Máquinas

Alpine Vision o la resurrección de un mito

Conjugando viejos y nuevos aires, Renault devuelve la vida a uno de los deportivos más hermosos y exitosos del siglo pasado que busca asegurarse su pasaporte al futuroSeguramente para mayoría, y más para los millennials, la palabra Alpine no signifique nada. Pero para quienes nacimos en el siglo pasado esa palabra nos trae a la mente uno de los deportivos europeos más hermosos de todos los tiempos, de esos que siempre quisimos manejar.

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Pues, el sueño puede hacerse realidad. Sesenta años después de haber iniciado su producción, Renault resucita una leyenda con el Alpine Vision, modelo con el cual espera revivir las viejas glorias de su marca deportiva, que llaga para medirse con otras aves fénix del segmento como el Alfa Romeo (Fiat) 4C y el Porsche 718 Cayman.

Basado en el A110, los diseñadores de Renault han remozado el aire cincuentoso de este modelo para ofrecer un biplaza tan contemporáneo como cualquiera, pero en cual no dejan de apreciarse destellos de clasicismo muy llamativos, como el abombado capó y frontal sin parrilla, los faros delanteros y los pronunciados arcos de las ruedas que albergan neumáticos Michelin Pilot Super Sport.

Alpine feature

Pero lo que sin duda es el toque vintage es el parabrisas trasero, que forma una línea descendente desde el techo hasta el borde del maletero al más puro estilo del modelo en el cual se inspira, sin duda sello distintivo de los autos deportivos de los años ‘50.

Del auto base también hereda las amplísimas caderas, las alargadas y horizontales ópticas traseras con luces internas en forma de X, y el escape único de posición central, en este caso con terminación en metal cromado y forma hexagonal que resalta sobre el fondo negro del difusor.
En el interior los rastros de viejo tiempos son evidentes, aunque magistralmente amalgamados a recursos de vanguardia.

Asientos de competición forrados en piel, cinturones de seguridad con arneses, tiradores de puertas también con arneses retroiluminados y un volante de tres radios en aluminio, son detalles que nos llevan 60 años atrás y que contrastan a la perfección con el indiscutible toque de modernidad que dan las pantallas del cuadro de instrumentos con luz azul.

Lo retro también se impone en la forma de teclas en aluminio de los interruptores ubicados al centro de la consola, Piel, más aluminio y fibra de carbono son materiales inundan el habitáculo, cuya comodidad supera por mucho el ya mítico confort que ofrecía el A 110.

-Rápido y ligero-

Aunque de la mecánica Renault no ha querido hablar mucho, el hecho de que el Alpine vaya a ser desarrollado por la división Renault Sport –encargada de tunear los autos de competición de la marca- habla de elevadas prestaciones.

Es más, datos filtrados de la planta en Dieppe, cerca de París, señalan que el incluirá un bloque similar al utilizado por el Megane RS, un cuatro cilindros turboalimentado con una potencia cercana a 300 caballos.

alpine 2

Con tal empuje y tomando en cuenta que su peso estará alrededor de 1.100 kilos, es de suponer que el resucitado biplaza podrá ir sin mayores problemas de 0 a 100 kilómetros por hora en unos 4,5 segundos.

Lo que sí es seguro es que el motor conserva su ubicación central trasera, enviando todo el empuje al eje trasero, y estará unido a una caja de cambios automática manejada desde levas detrás del volante.

Y aunque faltan aún datos por descubrir, los voceros de la empresa del rombo han asegurado que el precio será muy competitivo, lo que significa que estará alrededor de los 50.000 dólares si es que quiere reforzar la segura preferencia de aquellos que disfrutan de un deportivo con abolengo.

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