Venezuela

Retiran de sede de Armada venezolana ofrenda en memoria de militar muerto

Funcionarios de la Armada de Venezuela retiraron este lunes una ofrenda floral que habían llevado hasta la sede de este componente un grupo de empleados públicos en honor del militar Rafael Acosta Arévalo, quien murió el pasado sábado cuando se encontraba preso y bajo custodia del Gobierno de Nicolás Maduro.

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Fotografía: Pueblo en Línea

Los trabajadores, críticos con la gestión del gobernante venezolano, apostaron una corona de flores a las puertas de la sede administrativa de la Armada (naval) venezolana en Caracas, donde también ofrecieron una oración por el alma del militar muerto, quien pertenecía a este componente.

Pero varios militares portando armas retiraron la ofrenda y exigieron a los manifestantes -que no superaban la veintena- que abandonaran el lugar por razones de seguridad.

«Ni siquiera nos permitieron estar en un área cercana porque dijeron era área de seguridad», dijo decepcionada a periodistas la presidenta de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), Lourdes Ramírez de Viloria.

«Ya nosotros conocemos que esta es la posición de este régimen usurpador, pero hoy en día nosotros vinimos a cumplir con la Armada venezolana», añadió.

El Gobierno confirmó el sábado la muerte de Acosta Arévalo, quien estaba detenido y era investigado por supuestamente estar implicado en la orquestación que un golpe de Estado que incluía el asesinato de los principales líderes del chavismo, entre ellos Nicolás Maduro.

De acuerdo con reportes de la prensa venezolana, Acosta Arévalo fue detenido el pasado 21 de junio por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), sin que se indicaran entonces los motivos de su aprehensión.

Su defensa y voceros de la oposición dijeron el sábado que el militar, que había pasado a la reserva activa, fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante un tribunal, no podía mantenerse en pie o hablar.

El Gobierno de Maduro denunció el pasado miércoles que desactivó un golpe de Estado que se produciría entre el 23 y 24 de junio.

Un día después el fiscal general, Tarek Saab, informó de que Acosta Arévalo formaba parte de la conspiración, y que estaba siendo investigado junto a otros 13 civiles y militares.

Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, atraviesa una acuciante crisis que se agudizó en enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se juramentó ante millones de personas como presidente encargado del país.

Guaidó cuenta ya con el apoyo de más de 50 países, con Estados Unidos a la cabeza, pese a que no controla la burocracia o las Fuerzas Armadas del país.

A finales de abril pasado, Guaidó lideró junto a un grupo de militares una rebelión, que desembocó luego en protestas antigubernamentales en las que murieron al menos cinco personas, casi 100 resultaron heridas y más de 200 fueron arrestadas.

Saab dijo el 11 de junio que por los hechos de abril hay 17 detenidos y que otras 17 personas son investigadas.

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