Andy Moon: música para sentir y hacer sentir

“Cuando era pequeño mi hermana insistió en que mi papá comprara una batería vieja que era de un amigo de ella que estaba por irse del país. Mi papá la compró y yo pasé de caerle a palo a las ollas a caerle a palo a la batería, creo que mi papá no sabía que la batería hacía mucha más bulla que las ollas y se arrepintió porque la verdad no duró mucho, se la llevaron y a los meses me compraron un teclado pequeñito pero que tenía un montón de sonidos distintos (incluido un sonido de batería) pero desde ahí comencé a decirle a todo el mundo que era baterista, aunque no tenía idea de cómo tocar”.

Según Andy, sus influencias son bastante eclécticas y evita encasillar su sonido, aunque entre los grandes que influenciaron el disco figuran variados artistas como, Ariel Pink, Sonic Youth, Oscar D’Leon, Willie Colón, Brian Eno, Cerati/Melero y NEU!

“También entre mis influencias más filosóficas están Carl Sagan, Friedrich Nietzsche, Julio Cortázar, René Magritte y Alejandro Jodorowsky”.

El nuevo trabajo de Andy, bajo el nombre de The Moon Caravan, es una mezcla variopinta, hay un claro juego de géneros como el dream pop, ambient y garage, mezclados con sonidos tropicales como el merengue, tambores afro caribeños, guaguancó y salsa.

“La mezcla se da porque realmente estuve trabajando en la producción durante bastante tiempo debido a las largas pausas entre sesiones, pero la temática musical en general es la yuxtaposición de géneros que no tenían ninguna conexión previa, inspirado en lo que muchos músicos hicieron en Brasil durante finales de los 60 y principios de los 70, donde mezclaban géneros locales como el samba con influencias externas como el rock psicodélico creando algo completamente nuevo. El resultado es siempre difícil de explicar, pero superó mis expectativas”.

Carnaval, su single en español, le abre paso a The Moon Caravan; en palabras textuales de Andy, este sencillo promocional es “una exploración de la felicidad superficial, que niega la verdad constantemente, haciendo desaparecer cualquier vestigio de autodeterminación. Musicalmente la canción tiene elementos synth pop y dream pop con guitarras distorsionadas”.

Lo mismo que lo ha inspirado siempre, lo hace en este nuevo lanzamiento. Durante toda su vida necesitaba drenar emociones para que no se volvieran en su contra.

“Para mí la música siempre ha sido un método de terapia y que me ayuda a procesar el dolor inherente a la existencia de una manera sana para poder mantenerme balanceado en momentos difíciles”.

Pero Andy no solo tiene dilemas existenciales. Como buen performer, le preocupa su público y habla de la buena recepción que ha tenido en diferentes ciudades de Estados Unidos, donde reside.

“La gente siempre comienza escuchando atentamente, como dudosa, para luego terminar bailando y saltando al final del set. Luego de nuestro primer EP en 2014 comenzamos a tocar mucho y la cosa fue creciendo poco a poco, casi sin darme cuenta. Hemos tenido la suerte inmensa de compartir tarima con bandas que admiro muchísimo, como The Flaming Lips, Warpaint, Neon Indian, Unknown Mortal Orchestra, The Drums entre otros, y actualmente estamos planeando la gira promocional de ‘Might Fall Apart Soon’ donde visitaremos la costa Oeste por primera vez”.

Aunque suene en el entranjero y se trate de posicionar allá, también sueña con regresar a su país.

“Me encantaría volver a Venezuela a tocar en todo el país y no solo me limitaría a hacer música. Yo disfruto muchísimo colaborando con otros artistas de distintas disciplinas audiovisuales. Tenemos la suerte de vivir en una época en la que la que es muy fácil colaborar con gente que está en otros lugares, por ejemplo el video de nuestro primer sencillo Carnaval fue producido en Venezuela por el director Gunther Moreno y trabajamos todos los elementos a distancia con videollamadas, email y mensajes de texto”.