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Trump despide a su asesor de seguridad nacional John Bolton

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes que despidió a su asesor de seguridad nacional John Bolton, al asegurar estar "fuertemente" en desacuerdo con muchas de las posiciones de este veterano político, muy duro con Venezuela, Cuba, Irán, Rusia y Corea del Norte.

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«Anoche informé a John Bolton que sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca. Estaba fuertemente en desacuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros en el gobierno, y por lo tanto le pedí a John su renuncia, que me fue dada esta mañana», escribió Trump en Twitter.

El mandatario estadounidense dijo que nombrará su reemplazo la próxima semana y mientras se designa, estará como interino en el cargo Charles Kupperman.

Kupperman, de 68 años de edad, trabajó en las compañías Lockheed Martin y Boeing y sirvió en el gobierno de Ronald Reagan durante los años ochenta. Se graduó en la Universidad de Purdue con el título de Ciencias Políticas. Completó un doctorado en la Universidad del Sur de California en estudios estratégicos y recibió una maestría en Relaciones Internacionales de la Universidad de Columbia Británica.

La noticia, conocida días después de que Trump revelara la cancelación de conversaciones secretas con los talibanes de Afganistán, sorprendió a Washington.

Conocido por sus notorios bigotes, Bolton es una figura controvertida por su estrecho vínculo con la invasión de Irak, y ha sido considerado como uno de los principales impulsores del duro enfoque de Trump hacia Irán, Venezuela, Cuba, Nicaragua y Corea del Norte, entre otros puntos problemáticos.

Como suele ocurrir en la presidencia de Trump, la abrupta partida del asesor de seguridad nacional parecía marcada por el caos.

El anuncio de Trump en Twitter se produjo poco después de que la oficina de prensa de la Casa Blanca dijera que Bolton pronto ofrecería una conferencia de prensa sobre temas de terrorismo junto con el secretario de Estado, Mike Pompeo.

El propio Bolton dio su versión de los hechos, que parece contradecir la del mandatario.

«Ofrecí renunciar anoche y el presidente Trump dijo: ‘Hablemos de eso mañana'», tuiteó Bolton.

Pompeo, cerca de Trump

El jefe de la diplomacia estadounidense aprovechó la oportunidad para señalar que solía estar en desacuerdo con Bolton e insistió en su cercanía con Trump. «Estamos trabajando muy de cerca con el presidente de Estados Unidos», dijo Pompeo.

En la misma rueda de prensa, Mnuchin aseguró que Trump mantendrá una «campaña de máxima presión sobre Teherán» a pesar de su disposición a reunirse con Rohani.

La salida de Bolton se conoce luego de que el fin de semana Trump cancelara una reunión secreta programada en Camp David con los talibanes, con quienes Washington negoció durante varios meses un acuerdo de paz para Afganistán.

Bolton, exembajador de Estados Unidos en las Naciones Unidas, fue notoriamente hostil a la mano extendida de Trump al líder norcoreano Kim Jong Un. Pyongyang aludió a esto en 2018: «Ya hemos evocado, en el pasado, la personalidad de Bolton y no ocultamos el asco que nos inspira», dijo el ministerio de Relaciones Exteriores.

A principios de la década de 2000, la extrema firmeza de Bolton en este tema le había valido ser tratado como «basura humana» en la prensa norcoreana.

Poco antes de su llegada a la Casa Blanca, Bolton estimó que era «perfectamente legítimo» que Estados Unidos respondiera a la amenaza planteada por una Corea del Norte nuclear, «atacando primero».

«Gobierno por el caos»

El líder de la oposición demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que la decisión de Trump de echar a Bolton «es solo el último ejemplo de su enfoque de gobierno por el caos».

El senador republicano Rand Paul saludó a viva voz la noticia. «El presidente tiene excelentes conocimientos sobre política exterior y la necesidad de poner fin a nuestras guerras interminables», tuiteó. «Debería ser aconsejado por quienes comparten su visión».

A modo de resumen, Robert Malley, presidente de la organización International Crisis Group, recordó que desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017 dos voces le susurraban al oído: una que le recomendaba diplomacia y no quería conflictos y otra que presionaba por la beligerancia y advertía sobre el riesgo de parecer débil.

«Con la partida de Bolton, la segunda voz sin duda perdió a su principal defensor. Esto podría crear nuevas oportunidades diplomáticas en Irán, Afganistán, Corea del Norte y Venezuela. Espero que el presidente las aproveche», destacó.

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