Venezuela

Todo mal gobernante se cree bueno

La historia lo confirma: los tiranos y los corruptos llegan a su última hora en el poder viéndose como víctimas. En el caso venezolano, donde Nicolás Maduro no asume responsabilidad alguna por los males del país, hace falta que el Presidente evalúe su actuar, sus decisiones, sus posturas. ¿Cómo quiere pasar a la historia?

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Cuando Adolfo Hitler apretó el gatillo sobre su sien aquella mañana del 30 de abril de 1945, no ocupó su mente con ninguna de las 60 millones de personas que asesinó durante una guerra absurda. Tampoco pensó en las arcas que robó, ni en las economías que desangró. Con toda seguridad, el dictador más vil que ha conocido el mundo moderno pensó antes de suicidarse que había sido acorralado por el enemigo y que no vería cumplir su sueño de un pueblo alemán poderoso, rico y ario.

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