Venezuela

Robaron alimentos a iglesia en Valencia donde ofrecen olla solidaria

La iglesia que comúnmente es conocida como la de los italianos en Valencia – Iglesia Inmaculada de Camoruco-atiende tres veces por semana a más de 1.200 personas que buscan allí en esos días un almuerzo caliente que mitigue el hambre, en medio de la actual circunstancia de crisis en Venezuela.

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Foto: Tibisay Romero

La madrugada de este miércoles 10 de julio, unos delincuentes entraron a la casa parroquial para robar la comida que lograron recolectar los sacerdotes y feligreses que ayudan como voluntarios en la preparación de las ollas solidarias.

Aún así, durante la mañana llegaron las mujeres y hombres que inician las labores de servicio. Hicieron un círculo y rezaron. Luego se colocaron sus delantales y comenzaron a cocinar. La meta es continuar colaborando y demostrando solidaridad.

Mientras tanto, afuera de la iglesia, ubicada en la avenida Bolívar norte de la capital carabobeña, la fila de comensales comenzaba a formarse. En ocasiones, las colas inician desde las 7:00 am. Cada uno recibe un ticket que debe mostrar al mediodía para ingresar al comedor que tiene 60 puestos. La mayor parte de los que acuden son personas de la tercera edad.

El capellán de la parroquia, padre Pitter Fernández, narró lo que sucedió: “Se sintieron ruidos, entonces se encendieron las luces y se llamó a la policía y cuando bajamos (…) vimos que se habían metido. Desmontaron en la parte de la iglesia ventiladores, las cornetas del sonido, habían violentado varias puertas, rompieron varias puertas, se metieron en el despacho donde también forzaron. Debió ser alguien que conocía el lugar porque trajeron una cabilla para poder levantar la barra”.

Fernández también indicó que a los antisociales no les dio tiempo de llevarse lo que ya habían desmontado, pero sí cargaron con la comida. “Ayer precisamente nos había llegado una donación de pasta y arroz y eso desapareció completamente (…) Lo que se llevaron servía para preparar como tres ollas solidarias. Ahora tenemos que buscar los ingredientes, pero Dios proveerá”.

A su parecer, es significativo que lo primero que se llevaron los delincuentes fue la comida. “El aumento de personas que acuden aquí a la parroquia en busca de un plato de alimentos es importante”.

Pidió a las autoridades que se ocupen de sus labores de seguridad. “Que hagan lo que tienen que hacer”.

Cada vez son más

El sacerdote comentó que empezaron en abril de 2018 atendiendo a unas 50 personas, una vez a la semana. Luego subieron a dos jornadas semanales en las que atendían a unas 180 personas cada vez; ahora reciben hasta 400 en los tres días a la semana, para un total de al menos 1200 a la semana. Esperan ampliar aún más la ayuda que ofrecen.

“En promedio, 85% de los que asisten son personas de la tercera edad, mayores de 60 años de edad”, aseveró Fernández.

Los voluntarios se integran en tres equipos de unas 25 personas cada uno. Uno de estos grupos son de la parroquia Inmaculada de Camoruco; otros asisten de la pastoral social de la parroquia San José y próximamente se unirán los de la parroquia La Purísima, añadió el sacerdote.

“A veces vienen señoras que nos traen de colaboración una cebolla o medio paquete de arroz. Todo suma”, explicó.

En la cola

Afuera de la iglesia, la fila se extiende a cada minuto. Uno de los que se sienta en la acera, para aguardar su turno, es un hombre pensionado de 63 años de edad. Sabino Moreno comentó que asiste para poder comer un poco más balanceado.

“Vivimos tres personas en casa. Uno se rebusca con la pensión y eso pero no logramos comer dos veces al día”, dijo.

Mientras que a su lado también espera Freddy Ojeda. “Yo estaba trabajando y me sacaron, entonces yo venía caminando y ví esta cola y me pregunté de qué será esa cola, cuando veo que era para una comida y uno en la casa pasando hambre, esto es una ayuda y ya tengo dos semanas viniendo para acá”.

“La solidaridad no puede extinguirse”, afirma una de las mujeres que ayudaba en los fogones donde se preparaban los alimentos.

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