Internacionales

Suspenso en Oslo por mesa de diálogo sobre Venezuela

Hasta hace poco para la mayoría de los venezolanos Oslo era solamente el nombre de la capital de Noruega, un país helado en el norte de Europa, con petróleo, una muy alta calidad de vida y desarrollo social, y con fascinantes historias de vikingos.

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Por Flor Santamaría, desde Oslo, Noruega (Especial para El Estímulo).

También por ser uno de los países que se pronunció neutral ante el desbordamiento de la crisis política en Venezuela y que no reconoció a Juan Guaido como presidente interino, a pesar de que Suecia y Dinamarca, sus vecinos escandinavos así lo hicieron, junto con otros más de 50 países soberanos. En este sentido, que se lleven a cabo reuniones que propician el encuentro entre delegados de Juan Guaido y Nicolás Maduro en Oslo, ha levantado suspicacias entre los venezolanos y la comunidad internacional quienes, entre la escasa información, las especulaciones y lecturas de los discursos de los políticos, tratan de descifrar la naturaleza de estas reuniones y las expectativas  para un país hundido en un colapso económico y social que necesita respuestas urgentes.

Nadie parece saber o querer decir nada

Se sabe de dos encuentros en Oslo, el primero sucedió justo antes del día nacional de Noruega, el 17 de mayo. En ese momento ningún vocero venezolano involucrado afirmó o negó que había habido encuentro y el gobierno noruego se negó rotundamente a comentar. Todo para luego concluir que los enviados de ambas partes no se habían visto las caras durante la visita.

Dos semanas más tarde, la cancillería noruega emitió un comunicado de prensa un sábado por la noche avisando que las delegaciones venezolanas regresaban a Oslo. La noticia volvió a caer por sorpresa y hasta el momento sigue siendo un misterio. Pero el suspenso puede que sea develado en breve, pues tras dos días de encuentros a las afueras de la capital, algunos datos podrían ser revelados desde Caracas, y menos probable que desde el ministerio de Exteriores noruego.

En la embajada de Venezuela en Oslo dicen no estar al tanto de lo que se habla en las reuniones y confiesan no haber estado involucrados en el proceso por tratarse de una decisión de alto nivel.

“La información que yo tengo sobre las conversaciones que se están dando en Noruega entre mi gobierno y parte de la oposición, son las mismas que están en los medios”, dijo el embajador de Maduro, Orlando Ortegano, quien decidió ni afirmar, ni negar y mucho menos opinar, en una entrevista para la agencia de prensa francesa AFP.

Aunque Juan Guaido ha dicho que sus enviados viajaron solamente para responder a una invitación por parte de Noruega, el presidente del Parlamento, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, afirmó en su último discurso en la Asamblea Nacional (Parlamento) que se estarían ejerciendo todas las competencias internacionales necesarias para lograr lo que desde enero pasado ha repetido como un mantra: “Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”.

Ratificó que se cumplirá el objetivo, aunque tengan que ir “desde Caracas hasta Washington o de Oslo a Carora”.

El resultado del hermetismo informativo ha dado como resultado una ola de especulaciones que van desde la firma de un falso tratado, hasta que los delegados de Maduro podrían viajar a Venezuela en un avión de uso oficial hasta Moscú y de ahí a Caracas. Rusia ya había ofrecido a Noruega apoyo en las jornadas, pero no se supo si Oslo la aceptó.

El jueves en Noruega es día de asueto nacional, por lo que es muy probable que al finalizar el día los venezolanos ya no estén en el país.

La mediación noruega en la ecuación venezolana

A pesar de que en Noruega cada año se otorga el Premio Nobel de la Paz, se precie de mantener relaciones amistosas con sus países vecinos desde la fundación de la OTAN y tienda a considerarse como terreno neutral para la mediación de conflictos, incluyendo la participación en la firma del tratado de paz en Colombia en 2016, en el caso específico de Venezuela, las opiniones de que el rol que puedan representar están enmarcadas en acalorados debates y han causado un efecto divisor. En principio porque Noruega todavía reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.

Luis Almagro, Secretario General de la OEA, ha opinado a través de su cuenta oficial en Twitter que el acercamiento de Noruega es equivocado porque “esto no es un tema de conflicto entre dos partes, esto es (acerca de ) cómo se sale de una dictadura. Y cómo se devuelven las garantías fundamentales a la gente, cómo se detienen los crímenes de lesa humanidad cómo se detienen las violaciones sistemáticas de derechos humanos y de cómo se resuelven las variables de la crisis humanitaria”.

Considera que la única solución es llevar la negociación a Maduro dejar el poder, porque el heredero de Hugo Chávez lidera un régimen que ha sido deslegitimizado por más de 50 países.

Pero no solo Almagro opina que estos encuentros con Noruega de mediadores no ayudarán, sino que agravarán la situación. Entre los venezolanos el rechazo se aviva conforme pasan las horas, y aunque muchos coinciden en que lo que se puede lograr es más presencia internacional, otros expresan que no se puede hablar con delincuentes y que el diálogo sólo ayuda al régimen de Maduro.

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También hay quienes esperan que algo positivo salga de las reuniones pues consideran que el caso de Venezuela sería similar a la de una negociación con los ladrones de un banco, “que tienen a un pueblo como rehenes y lo que queda es negociar la salida o condenar a la gente a morir”, tal como lo definió Rodrigo Diamanti, la ONG «Un Mundo sin  Mordaza».

En Oslo, los medios de comunicación paulatinamente van insertando noticias sobre el país suramericano y los debates se mantienen a niveles académicos, los venezolanos organizados participan en foros informativos, pero no alcanzan a la mayoría. Sin embargo, en encuestas de calle, los noruegos muestran genuina preocupación por la crisis humanitaria y están al tanto del sufrimiento que padecen los venezolanos por falta de lo básico para vivir. Expresan horror al saber de los sueldos y salarios básicos que, su equivalente en coronas noruegas, la moneda local, no les comprarían siquiera un almuerzo decente.

Oslo freedom fórum 2019

Mientras que los diálogos entre los enviados de Guaidó y Maduro sucedían de forma confidencial, en la ciudad se celebra abiertamente el Oslo Freedom Forum, un evento que reúne a destacados activistas que luchan porque se respeten y garanticen los derechos humanos en países donde hay regímenes autoritarios. Periodistas, académicos y empresarios comparten intensas jornadas con un interés en común: este año, la unidad contra las tiranías del mundo.

En la sala principal de reuniones se encuentra una gran pancarta con la figura de Nicolás Maduro entre los considerados tiranos junto el norcoreano Kim Jon-un y el ruso Vladimir Putin.

El fundador del foro Thor Halvorssen, de raíces venezolanas y noruegas, opina que este país escandinavo es un terreno realmente neutral para que los diálogos o negociaciones se lleven a cabo. Se considera un crítico de la oposición venezolana pero expresa que todas las acciones son necesarias, desde las actividades informativas en el extranjero como las protestas dentro de Venezuela, pues no se sabe cuál será la gota que derramará el vaso y le procurará a los venezolanos la libertad.

En el Oslo Freedom Forum, (que traduce el foro de la libertad de Oslo), la caricaturista venezolana Rayma recibió el premio Havel otorgado por la fundación de derechos humanos Vaclav Havel, de Nueva York, y que se otorga a los representantes de la disidencia creativa.

Rayma expresó que con la estatuilla viene más responsabilidad. Sobre los diálogos entre representantes de Maduro y Guaido en Oslo comentó “yo creo que la palabra diálogo les queda muy grande. Cuando uno quiere dialogar no hace falta venir a Oslo, no hace falta buscar un gobierno neutral”.

Fabiana Rosales estaba invitada como conferencista pero a último minuto canceló su participación, sin embargo, apareció en una videollamada para la prensa, sin comentar sobre las reuniones entre los delegados de su esposo y los de Maduro.

¿Y luego qué?

Después de la ronda de conversaciones de Oslo, se confirmó desde la Asamblea Nacional de Venezuela, el parlamento opositor, una reunión con el Grupo de Lima para la primera semana de junio, sin detalles de dónde se llevarán a cabo.

El presidente interino Juan Guaidó informó que las conversaciones estaban detenidas porque se expuso los tres puntos fundamentales establecidos por ellos, cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, verificadas internacionalmente pero el chavismo descartó la opción, por lo que los contactos llegaron a un punto muerto.

Sin embargo Guaidó no descartó los contactos y dijo que no detiene los esfuerzos de mediación con Noruega, ni los contactos con el Grupo Internacional de Contacto, el Grupo de Lima o de lograr la salida de Maduro por la fuerza con la opción militar estadounidense.

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