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¿Quién es Jeanine Añez, la nueva presidenta de Bolivia?

Añez es la segunda mujer que gobierna Bolivia tras Lidia Gueiler, derrocada por un golpe militar en 1980 luego de dos años de mandato

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Jeanine Áñez, presidenta de Bolivia. Foto: Aizar Raldes / AFP
Aizar Raldes / AFP |AFP

La senadora Jeanine Añez, una casi desconocida que asumió este martes como presidenta interina de Bolivia con una Biblia en la mano, es una abogada crítica de Evo Morales que prometió nuevas elecciones a la brevedad.

Añez era segunda vicepresidenta del Senado hasta convertirse en el 66 presidente de Bolivia, dos días después de que Morales dimitiera luego de tres semanas de protestas por su cuestionada reelección en los irregulares comicios del 20 de octubre, y se marchara refugiado a México.

Representante de la región de Beni, en el noreste de Bolivia y fronteriza con Brasil, la flamante presidenta se colocó una bandera tricolor boliviana como capa, mientras era abrazada por otros legisladores tras asumir el mando.

Inmediatamente recibió la promesa de «apoyo total» del líder cívico regional Luis Fernando Camacho, principal rostro de las protestas que condujeron a la renuncia de Morales tras casi 14 años en el poder.

«Queremos convocar a elecciones lo más pronto», dijo Añez, de 52 años.

Abogada y legisladora

Es la segunda mujer que gobierna Bolivia tras Lidia Gueiler (1978-1980), derrocada por un golpe militar.

La Constitución establece que tras la renuncia del mandatario debía asumir en línea sucesoria el vicepresidente, el titular del Senado o el jefe de Diputados, pero todos renunciaron también a sus cargos, creando un vacío de poder.

Nacida en Trinidad, departamento de Beni, el 13 de junio de 1967, tiene experiencia como política y legisladora. Es divorciada y madre de dos hijos, Carolina, dentista de 29 años, y José, admnistrador de empresas de 24.

Licenciada en Derecho, entre 2006 y 2008 integró la Asamblea Constituyente que redactó la actual carta magna. Aunque militaba en un partido minoritario, fue elegida segunda vicepresidenta del Senado, por la tradición de que todos los grupos estén representados. Era senadora desde 2010.

Integrante del partido Unidad Democrática, cobró notoriedad el domingo, cuando tras la renuncia de Morales y de los oficialistas que lo seguían en la cadena de sucesión, declaró que a ella le correspondía tomar las riendas del gobierno.

«Ocupo la segunda vicepresidencia y en el orden constitucional me correspondería asumir este reto con el único objetivo de llamar a nuevas elecciones», afirmó entonces.

«Nunca más»

Su proclamación como jefa de Estado, avalada por el Tribunal Constitucional, motivó celebraciones en Trinidad,  La Paz y otras ciudades por parte de gente que se movilizó contra la reelección de Morales.

La Paz cumplió una semana paralizada por vigilias, bloqueos de calles y el cierre de oficinas públicas y comercios, mientras sus habitantes se organizaban ante el temor de un incremento de la violencia tras la renuncia de Morales.

La nueva presidenta defendió el uso de la bandera multicolor whipala, que enarbolaban los seguidores de Morales, como símbolo nacional junto a la tricolor boliviana.

Añez habló desde un balcón del Palacio Quemado, la casa de gobierno, frente a la Plaza Murillo, a metros del edificio del Congreso donde juró.

Luego alzó triunfante un enorme ejemplar de los cuatro evangelios.

Desde México, Morales tildó la proclamación de Añez como «el golpe más artero y nefasto de la historia», asegurando que viola la Constitución.

Añez prometió que «nunca más» se robará el voto a los bolivianos y pidió un minuto de silencio por los muertos que dejaron las protestas en contra de Morales.

También reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.

Los adversarios de Evo Morales dicen que éste desconoció dos veces la voluntad popular en el referendo que rechazó la reelección indefinida en 2016 y en los comicios de octubre pasado.

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