Viciosidades

#Calexit: la posibilidad separatista de California

California está molesta. Así lo demuestran las protestas y acciones que han tomado muchos ciudadanos después de la victoria de Donald Trump. Otros corren de plano con la responsabilidad de iniciar una campaña separatista. Su nombre es #Calexit ¿Será posible al menos el intento? 

ilustración: ezequiel pizzani
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Un amplio espectro de movimientos o campañas separatistas – bien sea de Escocia, o Cataluña -recorre el mundo. Pero la más famosa del momento es la del Brexit. Quizá por ser una de las pocas en haber logrado su cometido en sondeo popular. La salida del Reino Unido de la Unión Europea marcó una agenda de descontrol e incertidumbre en el panorama económico mundial. Y político. Así como la victoria de Donald Trump también lo hizo. La percepción es la misma. Tendencias hermanadas revelan una evidente crisis de los modelos liberales que contienen al globo desde el año 89.

Las conexiones entre un hecho y otro van de la mano. Ambas se enlazan entre las mismas aspiraciones nacionalistas y de preservación hermética o proteccionismo dentro de las respectivas fronteras británicas y estadounidenses. Esto quiere decir: rechazo al inmigrante y a las minorías, y recesión en los mercados externos, componentes cruciales en la vida y dermis actual californiana. Para muchos es hora del #Calexit.

El hecho es que la victoria de Donald Trump en las elecciones de Noviembre de 2016 no cayó nada bien en el estado más poblado de E.E.U.U. Además de protestas y descontentos en las redes sociales, irrumpen las ideas en las que California se deba a lograr su secesión de los Estados Unidos de América a través de varias consultas. La arrogancia y estilo de Trump, en conjunto con sus amenazas, no van con el californian way of life. E hipotéticamente se podría avanzar hacia una ruptura contraria al proceso actual. ¿Será una pataleta de respuesta o una progresión verosímil? El hecho es que en esta semana después de las Elecciones los medios norteamericanos – en inglés y en español- han reseñado el fenómeno extremista del Golden State como una curiosidad pujante.

¿Cómo se puede llegar a esto? Habría que preguntarle a la gente de Yes California, cuya iniciativa secesionista tiene algunos días haciendo ruido. En su portal describen la forma en que California está compuesta para poder salir a flote como un país independiente. Calexit, se llama la iniciativa, en emulación al nombre del fenómeno Brexit, en donde las ideas separatistas comienzan a discurrir. Y es bastante probable que el préstamo del término tome arraigo en distintas partes del mundo (región – exit).

El manifiesto de Yes California contempla los puntos aquí reflejados (inglés) en donde el movimiento reivindica las notables características que el Estado occidental pueden llegar a tener para llevar a cabo un verdadero concepto de Nación.

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Reconocida como la sexta economía del mundo, por encima de Brasil – quizá de Francia – . Y más poblada que Polonia. Así sería California de ser un país soberano: una región que se jacta de tener 2.5 billones de USD en Producto Interno Bruto. Por su ubicación geográfica, su diversidad, su poder industrial y tecnológico, rechina en todo el continente. Sólo imaginar Silicon Valley basta para una buena idea de futuro. El progresismo de California abarca supresión de armamentos, conciencia ecológica como ningún otro estado. Tolerancia con la sexodiversidad. Y, justo el día en que Mr. Trump consigue ser presidente electo, se legaliza la marihuana recreativa.

Por otro lado, California, sobre todos los demás estados, cumple con la mayor cuota de crimen, homicidios, pandillas, tráfico de drogas y – punto sensible – inmigrantes ilegales. El impulsivo desarollo del Estado es algo de reciente data y que apunta a una mejoría imparable.

Shervin Pishevar, inversionista de riesgo y emprendedor de Silicon Valley, es uno de los promotores de este empuje separatista del #Calexit y al parecer se lo está tomando bastante en serio. Tanto él, como otros diversos grupos, afirma.

cali

¿Pero qué puede ser más gringo que California? ¿Será que Trump en realidad despertó a una América del Norte profunda y que salió de la cueva? ¿Los estereotipos urbanitas de Hollywood y su industria no coinciden con los valores de los Estados rurales que le dieron la victoria al magnate Trump?  ¿Será que la cara bien lavada de los EEUU es parte de la misma burbuja que dice Michael Moore al respecto de la «sorpresa» de las elecciones?

Es posible que el rol de EEUU en el mundo, aparte de ser el país que se roba el nombre de todo un continente, comience a ser cuestionado. Que sufra un estallido de debacle significativa como el referente de la modernidad. ¿O es que modernidad aún se puede utilizar?

La simple palabra «secesión» es un término delicado, por todo lo que su surgimiento acarreó en el Siglo XIX con la Guerra Civil entre Unionistas del Norte y Confederados del Sur. Luego cuenta también el espiritu libre de Texas. Estos nuevos intentos tienen vericuetos legales que hacen que las ideas separatistas no sean más que un sueño.  O los efectos de la reciente legalización están empezando a relucir.

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