Viciosidades

Ahora entiendo al pana de The Walking Dead

Seguro que lo pensaste: esto lo he visto. Claro, el escenario urbano tras las horas de apagón con gente desesperada y otros aprovechando para joder al prójimo te hicieron recordar a la serie de zombies. Así lo vio Gretta, en la oscuridad

FOTO: Matias DELACROIX / AFP
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La serie de televisión inspirada en los comics de Robert Kirkman comenzó a materializarse en Venezuela desde el 7 de marzo. Todo lo que han vivido el comisario Rick Grimes y el resto de los personajes lo estamos sintiendo en carne propia con la grata excepción de que no tenemos que lidiar con los zombies que andan detrás de cualquier ser vivo de sangre caliente. ¿O sí?

Aproximadamente a las 5 de la tarde ocurrió el apagón nacional. Caracas se sumergió en el caos debido a que el metro, los semáforos, hogares, oficinas y establecimientos quedaron a oscuras. Los ciudadanos creían que en cuestión de horas todo se iba a reestablecer.

La ansiedad comenzó a tomar forma en el momento en que la cobertura de los celulares cayó y las llamadas de CANTV se hicieron imposibles. La oscuridad se avecinaba en el cielo y nadie tenía idea de dónde estaban sus seres queridos y mucho menos se podían comunicar con los que se encuentran en el exterior.

El protagonista de The Walking Dead, Rick Grimes, fue herido durante un tiroteo y despertó en una habitación desolada en un hospital de Atlanta sin tener la menor idea de lo que había ocurrido. Con el conocimiento que tenía de supervivencia salió del sitio ileso, para luego buscar contacto con alguna persona y tratar de conseguir lo útil y necesario para sobrevivir.

Aquí nos dieron un balazo y resultó ser el apagón. Luego despertamos el 8 de marzo en un escenario para el que jamás nos prepararon pero en el que todos sabíamos que teníamos que buscar la manera de sobrevivir.

En la serie estadounidense los mandatos que se repiten constantemente son tener pilas para utilizarlas en linternas o en alguna radio portátil, alimentos no perecederos e insumos médicos. Y si el personaje contaba con carro y gasolina, usarlo solo lo necesario y para desplazamientos de emergencia.

Pero hay algo que la serie no explora y para lo que aquí no estamos preparados: lidiar con el aislamiento impuesto por la crisis. Los libros –como siempre- son aliados para mantener la cabeza ocupada.

Y también conversar con los vecinos. The Walking Dead muestra la importancia de contar con un buen grupo para lidiar con el apocalipsis zombie. Sin embargo, en las comunidades que aparecen en la serie siempre está ese personaje malintencionado que se quiere aprovechar de la desesperación y de la necesidad de otros, como esos tipos que aquí venden bolsas de hielo en dólares o cobran por cargarte el celular.

Otro escenario es el de ciertas comunidades que quieren imponerse sobre otras a través de la violencia para generar “estabilidad”. Para poder estar seguro en ese espectro apocalíptico te toca pagar tu vacuna (comida, carros, gasolina, entre otros suplementos que necesite esa gente vil) con la excusa de protegerte de los zombies y de que su gente no te joda… Pero sobretodo intentar de que jamás te cruces con “Lucille”, el bate cubierto de púas del líder de esos malhechores, Negan, por intentar rechazar esas medidas.

walkingdead

En la realidad criolla implica caer en la regulación del suministro del agua (sí, nada del “vital líquido”, por favor). Tener que hacer colas para adquirir productos de la cesta básica, sacarte una tarjeta elaborada por ellos y que te identifique para que te suelten algunos cobres para sobrevivir, pero sin tener la certeza de que sí podrás acceder a eso y a otras cosas porque el sistema bancario no está operando en su totalidad y de ligar que no te repriman por alzar tu voz por estos problemas y otras condiciones que son infames.

Otra arista que te muestra la serie es la situación de la salud: si no tienes una planta de electricidad y con los zombis al acecho, no hay manera de ponerse en manos de un médico. En la pesadilla venezolana algunos hospitales medio cuentan con una planta y con personal médico pero siempre está la incertidumbre de no saber cuándo regresará la luz y de cuántas vidas pueden ser apagadas. O si algún colectivo zombie impedirá la llegada de ayuda a los pacientes.

En las redes sociales –y especialmente en los primeros días de apagón- lo que se dibuja es un escenario apocalíptico. El miedo y la ansiedad se encuentran presentes pero hay un elemento que no se debe perder a pesar de tanta oscuridad, algo que también Rick Grimes tiene presente en su cabeza: la esperanza de que en algún momento esta pesadilla se acabará. O al menos de que la temporada llegará a su fin.

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