Salud

Se acumula déficit de 349.554 operaciones y muchos enfermos mueren a la espera

Por Julio Materano.- De la lista nacional de pacientes que aguardan por una intervención, apenas se susurran nombres y apellidos en los hospitales. Sus caras se traducen en simples números. Algunos enfermos, entumecidos por sus cuadros clínicos, no logran arropar la espera; sencillamente la vida no les alcanza para completarla y mueren sin sorpresa, de la manera más esperada: de una obstrucción intestinal, de un tumor maligno o un infarto.

Publicidad
Foto: Jorge Benezrra

Otros, en un acto casi de rebeldía contra la muerte, permanecen recluidos a contrarreloj en los centros asistenciales o esperan en casa, tratando de capitalizar lo único que anhelan con gran inquietud: una oportunidad para ser intervenidos.

Para Carlos Medina, paciente del Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo, un año no fue suficiente para hallar un kit de resvascularización con bomba, varios catéteres y una válvula aórtica mecánica. El hombre de 35 años tenía la función cardíaca comprometida y no pudo ser operado. Murió el sábado 24 de octubre sin mayor sorpresa. Estaba gravemente enfermo y los médicos tratantes lo sabían, pero estuvieron siempre de manos atadas: nunca llegó el kit de insumos para su cirugía.

Si los enfermos a la espera de una operación decidieran agruparse en Caracas, su volumen excedería, por 8.125 personas, los 341.429 residentes habilitados para votar este 6D en las parroquias San Agustín, San Pedro, San José, Candelaria y El Recreo.

De acuerdo con las memorias y cuentas del Ministerio de Salud, entre 2008 y 2013 el sistema de atención sanitaria sumaba un déficit de 349.554 cirugías electivas en más de 300 hospitales del sistema público. A esta cifra se le suman unos 100.000 pacientes en los últimos dos años, según cálculos independientes.

Este escenario de intervenciones que se dejaron de hacer ha recrudecido por la escasez de insumos quirúrgicos, falta de personal médico, equipos de anestesia y quirófanos, dicen las fuentes consultadas.

La lista no ha sido depurada, es decir, no excluye a esas personas que murieron porque desde 2011 no se actualiza el Anuario de Mortalidad,  el que indica las causas de muertes por enfermedades. El ministerio de Salud se niega a dar su versión oficial porque es una cifra muy elocuente, que desdice de las políticas oficiales.

En un intento atropellado por resolver la demora, el propio Ministerio de Salud ha ejecutado, desde octubre pasado, tres jornadas quirúrgicas, de mediana y alta complejidad, en los hospitales de mayor envergadura del país, donde apenas se han practicado 4.000 intervenciones, según lo dio a conocer el titular de Salud, Henry Ventura.

Es el caso de Olga Marrero, de El Paraíso, quien se incorporó en noviembre de 2014 a la lista del hospital Vargas, donde espera ser intervenida de un cálculo renal. Aún cuando inicialmente “no corría peligro”, reconoce que su cuadro clínico se ha complicado. “Sufro recurrentes infecciones y fuertes dolores en la columna”, expone la sexagenaria.

A la lista de espera se le suman quienes permanecen recluidos por largos períodos en los servicios de traumatología, cardiología y neurocirugía de los hospitales Universitario, Magallanes de Catia, Periférico de Coche, Domingo Luciani y Lídice.

Retroceso

No en todos los casos se trata de una lista física con nombre y apellido, como ocurre en el Clínico Universitario, donde aguardan 468 pacientes por una cirugía cardiovascular central. En torno a la coyuntura, Oletta explica que hay “nudos críticos” en las fases de estudio, diagnóstico y cuidado del enfermo, lo cual ha mermado el rendimiento quirúrgico en los centros públicos.

De acuerdo con cifras contenidas en las memorias y cuentas del Ministerio de Salud, el déficit de cirugías anuales pasó de 11.892 en 2008 a 79.219 en 2013. “Los hospitales no tienen el número de anestesiólogos requeridos. No hay unidades de cuidados intensivos, por lo que se trata de un problema estructural”, comenta.

El programa electivo anunciado por Ventura, no se trata de la única iniciativa promovida por el Ministerio de Salud para resolver el problema. Ya en agosto de 2013 el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, había anunciado un Plan Especial de Cirugías, con un presupuesto de 80 millones de bolívares, para programar 8.000 intervenciones, frente a un déficit de 235.630 cirugías requeridas hasta 2012. A ese plan se le suma un «Estado Mayor de Salud» a escala nacional, también en 2013, uno en Distrito Capital y Miranda. Al ritmo de las operaciones organizadas en el marco de las nuevas jornadas MinSalud tendría que completar por lo menos 200 operativos continuos para solventar la mora.

Lo que a juicio del gremio sometería a los hospitales a un estrés funcional, que agotaría la poca reserva. Expertos sugieren a Francisco Hernández, titular del Viceministerio de Hospitales, planificar en función a los insumos.

“No puedes hacer el trabajo de los hospitales a través de operativos, pues concentras una cantidad de servicios y eso no es lo normal. Es accidental. Lo lógico es que tengan su planificación quirúrgica para cada semana. No puedes hacer un esquema agotador y el resto de los días nada”, concluyó Oletta.

Mientras el despacho de Salud intenta resolver por otra vía el problema, familiares de pacientes recaudan donativos, solicitan recursos a instituciones públicas y privadas e invierten dinero y esfuerzo en la tarea de hallar el material médico-quirúrgico que escasea en los hospitales. Una atribución, en algunos casos estéril, que deja el sinsabor de la muerte, el dolor y sufrimiento a los allegados que acompañan a sus enfermos en la tarea de aferrarse a la vida. Aun cuando no en todos los casos supone un listado físico, el déficit de cirugías programadas se trata de un secreto a voces del que poco se habla, una de las certezas mejor resguardadas por el MinSalud.

Publicidad
Publicidad