E-Fan es el nombre de este pequeño y revolucionario avión que ya probó sus capacidades al cruzar sin problemas el Canal de la Mancha, y que espera el visto bueno de las autoridades para comenzar a sobrevolar los cielos europeos.
Se trata de un avión de pequeño formato de 6,60 metros de longitud y 9,50 metros de envergadura con capacidad para dos personas desarrollado como avión de entrenamiento para futuros pilotos, pero que bien podría ser usado para cubrir rutas cortas como cualquier otra aeronave de sus características.
Impulsado por dos motores eléctricos de 30 kw cada uno capazas de desplazar a este pequeño a una velocidad máxima de 220 kilómetros por hora. Los propulsores son accionados por baterías de polímero de iones de litio de 2.050 voltios que vienen colocadas en parte interna de las alas.
Las baterías tienen una autonomía de una hora, una limitante que compete a todos los vehículos impulsados por este tipo de tecnología. Para garantizar la seguridad de los ocupantes, el avión cuenta con una batería alterna que se activa en caso de falla de los acumuladores centrales para hacer un aterrizaje de emergencia. El sistema tarda una hora en recargarse por completo.
El novedoso y aerodinámico diseño de este pionero es indiscutible, y resalta por una cabina muy comprimida (obviamente al ser un avión de entrenamiento no se necesita mayor comodidad), amplísimas alas al estilo de un planeador, y motores adosados a la parte trasera del fuselaje. Éstos constan de ventiladores sencillos con un túnel central que nada tienen que ver con las aspas de los motores convencionales.
El tren de aterrizaje es tipo tándem y consta de dos ruedas centrales retráctiles y otra debajo de cada ala. El sistema es alimentado por un motor eléctrico independiente de 6 kW que permite avanzar sin necesidad de usar la energía que alimenta los motores centrales, con lo cual se tiene un importante ahorro de energía.
El futuro ahora
Pero los planes de Airbus no se quedan allí, pues ya está en fase de prototipo una versión híbrida del E-Fan de cuatro plazas. Esta variante incluye los dos motores eléctricos de la versión primigenia a la que se unirá un motor diésel de pistón igual a los utilizados actualmente en aeronaves de su tipo.
El gran avance estaría en que los motores eléctricos realizarían el trabajo en el despegue y el aterrizaje, y una vez en el aire se encendería el motor convencional, que consumiría entre 25% y 50% menos combustible y daría una autonomía de hasta tres horas y media de vuelo.
Previsto para que su producción comience en 2018, el E-Fan 4.0 será el punto de arranque para la creación de aviones de hasta 90 pasajeros que, evidentemente, sería la verdadera revolución en la aviación comercial.
(@jahurtado15)
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