Es la segunda balacera que se reporta en junio en uno de los paradisíacos balnearios de la zona. Además de los fallecidos hay una persona grave, pero aún se desconocen detalles. El 11 de junio, dos mexicanos murieron a tiros en otra playa. En el mismo hecho resultó herida una turista estadounidense
De nuevo, una playa de Tulum es escenario de un tiroteo. Esta vez murieron dos hombres y una tercera persona, de la que aún no se conocen detalles, resultó herida.
La Fiscalía de Quintana Roo, provincia donde queda Tulum, explicó que el tiroteo ocurrió el jueves 24 de junio. Trece días antes, también por tiroteo en una playa de Tulum, resultó herida una turista estadounidense y murieron dos mexicanos. Y el 30 de marzo, otro ataque a balazos a un puesto de comida en el centro de Tulum, dejó herida a una turista española.
“Policías de investigación activaron protocolo de búsqueda de los probables participantes con el apoyo de las cámaras de videovigilancia”, dijo la Fiscalía. Aún no han adelantado nada sobre el posible móvil de la balacera.
En Tulum operan carteles del narcotráfico pero, hasta este año, los conflictos no habían llegado a las playas que, a través del turismo, son una importante fuente de ingresos para la zona.
El 29 de marzo, otra forma de violencia en Tulum llegó a los titulares, cuando la policía de Quintana Roo mató a una mujer ebria tratando de someterla por hacer escándalo en la vía.
El balneario es conocido por sus paisajes privilegiados, con prístinas aguas de color turquesa, arenas lisas y blancas y una arquitectura discreta, acorde con el lugar, en vez de los enormes edificios de Cancún y Acapulco. Además, ofrece expediciones arqueológicas a Chichen Itzá y otros monumentos mayas.
La pandemia, obviamente, les afectó severamente el turismo. Pero las malas noticias no acabaron con la llegada del virus. Una enorme masa de sargazo, que son algas apestosas, les invadió las orillas, haciendo imposible que la gente disfrute de las aguas.
En lo que va de 2021, la región lleva 278 asesinatos. Es menos que el año pasado, cuando sumaron 321, pero la diferencia es que ahora los turistas están sintiendo la violencia.
