Opinión

McMafia: los rusos también juegan

Estrenada en 2018 por la BBC, McMafia es una serie singular basada en una profunda investigación sobre las redes del crimen organizado con los rusos como protagonistas

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McMafia cuenta la historia de los Godman, una familia de exiliados rusos en Londres; su vida opulenta y las diversas conexiones de expatriados rusos con el crimen organizado en Europa.

La trama se centra en Alex Godman, el mayor de la familia, educado en Economía y Finanzas, quien dirige un legítimo fondo de inversiones que acaba virando hacia la ilegalidad en miras de proteger a su familia de los enemigos políticos y mafiosos (mismos sujetos) del pasado.

El nombre de la serie responde a un diálogo en el primer capítulo en el que dos eruditos de cuello blanco discuten cómo establecer franquicias ilegales para lavar dinero utilizando como ejemplo dos cadenas de comida rápida: Burger King le declara la guerra a McDonalds.

Los diálogos de la serie son concisos y a ratos incómodamente hilarantes. Sus personajes no escatiman en valerse de los acentos de sus países de origen -Inglaterra, Rusia, Irak, Israel, Francia y Estados Unidos- para dar credibilidad a una guerra por territorio que se libra en las oficinas de las esferas del poder.

I’m a banker not a gangster

Aun cuando ninguno de los personajes es desdeñable, los ocho capítulos giran en torno al descenso de Alex Godman (James Norton) desde el momento en que le explican cómo las guerras del crimen organizado dejaron de librarse con ejércitos de hombres rudos y a balazos, pasando ahora a ser millennials, treintones de gran apellido y alcurnia, que disparan contratos, sobornos y traiciones, mientras toman Late y hacen Krav Maga para reducir el estrés.

El concepto de ladrón de cuello blanco es llevado a la generación millennial en la piel del educadísimo Alex Godman, quien pronuncia la frase «I’m a banker not a gangster», enganchando al público en la premisa de ser una historia de mafia con escenarios y actores distintos a la Cosa Nostra italiana a la que estamos acostumbrados.

Como a Michael

Alex Godman debe sacrificar el buen nombre que le costó hacerse para diferenciarse de su padre, un patriarca ruso devenido en un anciano alcohólico y deprimido, quien operó para la Unión Soviética durante la Guerra Fría; y también de su hermano menor, un gángster cuyo mal cálculo en el sicariato de un rival abrió las compuertas de una vendetta entre políticos y mafiosos de amplio poderío político, económico y criminal, que llevan a Godman, tal como a Michael Corleone, a iniciarse en el crimen organizado para proteger a los suyos.

El ascenso de Godman, el caballero inglés en los fondos del crimen organizado, tiene lugar en escenarios como Londres, Moscú, Bombay, Praga y el sur de Francia, lugares de los que también procede el reparto de actores, cuyos acentos, despropósitos gramaticales y jergas, complementan el guion que hace de McMafia un thriller más cargado de suspense, alianzas y traiciones corporativas, que de tiroteos y torturados.

Las escenas de acción, aunque pocas, colman con creces las expectativas del espectador. McMafia es implacable, sin llegar a ser grotesca.

India, Israel, República Checa, Londres y México componen a los actores de células mafiosas y milllennials multitasking en un thriller trepidante que llega, no solo para reivindicar a Mother Rusia como país de villanos infinitos, sino para narrar a una nueva camada de mafiosos a la que nada le interesan la Unión Soviética, la Historia y los códigos de honor.

Para ellos lo que importa es la economía, las acciones de bolsa, los sobornos necesarios y los sicariatos inaplazables, para ampliar un poderío corporativo y criminal sin precedentes.

McMafia se enfoca en otra trama rusa que expone la globalización del crimen y los canales de comunicación y conexiones entre villanos de élite, explicada por su autor, el periodista y escritor Misha Grenny, quien publicó en 2008 McMafia: A Journey Through the Global Criminal Underworld, exponiendo los resultados de su investigación en las redes del crimen organizado en los cinco continentes.

McMafia es el poder, visto y narrado desde los castillos y los callejones de la vida criminal.

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