Solo se permitió la entrada al camposanto a los padres y cinco familiares cercanos, informó un pariente a través de la señal del canal por Internet VPI.
Los tres cuerpos llegaron a San Francisco, estado Zulia, de donde eran oriundos, procedentes de la morgue de Bello Monte en Caracas.
No se permitieron actos velatorios.
Llanto y dolor se observaba a las afueras del cementerio fuertemente custodiado por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que portaban escudos y estaban desplegados a lo largo de la entrada del cementerio.
Una de las tías de los hermanos Lugo confirmó que Lisbeth Ramírez, pareja de Jairo y quien también cayó abatido en el procedimiento policial, tenía tres meses de embarazo.
Desconsolada dijo que sus sobrinos no eran terroristas ni criminales como el gobierno los ha calificado, y que luchaban por una causa justa.
En medio del llanto dijo: «le pregunto a Maduro si a su familia le alcanzan Bs 340.000 para vivir, que es lo que se cobra por la pensión. Solo con eso se compran tres artículos», señaló.
«¿Por qué tanta injusticia? ¿Estamos en una dictadura entonces? Esto no va a quedar así porque Dios está allá (señalando al cielo) y Dios hace justicia», afirmó.