Viciosidades

“Cándido y los incendiarios”: el absurdo de ayer también es hoy

No hacer concesiones con la barbarie es parte de la tesis de esta obra escrita en 1958 por el el suizo Max Frisch y que desde el 16 de este mes se presenta en la sala Rajatabla. ¿Suena a algo conocido? La historia no siempre nos salva de cometer los mismos errores

FOTOS: pablo hernández
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Con un grupo de seis actores dispuestos en la sala Rajatabla del complejo Teresa Carreño, el director Javier Moreno presenta desde el 16 de agosto “Cándido y los incendiarios” (1958), adaptación de la obra del suizo Max Frisch.

La pieza teatral se ubica dentro del género del absurdo, aunque, como ironizó el director, “después ves la obra y aseguras que no se trata del teatro de lo absurdo sino que los absurdos somos nosotros”.

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La confianza ciega de Cándido, un ciudadano modelo de una ciudad marcada por el caos de incendios provocados, lo lleva a brindar su techo a Zippo y Acerrín, pero la conducta de sus huéspedes lo lleva a dudar sobre si el par es responsable de las llamas causadas en el lugar. Mientras da cobijo a los vagabundos, estos usan sus instalaciones para guardar sustancias que alimentan sus sospechas.

“No estoy montando la obra como si fuera absurda sino como una advertencia que se hizo durante la Segunda Guerra Mundial sobre la disolución de la cultura y nosotros somos víctimas de esa disolución, advertencia que se hizo en los años 50 y 60, se siguió haciendo también en la campaña política en este país a finales del siglo XX y aquí estamos”, reconoció Moreno.

El director, quien relacionó la obra con la actualidad nacional, dio su opinión sobre la lectura que, dentro de la subjetividad del arte, generó en su visión de las tablas el título. “Las cosas que nos pasan parecen carecer de lógica. Por ejemplo, nos montamos en un vagón del Metro con cientos de personas que nos apretujan, nos odian, nos miran feo y huelen mal. Eso no tiene ninguna lógica y nosotros no tenemos que estar atravesando, en nuestras condiciones, una situación como esa. De por sí, ya es un asunto absurdo”.

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“El autor aspira a que no haya una lección porque cada uno va a tomar su posición, pero la obra defiende una tesis, por lo menos así lo entiendo yo. Tú no puedes hacer concesiones a la barbarie. Una vez que haces la primera concesión eso se vuelve como una bola de nieve que te va a arrollar. Es responsabilidad de cada uno no hacer concesiones mínimas, tener principios y conciencia de lo que está pasando para no someterte a esa situación”, aseguró.

Francisco Obando, Mayte Parias, Carlos Manuel González, Luis Carlos Bofill, Martha Track y Omar Lugo conforman la ficha artística de la obra, la cual estará en escena los viernes, sábado y domingo de las próximas tres semanas y cuya entrada tiene un valor de 15.000 bolívares.

A juicio de Moreno, el teatro de hoy en día es progresista y populista y lamentó que, dada la crisis, es cercano a lo amateur. “Estamos haciendo teatro, no con las uñas, pero sí con lo que la misma comunidad de artistas está aportando”. Eso sí, “lo que no faltan son las ganas”.

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