Internacionales

Regalan marihuana a los vacunados de covid-19 en Nueva York

"(...) Lo que intentamos hacer es que la gente se conciencie de la situación y que vayan a vacunarse y que se cuiden y que ayuden a todo el mundo a volver a lo normal, si es que alguna vez las cosas vuelven a ser normales", explicó uno de los activistas delante de varios carteles en los que se lee "porros por pinchazos"

Nueva York Marihuana
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Coincidiendo con el oficioso Día Mundial de la Marihuana, activistas y defensores de su legalización en Nueva York han regalado este martes cigarrillos de esta droga a todas las personas mayores de 21 años y que puedan demostrar que han recibido al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19.

«Literalmente, si recibiste tu vacuna de Pfizer o Moderna o la que sea y puedes mostrar tu tarjeta de vacunación hoy (…), entonces te vamos a dar un porro gratis», asegura a Efe Todd Hinden, mientras reparte cigarrillos de cannabis en la céntrica plaza de Union Square.

Bajo la estatua ecuestre del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, que según comenta un paseante tiene el brazo extendido porque también quiere fumar, Hinden se ha vestido para la ocasión con un frac estampado con hojas de marihuana de color verde y un sombrero de copa a juego.

Casi un centenar de personas espera su turno con la tarjeta de vacunación en la mano para recibir su premio este martes, 20 de abril, que en Estados Unidos se escribe como 4/20, un número que es sinónimo de marihuana.

«Hoy es un día alegre, es 20 de abril, hoy celebramos la marihuana, que es legal en el estado de Nueva York y está bien que la gente que ha recibido la vacuna pueda tomar un porro gratis», asegura a Efe Bill mientras espera su turno.

La marihuana es legal en Nueva York desde el 30 de marzo

Nueva York legalizó la marihuana para uso médico y recreativo el pasado 30 de marzo, después de años de discusiones en las cámaras legislativas.

Según las autoridades, la regularización de esta droga, que es legal en otros 14 estados y en Washington capital, podría generar 350 millones de dólares en impuestos anuales y crear entre 30.000 y 60.000 puestos de trabajo.

Con su legalización, también se quiere dar prioridad a las comunidad marginadas, que son las que más han sufrido la represión policial y judicial contra el uso de este estupefaciente.

«Este es un día histórico en Nueva York, uno en el que se corrigen los errores del pasado al poner fin a las duras sentencias de prisión; en el que se abraza una industria que hará crecer la economía del ‘Empire State’ (Nueva York), y un día que da prioridad a las comunidades marginadas para que las que más han sufrido sean las primeras en cosechar los beneficios», aseguró entonces el gobernador, Andrew Cuomo.

La esperanza del regreso a la normalidad

Cameron acaba de recibir su segunda dosis de la vacuna de la covid y mientras volvía a su casa se enteró de la iniciativa y no dudó en pasarse por Union Square para recoger una unidad de marihuana liada que muestra con entusiasmo.

«Es emocionante, las cosas están avanzando y vamos a salir de esta», confiesa ataviada con una colorida mascarilla roja en una mañana soleada y primaveral de Nueva York.

Entre los organizadores de la iniciativa está el activista pro marihuana Dana Beal, uno de los principales impulsores en 1999 en Nueva York de la Marcha Global de la Marihuana, que se celebra anualmente el primer sábado de mayo.

«Hemos preparado unos maravillosos porros grandes, largos y gordos. Todo el que puede enseñarnos (que ha sido vacunado) puede ponerse en la fila. Es gente que está vacunada y vienen a llevarse su porro», dice Beal que muestra su deseo de que todo el mundo se pueda vacunar lo antes posible para poder volver a la vida normal y vivir sin mascarilla.

La marihuna, «tan estadounidense como la tarta de manzana»

Para el activista, igual que la gente puede conseguir un donuts gratis o una cerveza si se han vacunado hoy pueden llevarse un cigarrillo de marihuana que para Beal «es tan estadounidense como la tarta de manzana».

El veterano defensor de esta droga se refería a las numerosas iniciativas lanzadas por cadenas de restaurantes y cafeterías en las que ofrecen productos o descuentos para animar a los estadounidenses a que se vacunen.

«¿No sería maravilloso si pudiéramos prescindir de estas mascarillas? Todo lo que hay que hacer es vacunarse y podremos prescindir de ellas», asegura antes de quejarse de los negacionistas y de responsabilizar al expresidente Donald Trump de avivar los sentimientos de las personas que rechazan vacunarse.

Son las 11.30 de la mañana, la fila es larga y el reparto promete continuar hasta las 4.20 de la tarde (para marcar el día de hoy), pero Hiden, que mientras reparte los porros que guarda en bolsas trasparentes se enciende uno, se muesta convencido de que habrá para todos.

«No estoy del todo seguro, pero hemos hecho como unos 3.000 porros, posiblemente. Y lo que intentamos hacer es que la gente se conciencie de la situación y que vayan a vacunarse y que se cuiden y que ayuden a todo el mundo a volver a lo normal, si es que alguna vez las cosas vuelven a ser normales», dice justo delante de varios carteles en los que se lee «porros por pinchazos».

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