por 5,7 % de los encuestados. “Lo electoral es algo importante y la ciudadanía quiere que se atienda”, comentó Seijas, citado por los servicios de prensa de la UCAB.

Seijas presentó su más reciente estudio durante el foro “Prospectiva Venezuela 2021 (II Semestre)”, organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPYG) de la Universidad Católica Andrés Bello. Varios expertos en diferentes áreas participaron en esta discusión que busca echar luces sobre el destino inmediato de Venezuela.

Aunque solo el 52% ha escuchado que hay nuevos rectores en el CNE y 48% desconocía esa noticia, la encuesta revela que 53% está muy seguro de ir a votar el 21 de noviembre, versus un 12,3% que manifestó que seguramente se abstendrá.

Pero la disposición a votar en las regionales aumenta a 60% si todos los actores políticos llaman a votar; por el contrario, si Guaidó y el G4 (AD, Voluntad Popular, Primero Justicia y UNT) piden no hacerlo, la intención de participación cae a 44%.

“Esto quiere decir que Guaidó sigue siendo el referente de la oposición dura y de la oposición blanda que quiere confiar en alguien”, apuntó Seijas.

Discusión necesaria

Las grabaciones del foro están disponibles en las plataformas electrónicas de la UCAB, con los enfoques de expertos en las áreas social, internacional y económica.

Entre los encuestados, el 25,3% se auto definió como chavista;  35,9% con la oposición y el 38,8% con ninguna tendencia política.

Entre los chavistas, solo el 9,5% se expresó «resteado con Maduro», y el 15,8% se dijo descontento con Maduro.

De los opositores, el 17,5% apoya su respectivo liderazgo, y el 18,4% no lo apoya.

Ante la situación del país, el 52,1% se mostró esperanzado y el 22,2% pesimista, así como el 20,3% indiferente.

Sobre la disposición a protestar por la falta de servicios  o la inseguridad personal, el 55% dijo que Sí estaría dispuesto a salir, y el 36,4% no estaría dispuesto.

Si es contra el gobierno, el 50,9% estaría dispuesto a protestar, y el 40,5% No estaría dispuesto a hacerlo.

Ante al pregunta «¿Qué es lo mejor ante la situación del país?», el 33,8% respondió «Luchar sin correr muchos riesgos» y el 24,2% dijo «Quedarse tranquilo y adaptarse».

En una anterior medición, en noviembre de 2019, esas respuestas fueron de 27 y 25 por ciento, respectivamente.

«Más de la mitad de los votantes están dispuestos a sufragar en las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre, una tendencia que llega a 60% si todos los actores políticos llaman a participar», señala la encuesta difundida por los servicios de prensa de la UCAB.

El foro es parte de la campaña Resetéate, con la que la universidad buscan divulgar investigaciones de la institución, «para entregar a la sociedad civil información valiosa que sirva como herramienta para la toma de decisiones en pro del cambio en el país».

Lo que puede suceder

La muestra de Delphos no obstante indica que las personas no esperan grandes cambios en el escenario de corto plazo.

Sobre lo que puede suceder, el 78,6% opina que habrá elecciones regionales y Maduro sigue. El 14% cree que ese escenario no puede suceder.

Otro 34,5% cree que puede suceder que  un «un nuevo líder saca a Maduro», mientras el 49,6% ve que eso no puede suceder.

Sobre un referendo revocatorio, el 32,4% cree que puede suceder y el 53,4% que No puede suceder.

Otra de las posibilidades para solucionar la crisis de Venezuela y que ha sonado mucho en los medios y redes sociales es la de «Negociación y acuerdo». Pues solo el 32,4% cree que eso puede suceder, mientras el 51,8% piensa que eso No puede suceder, es decir, que no ocurrirá.

El 61,5% tampoco ve posibilidades de que ocurra un golpe de estado, mientras el 25,9% apuesta a que sí.

El sueño de una invasión militar, cultivada por algunos radicales en la histeria de las redes sociales «Puede ocurrir», según el 24,6%, mientras el 63,2% ve claro que eso no puede ocurrir en el escenario actual.

Aunque algunas personas hablan de su disposición a protestar, resulta que solo el 22,5% creen posible que haya protestas en todo el país, y el 65,4% cree que eso no es posible ahora.

Además, el 18,7% cree que Maduro renunciará con esas protestas, y el 66,6% no cree eso posible.

Creer o no creer

Pero el estudio también deja ver una enorme disonancia entre lo que la gente CREE que va a suceder y lo que de verdad QUIERE que suceda.

Resulta que el 65,2% quiere que haya un referendo revocatorio y solo el 24,5% que No.

El 62,8% quiere que Maduro renuncie al poder y el 27,2% que no.

El 62,5% quiere que un nuevo líder venga y saque a Maduro; y el 57,2 por ciento quiere que el heredero de Chávez convoque elecciones adelantadas.; el 54,7% quiere que haya una negociación y acuerdo (y el 34% que no).

En este renglón de los deseos,  resulta que los polos se invierten y solo el 32,4% QUIERE que haya elecciones regionales y 16% Maduro siga en el poder.

Además el 39,4% QUIERE que ocurra una invasión extranjera, y solo el 51,3% que NO (9,3% No Sabe lo que quiere).

Hay algo más o menos en común entre los encuestados: la vasta mayoría (56,8%) cree que NO puede lograrse rápido  un cambio en Venezuela y solo 30,5% piensa que sí es posible.

Entre ellos, el 65,2% de los chavistas maduristas creen que «No puede lograse rápido» ese cambio. El 57,4% de los opositores que apoyan a los líderes de la oposición también comparten esa apreciación, así como el 56,2% de los que no están en ninguno de los dos bandos más definidos.

Ante una lista sugerida de protagonistas, un abrumador 43,6% respondió que los propios ciudadanos tienen la capacidad para hacer el cambio.

El 12,7% opina que son los militares, el 10,8% cree que es el mismo gobierno de Maduro; el 9,4% la comunidad internacional; y solo el 7,6% cree que Guaidó y el grupo de partidos opositores llamados G4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo) el que puede hacer el cambio.

Salidas civilizadas

“Esto refleja que las salidas pacíficas son las mejores vistas por la población y que es falso que la gente no quiere hablar de
negociaciones. En cuanto al nivel de confianza en las personalidades, todos están en negativo, lo que se comenzó a ver desde el año pasado. Maduro y Guaidó siguen siendo los referentes en el gobierno y la oposición, respectivamente”, expuso Seijas.

El foro de la UCAB incluyó además los análisis del escenario venezolano desde la óptica de la internacionalista Elsa
Cardozo; el sociólogo Roberto Briceño-León y el economista Luis Arturo Bárcenas.

También intervinieron el rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso, y el director del CEPYG, Benigno Alarcón, con las palabras de apertura y cierre del encuentro.

“Venezuela vive un momento difícil, complejo, con una crisis humanitaria progresando, la economía estancada y la situación política se ha agravado. Y allí es donde toma relevancia el análisis que realiza permanentemente el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, revisando los escenarios para luego ofrecer rutas de acción para el cambio”, señaló el rector Virtuoso al dar la bienvenida a los panelistas y a los más de 200 participantes de organizaciones civiles y medios de comunicación que se conectaron vía Zoom.

Alarcón indicó que “Prospectiva Venezuela” es el resultado de un trabajo que, desde hace 10 años, realiza semanalmente la mesa de análisis y seguimiento conformada por el CEPYG junto a destacados especialistas, con el objetivo de identificar tendencias y ofrecer la mayor certeza posible sobre el futuro.

Expuso que, a pesar de que los pronósticos no son alentadores, se han propuesto decir la verdad y plantear la realidad tal cual la perciben para planificar los escenarios de manera más efectiva.

“La mejor manera de evitar los escenarios desfavorables es entender que son posibles e identificar dónde subyacen sus causas para incidir de forma temprana en esas tendencias y así lograr que se materialicen otros escenarios que quisiéramos que se produjeran en un momento determinado”, dijo Alarcón, citado por los servicios de prensa de la UCAB.

País de desigualdades

Sobre el panorama social el sociólogo Roberto Briceño-León, director del Laboratorio de Ciencias Sociales y el Observatorio Venezolano de Violencia, destacó que después de ser uno de los países con menor desigualdad en América Latina, Venezuela ahora tiene niveles de pobreza que alcanzan a 94% de la población, según datos de la encuesta Encovi, de las principales universidades del país.

Esto ha expandido una creciente brecha de desigualdad, donde “los pobres son más pobres y la élite rica se ha hecho más rica”.

Dijo que, además de esto, la dinámica socioeconómica ha propiciado microdesigualdades a lo interno de los grupos sociales.

“Este fenómeno tiene su origen en las diferencias: si eres empleado público o privado; empleado o trabajador independiente; si tienes capacidad de indexar tu salario y dolarizarlo; recibes o no remesa; si hay una persona joven en la familia que puede trabajar; si hay acceso continuo a los servicios públicos y si se recibe o no la bolsa CLAP” (de alimentos racionados por el gobierno a precios subsidiados), precisó.

Como aspecto positivo, el sociólogo indicó que se está despertando la conciencia sobre el papel del ciudadano. “Se observa un cambio en la expectativa trasladándola del rol del Estado-Gobierno como proveedor (que se expandió más con el chavismo), a una mayor responsabilidad de las personas, las familias, las empresas, las comunidades. Podría
decirse que hay un fortalecimiento del rol de la sociedad civil”, concluyó.

No habrá crecimiento y seguirá la hiperinflación

De acuerdo con Luis Arturo Bárcenas, economista jefe de la firma Ecoanalítica, este 2021 cerrará con una caída de 5,1% en el Producto Interno Bruto (“la menor contracción en 8 años”), una inflación de 1.060% y un tipo de cambio de 10 millones de bolívares por dólar.

Definió este cuadro como una “estabilización en el foso”.

“Estamos en el octavo año de contracción económica con una caída acumulada del 80%, el cuarto año en hiperinflación, la producción de petróleo se ha desplomado en un 80% y las importaciones se han reducido 85%”, dijo el especialista en políticas públicas y macroeconomía.

Advirtió que esta situación ha colapsado financieramente al Estado, ha incrementado la debilidad institucional, ha puesto en peligro la desintegración territorial y ha afianzado la versión caribeña del “capitalismo de amigos”.

“La economía ha respondido de diferentes maneras: el peor momento de la hiperinflación (2019) ya pasó, pero sigue en un rango peligroso; la dolarización es prácticamente irreversible, el proceso de desmonetización es acelerado, y el flujo de caja es manejable pero opaco”, apuntó.

Bárcenas dijo que, si bien se aprecia una inflación decreciente, el costo de vida en dólares continúa subiendo. En medio de esta complicada situación, el gobierno sigue enfrentando una fuerte restricción al financiamiento externo. Esto podría acentuarse si decide “patear la mesa de negociación” con la oposición.

Proyectó como improbable la recuperación de la producción petrolera y las importaciones en lo que queda de año, debido a la falta de recursos del gobierno. Pero proyectó una leve recuperación de las remesas y mejora en el poder adquisitivo en algunos segmentos de la población. También, mayor control del Ejecutivo nacional sobre la ejecución de gasto.

Por la salida negociada

En los próximos días, el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, Benigno Alarcón, realizará una presentación especial sobre la prospectiva política para el resto de 2021.

Sin embargo, el rector Francisco José Virtuoso ofreció un breve análisis sobre el panorama en esta materia. Insistió en la búsqueda de una salida consensuada a la crisis, pese a las recientes acciones de persecución y hostigamiento que ha emprendido el gobierno. Apuntó que ese esfuerzo de negociación ha logrado tener una incidencia importante e, incluso, ha obligado al gobierno a cambiar de estrategia.

“El gobierno de Maduro vio con mucho peligro los éxitos alcanzados por Guaidó y el G4. Se estaba construyendo un escenario donde la comunidad internacional ajustara los criterios para una negociación seria que recogiera las inquietudes tanto de la crisis económica y social como ciertos cambios hacia la transición democrática”.

Virtuoso resaltó la importancia del llamado hecho por el Vaticano, el 20 de julio, en la voz de su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolín. El prelado pidió a los actores políticos acciones serias que den respuesta a los problemas de los venezolanos.

“Hace falta vincular a la opinión pública en esa dirección para que sea la ciudadanía la que efectivamente ejerza presión en forma directa”, comentó el rector.

(Con información de los servicios de prensa de la UCAB)

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