Mujeres

EXCLUSIVA | Erika De La Vega: "Nos quitaron el futuro"

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Tarde. A medianoche y sin zapatillas de cristal, la animadora más querida del país después de Carmen Victoria, se confiesa como nunca antes lo había hecho, en una conversación que pasó de las risas a la añoranza patriotera. No es la hija bastarda de «El Zorro», tampoco la novia de Venezuela. Es Erika tipo El Estímulo. Y sí, está en nuestra web Cuando coloco mi teléfono celular frente a Erika De La Vega para intentar lograr un encuadre con la cámara, sus ojos de fuego lanzan poderosos rayos láser. Esa sonrisa perfecta que dibuja sin ningún esfuerzo es un destello que se vuelve aguamarina y se fragmenta en estrellitas multicolores.

Unas mariposas traviesas juegan con su pelo dorado pero todo desaparece súbitamente cuando dejo de mirar a través de la pantalla del aparato. Incluso la «camarita» de este móvil que me regaló mi suegro, también la ama. No es mentira. No es una ilusión óptica. Erika De la Vega es un Pokemón. 

Hace minutos la estaba viendo sobre el escenario y era una tipa normal y corriente pero la realidad es un vórtice cuando su figura se descompone en píxeles. Si a los indios las fotos le robaban el alma a ella la cunden con todas las emociones humanas que conozco. Es así. El efecto es molecular.

Coño. Nojoda. Qué arrecho. Qué bolas.

A medida que me adentro en el esplendoroso teatro “Siranush” ubicado en un edificio decimonónico del corazón de Palermo en la ciudad de Buenos Aires, las conversaciones de los venezolanos rompen con ésta helada noche de primavera. Siento una extraña calidez en mi cuello. Quiero ron pero termino con un Fernet en la mano. Alguien me lo pasó. Asco.

La sala está repleta. No quedan dudas sobre el poder mediático que tiene la venezolana incluso aquí en el barrio más exclusivo de la capital argentina. Es domingo pero parece viernes.

“Tú no sabes quien soy yo” es el nombre del “Stand Up” que la ha llevado a recorrer las principales ciudades del continente desde mediados de este año: Toronto, Ciudad de México, Santo Domingo, Panamá, Santiago, Miami (lugar donde vive actualmente)  y Caracas, por lo pronto. Los venezolanos en el exilio la buscan como si fuera un amuleto de buena suerte. Quieren escuchar su voz, quieren verla, tocarla, quieren gozar, acabar los “trapos” como si estuvieran en la Hawai-Kai.

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“…. Y con ustedes…. La única…. La más querida…la excepcional…”

Erika todavía no ha pisado el escenario y los de la mesa de al lado están arrastrándose de la risa. Risas de Paraguaná, de Cabimas, de Guanare, de Punta De Mata. Nuestras carcajadas autóctonas son música en mis oídos, entre tanto “Grosso”, “Pelotudo”, «Piola», “Careta”  y “Posta”. La risa también es un idioma.

El público está compuesto principalmente por parejas «binacionales»: Argentina y Venezuela.

Resulta increíble que Erika pueda lograr la comunión de los pueblos como nunca pudo la cancillería bolivariana, ni mercosur, ni la mnoal (en minúsculas, por favor). Erika tiene todo lo que no tiene Delcy.

Por culpa del «fernet», imagino por un momento que la desafortunada hermana de Jorge va a salir al escenario y casi me vomito. Trago grueso y antes de que el sabor amargo llegue a mi boca, aparece la otrora conductora de “Ni Tan Tarde” detrás de una densa nube blanca. Y no es Delcy, a pesar de la cortina de humo.

“…Los políticos no sirven como pareja. A mí me dejó un político y lo peor de todo es que yo también quiero a la otra… porque la otra se llama Venezuela”. Fue el único chiste con el que nadie se rió en toda la noche.

Un par de horas después me cuelo en el camerino. Lleva un whisky en la mano.

estrellita

-Henrique (Capriles Radonsky) sabe que lo mencionas en tu show?

-Yo me imagino que debe saber. Lo invité cuando me presenté en Venezuela pero anda con mucho rollo, como podrás entender, creo que sabe. En todo caso, todo lo que digo es verdad (Risas).

-¿Supongo que tu marido también está al tanto de la «descarga» que le tiras a los hombres durante casi dos horas continuas?

-¡Claro! Mi esposo ha visto como treinta veces «Tú no sabes quién so yo» y se ríe siempre como si fuera la primera vez. Él dice que es una “víctima”, obviamente. Pero el tipo se ríe porque sabe también que todo lo que digo es es verdad (risas), yo aquí no estoy inventando nada… Es algo que me conecta mucho con “Erika Ni Tan Tarde”

-Es extraño que no toques el tema político venezolano. Veo que te mantienes al margen.

-Sí. Es que con el tema político…

-¿Y no piensas que ahí hay mucha tela que cortar ahí?

-Sí, yo sé, pero es que a mí el tema político en verdad me tiene harta, es algo de lo que hablamos todo el día y todo el tiempo. Además, como te decía, es más honesto hablar de lo que me está pasando en verdad, de cómo nos fuimos, de lo que vivo día a día estando en otro país.

-¿No crees que la solución para Venezuela es que Donald Trump gane las elecciones en diciembre?

-(Risas) jajajajaj, noooo.  En verdad que ya no quiero mudarme a otro país. Por favor. No. Ni siquiera lo había pensado.

-¿Ves alguna salida para nosotros los venezolanos que no sea por Maiquetía?

-Bueno, honestamente, la verdad es que no la veo, pero por supuesto que quiero que pase.

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-¿Estás “dateada”? ¿Manejas informaciones que yo no conozco, que no sabe la gente? ¿Alguna conexión “extraoficial”?

-(Risas)  No,no, no. Para nada. Ya esa fuente de información no la tengo mi querido Eric (Risas).

«No sé absolutamente nada. Todo está como difícil, trancado. Eso sí. Agradecida con los que luchan contra esta gente que es  que no quiere salir más nunca de ahí».

-El espectáculo que presentas tiene mucho de lo que hacías en la radio, en la tele, pero además hay bastante de histrionismo, te mueves mucho. Parece que hubieras hecho un curso intensivo de técnica teatral con Stanislavsky.

-(Risas) Bueno sí. De alguna manera, el programa “Erika tipo 11” me dio un ese fogueo, ahí tenía la libertad de hacer lo que me provocara y como todos los programas empezaban con un monólogo no era algo desconocido para mí

-¿Y no te ves actuando en una película con Edgar Ramírez? Por ejemplo… 

-¡Yo claro que sí!  Por supuesto.  La cosa es que él quiera actuar conmigo… Hablando en serio: se me han presentado algunas invitaciones, pero siempre como que le corro la arruga, que si tengo radio, tengo un programa de televisión, tengo un hijo, pero ahora sí lo veo.

– Con el paso de los años te transformaste en… bueno, en principio en una mujer que está bien buena…

-(Risas) …coño Eric…

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No. En serio. Pasaste de ser una comunicadora exitosa a ser una especie de “marca”, ¿Existe un producto que comercializas desde tu página “Erika Tipo Web”, un perfume, algo por el estilo?

-No, no, no, por el momento no vendo nada, solo a mí (Risas).

-Es raro no tenerte en la radio o la televisión en Venezuela. ¿qué pasó?

– Hasta que me fui a Miami en el 2013 estuve con el programa, iba y venía a Caracas todo el tiempo, pero eso duró hasta 2014 que empezaron las “guarimbas” y todos mis contratos se acabaron. Todo se terminó. Llegó la debacle económica total y no tenía nada que hacer allá Por un tiempo seguí junto a Ana María (Simon) en la radio con “Un mundo Perfecto” pero eso duró hasta diciembre del año pasado.

-¿Y qué pasó después?

-Me di cuenta que yo no podía seguir hablándole a la gente de algo que no entendía ni estaba viviendo. Estaba cada vez más distante y la dinámica de conflictividad va a una velocidad tan vertiginosa que simplemente no podía entender. Algo muy doloroso, porque fueron más de 18 años continuos haciendo radio en Venezuela.

-¿Cual es el vínculo profesional que mantienes con el país en estos momentos?

-Ninguno. Nada. Cero. Sólo es el vínculo que tengo con la tierra y con su gente, pero nada más.

“Acabo de estar en Venezuela y fue una experiencia muy heavy en verdad. Por un momento estaba tan emocionada de volver a ver a mi gente… pero después todo fue cambiando a medida que estaba allá . Sentía ese “sinsabor” de lo mal que la están pasando y lo mal también que la pasamos nosotros estando lejos. Y uno piensa sobre la desgracia de que nos quitaron el futuro pues, no importa si estás adentro o afuera. Entonces fue como un cúmulo de sentimientos y emociones mezcladas, lloraba de alegría por mi gente querida que no veía desde hace tiempo, pero también de rabia por todo».

-¿Tienes todavía a alguien de tu familia viviendo en Venezuela?

-Sólo a mi familia política porque toda mi familia que es cubana se fue hace mucho.

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-¿Quién te escribe el libreto del show?

-Yo misma. En realidad tenía un montón de cosas escritas desde “Erika Tipo 11” pero luego tuve que darle forma y también pensar en muchos temas nuevos sobre los que quería hablar. Un poco también lo que me estás pasando viviendo en Estados Unidos y cosas más personales, luego César Muñóz -quien es un «duro»- y vive en Miami, me dirigió y me dio muchos consejos.Yo tenía una maña de que hablaba demasiado sin parar, una cotorra, no dejaba reír a la gente, no les daba un respiro y él siempre me decía: ‘¡Cállate pana! Deja que la gente lo disfrute’.

-A pesar del boom que hubo con los stand ups tu nunca te animaste a hacer ninguno. ¿qué fue lo que cambió para que tomaras la decisión?

-Sí. Me lo decían siempre y era algo a lo que nunca terminaba de animarme. Tenía mucha inseguridad de hacerlo, me daba terrooor en verdad, hasta que bueno, me fui del país y en realidad me encontré con un poco más de tiempo… (Risas).

-¿Has pensado en un eventual retiro, dedicarte a tu vida de madre y esposa y hacer otras cosas?

-No. Para nada. Más bien esto me ha conectado mucho con mi esencia, con mis orígenes, con el público. Claro… a ver… Con otros medios de comunicación  que no son los tuyos tienes que adaptarte a lo que te ordenan, tienes que hablar de una manera, tienes que decir “tal cosa”. Aquí yo digo todo lo que me provoca, hablo de las cosas de las que quiero hablar. Tengo total libertad.

-¿Cómo crees que puedes retribuir todo lo que ha te dado Venezuela?

-Bueno, en principio, yendo a presentarme. Mucha gente me decía, “no vayas”, “te van a matar”, pero ¿cómo no hacer el show en mi propio país? Era inconcebible. Después, a partir de ahí, pensaba que el dinero que me iban a dar lo podía donar a a una fundación, pero fue muy poco, la verdad. Me dio mucha risa que alguien en las redes me dijo que me venía a “lucrar” a mi país… en ese caso nunca fui por dinero.

-¿Cómo está el español de tu hijo Matías?

-Matías nació en Estados Unidos pero vivió 4 años en Venezuela, ahora tiene 7. En la casa procuramos mantener el “español” pero al final el “spanglish” es el que predomina. Últimamente no entiendo muchas cosas de las que me dice, es difícil.

-Cuando extrañas a Venezuela, ¿Cuál es la época que más evocas en tus recuerdos, en tus pensamientos?

-Bueno muchas… la época de “Ni Tan Tarde”, la época de la radio, de “La Mega”, de las “Descargas Belmont”, esa etapa fue hermosa. Obviamente, la época cuando estaban los canales de televisión por cable allá, los venezolanos hacíamos televisión para toda Latinoamérica ¡Por dios! Había de todo y estábamos todos. Éramos como los “mexicanos” del acento neutro para el continente entero. Ninguno de esos canales están ya en Venezuela y los que quedan están por cerrar.

-¿Qué estás haciendo de TV actualmente en Miami?

-Estaba haciendo un programa que se llama “Ya era Hora” por Telemundo junto a Boris Izaguirre y Eduardo Videgaray, el de “La Sopa”, pero terminó la temporada hace un mes.

-¿Y ahora viene la nueva temporada?

-Eso solamente lo sabe Telemundo. Yo con los programa de TV ya tengo una visión de que estoy consciente de que terminan y que hay que disfrutarlo mientras dure. Ya lo he aprendido. Créeme que se han acabado programas que en verdad quería mucho y hasta lo sufrí, pero es como que definitivamente, entendí “el negocio.” “Las próximas oportunidades siempre hay que buscárselas, hay que labrarlas, es un poco lo que te decía con esa reflexión: nos quedamos sin futuro.

«Yo trabajé 20 años en Venezuela en los medios, yo me veía “viejíta” haciendo radio en mi país. Aunque suene a cliché, yo tenía un futuro en Venezuela que fue truncado como el de millones de venezolanos. Lo que me duele es que son dos décadas de carrera perdidos, ¿entiendes?. Y te digo que llegué a esa reflexión hace poco, fue como que un día me desperté en mitad de la noche ´¿Y entonces?´ ¿Qué voy a hacer el resto de mi vida? ¡Pero qué verdadero desastre en lo que convirtieron a Venezuela! La gente me dice que bueno, que puedes hacer radio en Miami´, y no. No es tan fácil porque tú no eres de ahí y punto.

¿Cómo te afecta el control del “ego” viviendo un país extraño?

-Yo tengo un tema con el ego que es que me parece muy bajito, es muy pequeño.

-¿Quieres decir “la autoestima”, de repente?

– ¡Ajá! Eso me lo dijieron una vez y no sé cuál es la diferencia (Risas) . Siempre he dicho que cuando pisé Estados Unidos metí el ego en un «cuartico» oscuro porque no podía permitir que tomara decisiones por mí . Y así ha sido, cualquier oportunidad, por más “chiquitica” que sea es bienvenida. Lo que venga, llevo los cables, pendiente, lo que salga. (Risas).

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-Háblame de proyectos nuevos.

-No, no, no. Yo solo digo las cosas hasta que estén ahí, sino quedo como «María Conchita» que siempre decía y que tenía una película nueva pero nunca pasó. Con todo respeto a esa señora, por supuesto.

¿Y de proyectos familiares? ¿ el hermanito de Matías?

-Coye yo creo que decidí que ya no, no se sabe pues. Es que lo más difícil de todo es ponerte a hacer tareas ¡Por amor a dios! (Risas)

-¿Y para cuándo una telenovela por Telemundo?

– ¡Claro que sí! Por supuesto, que venga.

-¿Y “Erika” cantante pop?

-¡¿Qué!? Yo siempre he querido ser cantante…

-¿Pero tienes buena voz, oído musical…?

-Mira, en verdad que no sé, pero me pueden ayudar con “autotune” como hacen con todos los cantantes ahorita. Ahora todo el mundo está “tuneado”, jajajajaja.

“En verdad que ahora veo muchas posibilidades, antes tenía como una “pelea” con el término “reinventarse” porque me decía: ´bueno, yo estoy bien como soy´(risas) . Pero una vez que empecé con el “stand up” pienso siempre ´¿y por qué no?, Total tengo mi “ kiosko” andando ya.

-¿Todavía mantienes un vínculo estrecho con Luis (Chataing)?

-Nos habíamos separado por un buen rato en verdad pero ahora no estamos viendo más allá en Miami.

-¿Pero hubo un conflicto en algún momento?

Después de un breve silencio, se anima a responder.

-No nos peleamos. Pero en algún momento, él tenía ganas de hacer una cosa y yo, otra. A mí me salió la oportunidad de hacer mi programa sola y justo en ese momento salió también la oferta de hacer “Ni tan Tarde” juntos otra vez. Creo que Luis no lo entendió , sin embargo al poco tiempo el me invitó a su programa en Televen porque también quería entrevistar a Henrique durante su campaña y los directivos no lo dejaron.

“La verdad es que si hubo una ruptura y lo extrañe como no tienes idea, aunque ahora nos hablamos de vez en cuando. Lo que pasa es que nos queremos mucho y es como que – muy doloroso- no estar juntos haciendo un programa. El tiempo sigue pasando y los dos andamos en lo mismo, buscando oportunidades, buscando un futuro fuera de casa”.

-¿Con cuál medio digital te mantienes informada sobre las noticias en Venezuela?

-Veo de todo a partir de a donde me lleven las redes. No es por nada, pero te digo que El Estimulo lo sigo mucho, hacen unos trabajos de investigación excelentes. Me gusta el periodismo que están haciendo.

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