De Interés

Una ciudad universitaria llamada Boston

Siempre será agradable visitar cualquier ciudad de Estados Unidos, cada una tiene sus secretos y encantos. El Fenway Park es un viejo estadio considerado un icono por los fanáticos del beisbol

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FOTOGRAFÍAS: AP

El fin de semana pasado hice mis maletas, miento. Tomé un bolso y metí dos pantalones, tres camisas y me fui al terminal de autobuses en el Alto Manhattan, específicamente a la estación George Washington, donde compré un boleto para la ciudad de Boston, en la famosa línea de buses Greyhound.

Debo confesar que estaba emocionado porque siempre vi en películas y cómic la línea Greyhound. Además, estoy en Estados Unidos y siempre pensamos que las cosas son mejores que en nuestros países. La desilusión fue que el transporte debía salir a las 12:45 pm y emprendió la marcha a la 1:30 pm. Lo bueno es que el vehículo tiene wifi, baño y calefacción o aire acondicionado, según el clima que esté rigiendo.

Luego de cuatro horas de carretera llegué a las 5:30 pm a Boston, una ciudad universitaria donde respirar y oler la academia le cambia el humor a cualquiera. Aquí se encuentran algunas de renombre: Boston College, Cambridge y Harvard, por citar varias.

Debo reconocer que la tarde-noche fue propicia para caminar por las calles solitarias. Mis amigos me dieron la bienvenida en uno de los tantos restaurantes que existen. La velada pasó entre recuerdos y planes futuros. Nos retiramos a dormir temprano porque el domingo prometía ser movido, y en la tarde, era la gran cita en el Fenway Park, casa de los Medias Rojas de Boston. La sede de este equipo es casi que una reliquia en el beisbol del país.

Beisbol

Gran parte de ese día pasó muy rápido, entre visitas a las universidades y otros sitios turísticos como el mercado público, que aunque conserva el lugar y la fecha del primer mercado, es una especie de feria muy confortable. Durante el paseo y mientras caminaba me preguntaba ¿aquí falta algo? Claro, no hay ruido como en Nueva York (el metro, los carros, etc), pues Boston es muy tranquilo, al menos para mí que estaba de paso. Tal vez los lugareños conocen otros ruidos.

En una calle frente a una agencia de información para el turista, me topé con una estatua más grande que yo. El hombre lleva una maleta en la que sale un gran cuervo, libros y un corazón. Busco su nombre y no lo encuentro, en el suelo hay unas láminas de bronce con algunos de sus escritos. No consigo cómo se llama la obra.

EdgarAllan

Me regreso y la vuelvo a ver, y de momento, pienso que puede ser uno de los maestros de “Harry Potter”. Sigo rebuscando en mi memoria. Vuelvo sobre el cuervo y el corazón, de pronto por esas maneras inéditas que tiene el cerebro de trabajar o de evocarnos los recuerdos, me vienen dos títulos de unos cuentos que he leído: “El cuervo” y “El corazón delator”, por supuesto, el nombre del hombre de la estatua es Edgar Allan Poe.

Cerca de las 6:30 pm llegamos al Fenway Park, tras realizar una larga caminata por lo que pretende ser la Quinta Avenida de Nueva York. Lo más atractivo de este sector es la arquitectura de las viviendas y edificios en general. El recorrido hasta el famoso estadio fue divertido. Luego les contaré sobre lo vivido.

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