Opinión

Salvajismo en Querétaro

Carolina Jaimes Branger describe a Querétaro como una ciudad "fascinante", pero lamentablemente su historial de violencia futbolera tiene más de un capítulo al que ahora se suma el reciente episodio en el que todavía hay mucho por aclarar

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Querétaro

Cuando leí lo que había sucedido en el Estadio La Corregidora de Querétaro, México, donde aficionados de los Gallos Blancos, el equipo anfitrión, agredieron a los aficionados del visitante Atlas de Guadalajara, algunos hasta la muerte, no podía creer que algo así había sucedido en una ciudad a la que conozco bien y donde he pasado momentos entrañables.

Querétaro es una ciudad fascinante. Su historia rica en matices. Su gente amable y acogedora… ¿De dónde salieron entonces esa cuerda de salvajes que tumbaron las rejas para atacar al equipo visitante, sólo porque les iban ganando? Lo peor es que he visto varios videos y testimonios de personas que estuvieron allí, y todos coinciden en que la seguridad privada del estadio facilitó la entrada de los queretanos al área del Atlas. Unas fuentes hablan de que no había policías dentro del estadio, mientras otras comentan que no solo estaban, sino que también aportaron su propia cuota de agresión contra los tapatíos. En este link pueden ver las declaraciones del joven Frank Ceballos, de 16 años, a quien un policía le propinó un macanazo por la cabeza. Ceballos refiere que, mientras a la barra del Atlas no les permitieron entrar con monedas, llaves, anillos o carteras, los de Querétaro entraron hasta con picahielos, pistolas y piedras.

Por desgracia, este historial de violencia del Querétaro no es nuevo. Ya los del Guadalajara lo han sufrido antes, al menos en dos ocasiones recientes: 2007 y 2010. Y contra otros equipos hay historias recientes de ataques como el de 2017 contra fanáticos de los Pumas de la UNAM (en medio de una autopista, done dejaron a un hombre inconsciente tras la golpiza que le dieron) y contra el San Luis (de San Luis Potosí) en 2019 cuando, a pesar de estarles ganando a los potosinos 2-0, los queretanos comenzaron a agredirlos. Escaló la violencia y al árbitro no le quedó más que suspender el partido.

Me sorprendieron las primeras declaraciones del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, quien aseguró que “no había muertos”, pretendiendo tapar el sol con un dedo. ¿Sería acaso para no tener que suspender una gira que tenía por Europa? De hecho, un tuit de la Coordinación de Protección Civil del Estado de Querétaro, @PCIVILQRO, coincidía con el mandatario regional: “Derivado de los hechos registrados la tarde de este sábado en el estadio Corregidora, la CEPC informa que hasta el momento no se tiene reporte de personas fallecidas, 22 personas lesionadas, 9 de ellos trasladados al Hospital General y de estos, dos de ellos de gravedad. El resto se encuentran estables. Cabe señalar que todos los lesionados son masculinos, y hasta este momento se tiene confirmado que cuatro son provenientes del estado de Jalisco”.

Más tarde, Kuri, tal vez abrumado por las evidencias que desbordaron las redes sociales, declaró que era “una vergüenza y una pena que en el fútbol pasen este tipo de situaciones”. Y desde el hospital, aseguró que “actuarán con todo el peso de la ley contra los responsables”… ya sabremos cuánto pesa la ley en Querétaro, tomando en cuenta que al parecer hay varios mafiosos que son jefes de las bandas de salvajes.

Por su parte, Adolfo Ríos, director general del Querétaro, también ofreció sus disculpas: “Nadie merece pasar por una pesadilla”.

La brutalidad fue la protagonista de la tarde. A varios de los muertos los desnudaron y los robaron, quizás como una humillación póstuma. Lo paradójico es que apenas el pasado 1 de marzo la Liga de Fútbol MX inició una campaña “Grita x la Paz”, en apoyo a los ucranianos. La caridad ha debido empezar por casa…

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