Venezuela

Roberto Rosales: Nada que inventar

Son dos años los que se cumplieron sin Roberto Rosales en la selección nacional. Su último partido con la camiseta Vinotinto fue el 11 de octubre de 2016, en pleno proceso de eliminatorias mundialistas a Rusia. Aquella derrota ante Brasil en Mérida marcaría un adiós que dejó de ser definitivo cuando el club donde juega, el Espanyol de Barcelona, filtró en su cuenta twitter que el jugador ha sido reservado para la próxima doble fecha de amistosos que cumplirá el combinado que dirige Rafael Dudamel.

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FOTOGRAFÍA: ARCHIVO | EL ESTÍMULO

Rumores, dudas, explicaciones cortas. En todo este tiempo la ausencia de Rosales de las convocatorias ha tenido visos de que algo pasa entre el seleccionador y el futbolista. Y no solo en su ausencia: incluso durante su presencia en el llamado, algunas situaciones no dejaron de ser extrañas, como aquella declaración que el lateral diera al periodista Juan Carlos Rutilo luego del partido Venezuela – Argentina clasificatorio al mundial de Rusia, cuando aseguró estar completamente sano, siendo el argumento de Dudamel para dejarlo fuera del once aquel día que el jugador tenía molestias físicas.

Lo cierto es que, de parte del jugador, no hubo una posición oficial sobre sus ausencias. Rechazó conversar con los medios de comunicación de Venezuela en todo este tiempo, por lo que ha sido infructuoso tratar de conocer su opinión. Dudamel sí dejó claro, desde su punto de vista, por qué Rosales no había sido llamado: en marzo de 2017, en ocasión de la convocatoria para los duelos premundialistas ante Perú y Chile, declaró: “No fue llamado por decisión técnica y deportiva. Queremos darle la oportunidad a jugadores como Alexander González y Víctor García”.

Además, en Buenos Aires, para el choque ante Argentina, varió el discurso y brindó otro alegato sobre la ausencia: “Venía siendo indiscutible en nuestro proceso pero sus lesiones han sido recurrentes. Preservamos la integridad del jugador”, dijo, lo que abría la posibilidad de una posible convocatoria una vez superada sus problemas físicos.

Lo cierto es que Rosales, en diez años, ha mantenido una regularidad extraordinaria en el fútbol europeo. Desde la campaña 2008/2009, ha mantenido un ritmo de presencias en el once titular que supera la treintena de partidos por campaña en promedio. Gante, Twente y Málaga vieron como el venezolano era por demás indiscutible en el lateral derecho. Sin parar. Alguna vez por alguna que otra molestia, pero nunca por decisión técnica. Una continuidad que solo Juan Arango tuvo en el viejo continente entre los futbolistas venezolanos.

Dentro de la lógica del fútbol, y sin conocer detalles en la relación seleccionador – futbolista, ha sido inexplicable querer encontrar relevo temprano a un hombre de sus características. Por jerarquía, continuidad, incluso por lo que representa su figura para el fútbol venezolano, extrañaba en demasía no verlo con la selección. Su silencio alimentó la controversia.

En estos dos años sin Rosales, Alexander González ha sido el jugador con más regularidad en su puesto. El del Elche, lesionado para esta doble fecha FIFA en la que Rosales ha sido “reservado” para estar en la lista de Dudamel para enfrentar a País Vasco (Álava, 12 de octubre) y Emiratos Árabes Unidos (Barcelona, 16 de octubre), cumplió en su posición, en la que alternó con Víctor García, Ronald Hernández y, en menor medida, con otros jugadores como Pablo Camacho y Jefre Vargas. Hasta cinco nombres en la búsqueda del futuro relevo del hombre del Espanyol.

La presencia de la selección en territorio ibérico es la ocasión propicia para que, si realmente existe alguna contradicción en la relación Dudamel – Rosales, sea zanjada. Desde aquella lesión que le hizo perder la titularidad Vinotinto en la Copa América Centenario de Estados Unidos en 2016, este será el momento para que el jugador, próximo a cumplir los 30 años, recupere su indiscutible consideración de titular. ¿Demostrar? Nada de eso. Dudamel ya lo dijo: “Conocemos su nivel porque lo vemos cada domingo”.

Ahora bien, la mayor duda será ver cómo será utilizado Rosales en esta doble fecha. Si se ubicará en su posición natural (lateral derecho) o lo ubicará Dudamel en el perfil cambiado como lateral izquierdo, ante tantas dudas que ha generado el desempeño de todo quien se coloque en ese puesto en los últimos partidos. Rosales ha cumplido con alta nota en los pocos partidos que ha tenido que cumplir como lateral siniestro en la selección, pero su continuidad en Europa prácticamente no conoce ese rol.

Ciertamente sería una contradicción para quienes hemos sostenido que es necesario que cada jugador se ubique en su posición natural, defender que Rosales es la mejor opción para el lateral izquierdo de Venezuela. El mejor lateral derecho de la historia del país no puede ser desaprovechado.

Desperdiciar sus facultades en la posición que le ha hecho destacar en Europa sería menos que un despropósito. Rosales tiene edad para cumplir fácilmente otro proceso mundialista y su jerarquía – experiencia es vital, fundamental para blindar un eje defensivo en el que, salvo Wilker Fariñez, no hay ningún jugador que se haya ganado a pulso el carácter de indiscutible.

Hoy día, ante este panorama, Rosales es muy necesario, para no caer en la exageración de hablar de “indispensables”. Su regreso a la selección es una acertada decisión de Dudamel, en esta cruzada por ganar todos los enteros necesarios para acercarse a un objetivo mundialista. Tiempo hay para encontrar por fin el lateral izquierdo que tanto necesita la Vinotinto. Mientras, que Rosales vuelva a mostrarnos por qué no para de jugar al otro lado del Atlántico.

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