Después de cinco años de apertura, un restaurante marxista de la ciudad de Michigan en Estados Unidos, famoso por sus sándwiches veganos, se fue a la quiebra estrepitosamente. ¿El motivo? Sus dueños regían el negocio bajo políticas comunistas y socialistas
El ‘Garden Diner and Cafe’ era un aclamado restaurante conocido por su comida vegana y vegetariana, dirigido bajo un modelo de negocio donde la figura de los jefes o gerentes no existía. Por ende, los trabajadores eran sus propios amos y señores, por lo que ellos mismos eran quienes exigían sus salarios. Además, tampoco tenían un horario fijo para trabajar, así que cada día abrían y cerraban a diferentes horas, dejando a los clientes confundidos.
Como consecuencia, este modelo de negocio les impidió generar las ganancias necesarias para mantenerse abierto, así que tuvieron que cerrar las puertas.
Por otra parte, los clientes se quejaban de que la política de “mismo pago, no propinas” no permitió que tuvieran incentivos para que los empleados ofrecieran un buen servicio. Las personas que iban a comer en el restaurant no tenían permitido dar propinas porque todos tenían que ganar lo mismo.
Su intención de darle gusto a todos los llevó a quedar en situaciones de perder-perder, como cuando ofrecieron comida gratis a unos policías por mantener seguro el vecindario. Por este motivo, los socialistas locales los acusaron de “simpatizar con fascistas en la era de la violencia policíaca”.
A pesar de catalogarse como uno de los 10 nuevos restaurantes veganos más “hot” de Grand Rapids, los clientes del Garden Diner and Cafe enviaban múltiples quejas a su cuenta de Facebook, debido a las largas filas y tiempos de espera (debían esperar hasta 40 minutos solo por un sándwich).
Igualmente, el interior del restaurant estaba decorado con un mural que mostraba las figuras más representativas del comunismo, como el Ché Guevara, Mao Zedong, y otros famosos revolucionarios.
Para hacer la historia más corta (y con un final predecible), el Garden Diner and Cafe fracasó. El dueño admitió su error e hizo el anuncio a través de una publicación en Facebook, donde afirmó que tanto el restaurante como la pizzería que estaba al lado del local están a la venta.
Esto nos lleva a pensar que Marx no estaría muy orgulloso.
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