Salud

Robos, escasez y medicinas matan más que el cáncer en el Luis Razetti

El tradicional centro de formación para los médicos venezolanos, ubicado en Cotiza, en el norte de Caracas, está plagado por tres grandes males: la inseguridad, la escasez de insumos básicos y medicinas que no curan. Los pacientes oncológicos, además, deben padecer por una precaria infraestructura hospitalaria, que dejó sin luz al quirófano durante cinco meses. 

Publicidad
FOTOGRAFÍAS: DAGNE COBO BUSHBECK

Es lunes y los pasillos del Hospital Oncológico Luis Razetti están repletos de pacientes. Unos aguardan por su primera evaluación, otros esperan la fecha para su intervención quirúrgica. Todos desconocen que el recinto médico estuvo a punto de declarar su primer cierre técnico desde su creación en 1936, debido a la inoperatividad del quirófano, producto del hurto de una pieza vital de la planta eléctrica, que mantuvo cinco meses cerrada el área de cirugía. Desde el 20 de noviembre de 2016 hasta el lunes 13 de marzo de 2017 para ser exactos.

Sin embargo, el espacio, que reanudó sus actividades con dos masectomías sencillas, no cuenta con las condiciones necesarias para funcionar óptimamente. Falta de sangre, escasos insumos y un área de rehabilitación sin aire acondicionado muestran el peor rostro del hospital durante décadas. Así lo denuncian a El Estímulo galenos del lugar, que prefieren mantener su nombre en el anonimato.

Oncologico Luis Razetti_02_15032017_DCB

“Muchos pacientes y doctores se emocionaron con la noticia, sin tomar en cuenta que reestablecer la electricidad es sólo el primer paso. Ahora se deben evaluar los equipos, reponer insumos, realizar una evaluación completa del lugar para asegurar, realmente, que funciona como debe”, señala un especialista, quien figura como uno de los miembros más antiguos del centro hospitalario.

Los pacientes en lista de espera no fueron los únicos perjudicados por la falla. Esto obligó a la comunidad médica -por primera vez en 80 años- a paralizar las admisiones y a modificar el pensum del postgrado que se desarrolla en las instalaciones del Razetti.

“Dejamos de recibir nuevos pacientes por algunos días, porque no contábamos con los recursos para atenderlos. Incluso, los que tienen historia en el hospital, son remitidos con regularidad a otros recintos luego de ser evaluados, porque operarlos sin insumos es imposible”, afirma. “Esto afectó también a nuestros alumnos, que no tuvieron presencia en el quirófano durante más de dos meses. Por eso tuvimos que cambiar el programa, y alargar el postgrado”, expresa.

“En otra época, quien iba a ser operado no debía traer nada para su intervención. Ahora, no tenemos ni siquiera suturas suficientes. ¿Cómo es posible que yo tenga que pedirle a un paciente que compre sus propias suturas? Una sola, en distribuidoras privadas, cuesta alrededor de 36 mil bolívares. Si la operación de este señor requiere de seis, pero no tiene ni para comer, cómo las compra. Hace poco, una señora me dijo había vendido su casita, para operarse; otros empeñan sus carros, y algunos terminarán robando. Si tienes a tu mamá enferma de cáncer y no tienes dinero, harás todo lo posible para salvarla”.

El Luis Razetti no es el único centro que afronta esta situación. Según la Encuesta Nacional de Hospitales 2017, realizada por la organización Médicos por la Salud y el Observatorio Nacional de la Salud, 51% de los quirófanos en Venezuela no están operativos.

Oncologico Luis Razetti_01_15032017_DCB

El estudio, desarrollado en 23 estados, con registros de 371 recintos públicos y privados -incluyendo 92 hospitales tipo II, III y IV- expone, además, que la inexistencia de material médico quirúrgico se incrementó de 61% a 81% entre 2015 y 2016, y alcanza el 75% en lo que va de 2017.

La delincuencia sí está operativa

A la ausencia y alto costo de implementos y medicinas se suma la inoperatividad de las áreas de radioterapia y radiología, que se mantuvieron cerradas también hasta esta semana.

“Estuvimos un mes sin poder hacer radiografías, por el robo de cables; en radioterapia se solucionó más rápido, en tres o cuatro días, porque aquí sólo alcanzaron a cortarlos pero no se los llevaron”, asegura un integrante del servicio.

La restauración de la electricidad se consiguió gracias a donativos de pacientes y la empresa Meditron, quienes aportaron el dinero y material faltante. La eléctrica estatal Corpoelec realizó sólo la mano de obra, debido a falta de recursos, asegura el cuerpo médico.
No obstante, solamente fue recuperada una fase eléctrica, y las dos salas de mamografía están aún inhabilitadas.

Oncologico Luis Razetti_06_15032017_DCB

“Aquí no hay vigilancia, por eso entran y roban cuando quieren. Asaltan a los pacientes, a los residentes y a los médicos. Hace poco le fracturaron la muñeca a una doctora en un forcejeo para llevarse una computadora”, denuncia un trabajador del oncológico.

“Esta vez, se metieron a la subestación y se llevaron los cables, pero ninguna cerradura está forzada”, asegura; situación que el equipo de El Estímulo comprobó en su segunda visita al recinto, justo antes de ser abordado por tres hombres en actitud amenazante, hecho que no es novedad para quienes laboran en el hospital.

Oncologico Luis Razetti_11_15032017_DCB

“El Luis Razetti está controlado desde hace mucho por el colectivo 5 de Marzo. Ellos merodean por los pasillos, vigilan afuera, y están pendientes de que no hablemos con nadie sobre la situación”, cuenta un residente. “No quieren que nada se sepa en los medios. Por eso deben andar con mucho cuidado, pendiente de quien los está viendo. Están en todos lados”.

Medicamentos que no curan

Un secreto a voces recorre los pasillos del Hospital Oncológico Luis Razetti: desde que los medicamentos comenzaron a importarse de Cuba, India y Nicaragua la reacción física de los pacientes no es la misma. Los galenos enfatizan que no pueden dictaminar las razones, por falta de estudios que comprueben sus sospechas, pero coinciden en que la calidad de la medicina ha disminuido.

“Antes nos suministraban medicamentos desde su lugar de origen, en su mayoría de Europa. Pero de un tiempo para acá los traen de Cuba, Nicaragua y muchísimos de India. No sabemos qué ocurre, pero éstos no tienen el mismo efecto sobre el paciente. En muchos casos hemos tenido que duplicar y hasta triplicar las dosis para ver si les hacen algo”, asegura un médico del lugar, y al menos 6 más consultados, pertenecientes a distintas áreas, concuerdan con él.

Aunado a esto, el hospital no cuenta con quimioterapia desde finales de 2016, ni con medicamentos fundamentales para el tratamiento del cáncer.

En pediatría oncológica, en los últimos 5 años, han fallecido alrededor de 10 pacientes, seis de ellos entre 2016 y 2017. “Los últimos tres años han sido muy difíciles. Hemos salvado a muchos, pero muchos han muerto también. Llegan con casos avanzados, y a veces no tenemos quimioterapia. Nos faltan, incluso, insumos tan sencillos como algodón, gasas, alcohol” , asegura una especialista del recinto.

Un médico de otra área coincide. “Las enfermedades están progresando más rápidamente, por muchas razones. Tenemos pacientes que llegan con cáncer en estadio 2, pero mientras consiguen la droga, la enfermedad avanza hasta estadio 4. Se nos complican pacientes que hubiesen podido tener tratamientos más sencillos”.

“En muchos casos nos ocurre también que el tratamiento requiere de dos drogas que se complementan, pero sólo contamos con una. Entonces la aplicamos, pero no es tan potente. De repente, se nos termina, y el paciente se queda sin tratamiento, y muchos meses después consigue otra, con un componente distinto. Nunca mantiene un tratamiento regular y, por ende, la enfermedad no se detiene”.

Relata, además, que en diversas especialidades ha disminuido la edad de pacientes diagnosticados con cáncer. “Al servicio de cuello uterino llegan cada vez mujeres más jóvenes. Muchas, entre 18 y 35 años asisten con cáncer avanzado, e incluso metastásico”.

¿Podría la precaria alimentación ser la causante de este problema? La Encuesta Nacional de Hospitales 2017 determinó que 64% de los pacientes no consumen una dieta de acuerdo a su patología.

Al ser consultada sobre la influencia de este aspecto en dichos casos, la doctora no se atreve a emitir una opinión sin un estudio previo. Sin embargo, advierte que la falta de una atención primaria de calidad podría ser la catalizadora de este panorama.

La vocación como motor

Médicos del recinto de Cotiza aseguran que han denunciado innumerables veces las condiciones bajo las cuales opera el hospital, sin obtener respuesta alguna del Ministerio de Salud. Aseguran que seguirán en pie de lucha, en sus respectivos servicios, porque su labor la desempeñan por vocación.

“Nos mantenemos aquí porque nos importan nuestros pacientes. Uno hace lo necesario para ayudarlos. Les buscamos hospitales donde sí puedan operarlos, los remitimos con colegas y nos esforzamos para curarlos. Pero con estas condiciones es muy complicado. Ahora mismo, mientras conversamos, estamos respirando los fluidos de todos, porque esta área no tiene aire acondicionado. No podemos prestar el baño porque no tiene agua. Esto es insalubre”.

Oncologico Luis Razetti_07_15032017_DCB

Ver a los galenos atender a pacientes en los pasillos, o caminar desde su servicio hasta radiología es común, pues, tras la ausencia de material para imprimir las placas, deben trasladarse para ver las imágenes directamente desde la computadora.

Si una máquina se avería, ante la indiferencia de las autoridades, son ellos quienes buscan y costean a los técnicos para repararlas, a pesar de sus sueldos, de 166 mil 752 bolívares, el más bajo de un profesional de la salud en Latinoamérica.

“Si a ellos no les importa la institución, menos les importan los pacientes. Pero a nosotros sí, por eso nos indigna lo que está ocurriendo, porque no puede ser posible que aquí inviertan dinero en todo, hasta en hospitales que tienen años en construcción, pero a nosotros no nos asignen los recursos que necesitamos para operar condiciones aceptables. Tenemos que alzar la voz, y no permitir que esto siga ocurriendo”.

Tras la visita del equipo de El Estímulo, el pasado miércoles, se perpetró otro hurto de cables, informó el cuerpo médico, que afecta, nuevamente, el funcionamiento del quirófano. Este viernes se lleva a cabo una Asamblea General para discutir la situación del hospital.

Publicidad
Publicidad