Viciosidades

L'altro Pop

Esas referencias a partir de las cuales muchos artistas venezolanos crearon sus bases, ¿quiénes son? ¿de dónde vinieron? En estos tiempos de venezolanos emigrantes, Stayfree se asoma a las fuentes del pop local

COMPOSICIÓN GRÁFICA: JUAN ANDRÉS PARA @JUANCHIPARA
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Se ha hablado mucho de diásporas por estos días, de los que se van, de los que regresan; de quienes no saben qué hacer y de los que se establecieron para nunca más volver a ese lugar de donde salieron.

El venezolano siempre fue sedentario, una familia criollita no veía con buenos ojos eso de tener un antepasado de otro país: “venezolano de pura cepa” era más que una consigna. El portugués en la panadería, el chino con plancha y vendiendo costillitas arroz y lumpias, los italianos zapateros, los árabes marchantes vendiendo de todo, los españoles conserjes, los colombianos cachifos, los peruanos en tienditas de mercados de souvenirs, los chilenos unos blanquitos con narices de incas, los argentinos idénticos a los venezolanos solo que la diferencia la notabas cuando decían “shá”, que era lo mismo que “ya”.

La inmigración fuerte a nuestras tierras comenzó por tres hechos históricos básicos:

1) La Primera Guerra Mundial

2) El descubrimiento del petróleo en Venezuela

3) La Segunda Guerra Mundial

El desarraigo por la tierra del venezolano es de antología. En 1980 una comisión llegó a desalojar a los habitantes del barrio El Pedregal, en Chacao, y la trifulca dio paso a un hecho histórico sin comparación: los habitantes poseían –paradójicamente- una especie de “mercedes de tierras” entregadas a unos soldados que pelearon en la guerra de independencia de Venezuela, firmada por un prócer en 1830. Esto detuvo el desalojo pero, como en todo, el tiempo es irrelevante. La Alcaldía de Chacao editó un libro llamado “Tío Veneno”, la biografía de un curandero de El Pedregal. En este libro Tío Veneno (Benito Reyes) cuenta como los pobladores vendían extensiones de tierra a precios de gallina flaca y marcaban extensiones de tierras gigantescas con los pies a colonos llegados de Portugal, España e Italia: estos fueron los futuros pobladores de La Castellana y Altamira.

Sin embargo esta columna lleva por nombre: L’altro Pop y pretende desde este momento ponerse un poco más divertida recordando ese otro “pop” que trajeron los inmigrantes a Venezuela desde siempre con muchos iconos en las décadas anteriores hasta la época actual. Muchas de las estrellas venezolanas le deben su éxito a estas excelsas referencias. Lo que te hacía un verdadero inmigrante era recordar tu terruño con la música hablada en tu idioma, reflejando también el vestido de una época determinada.

Hit Parade

Desde la bota mediterránea:

Domenico Madugno, Adriano Celentano, Paolo Conte, Mina y Rita Pavone.

Mirla Castellanos es la versión venezolana de Mina.

Desde la madre patria:

Marisol, Julio Iglesias, Rafael, Rocío Jurado, Rocío Durcal.

Raquelita Castaños es la versión venezolana de Marisol.

Desde el puerto del gallo:

Amália Rodrigues, Maximiliano (Max).

Todas las cantantes de índole folclórica en Venezuela son un reflejo de Amália Rodrigues y sus fados.

Mientras Latinoamérica se desviva por tumbar a presidentes y dictadores la música de nuestro lado se convertirá en verdadero pop y las bandas son icónicas y eternas. Los Prisioneros, Soda Stereo, Maná, Paralamas, Los Pericos, Aterciopelados.

Y el resultado más insólito del pop en la América Latina: La Tigresa del Oriente. La versión de la cantante en Venezuela, sin duda, es Stayfree.

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