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Unión Europea no reconoce a Lukashenko como presidente de Bielorrusia

La Unión Europea como bloque se suma a Alemania, los Estados bálticos, Polonia y Estados Unidos y no reconoce a Lukashenko como presidente de Bielorrusia, tras unas elecciones calificadas como fraudulentas del 9 de 9 de agosto. En medio de un movimiento de protestas sin precedentes en el país que gobierna desde 1994, y detenciones de opositores, el gobernante asumió un nuevo mandato en un acto casi secreto este miércoles.

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La Unión Europea rechaza reconocer a Alexander Lukashenko como presidente de Bielorrusia al día siguiente de haber asumido su sexto mandato presidencial, anunció este jueves el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell. El caso es parecido al de Venezuela con respecto al régimen chavista de Nicolás Maduro.

«La elección del 9 de agosto no era libre ni equitativa. La Unión Europea no reconoce los resultados falsificados. En consecuencia, la supuesta ‘investidura’ del 23 de septiembre y el nuevo mandato que invoca Alexander Lukashenko no tienen ninguna legitimidad democrática» y «contradicen directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa», afirmó Borrell en un comunicado.

Lukashenko, cuya reelección es disputada por protestas masivas, juró el cargo inesperadamente el miércoles en una ceremonia que solo se hizo pública después.

El anuncio provocó inmediatamente una nueva manifestación de la oposición en Minsk, que fue reprimida por docenas de detenciones.

Como su colega y aliado Maduro, Lukashenko respondió que no le  importa que no lo reconozcan.

«Están gritando que no nos reconocen. Nunca les hemos pedido que nos reconozcan, que reconozcan nuestras elecciones, que reconozcan a nuestro presidente reelegido», dijo Lukashenko, según la agencia estatal Belta, hablando de él, como a menudo en plural, al recibir al embajador chino.

La Unión Europea, Alemania, los Estados bálticos, Polonia y Estados Unidos indicaron tras la ceremonia que no reconocen a Lukashenko, en el poder desde 1994.

Su controvertida reelección en las elecciones presidenciales del 9 de agosto desencadenó un movimiento de protesta sin precedentes en el país que continúa a pesar de la represión de las manifestaciones, el encarcelamiento o el exilio de las figuras de la oposición.

La policía los dispersó violentamente y 364 personas fueron arrestadas, 252 en Minsk, según el ministerio del Interior.

«Esta ‘investidura’ contradice directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa, expresada en numerosas manifestaciones pacíficas y sin precedentes (…) y no hará sino agravar la crisis política» del país, subrayó Borrell.

«En vista de la situación actual, la UE está revisando sus relaciones con Bielorrusia», añadió sin más detalles.

La UE preparó sanciones contra unas 40 personas consideradas responsables de la represión y también está considerando la posibilidad de sancionar a Lukashenko, según informaron fuentes diplomáticas.

Pero se requiere la unanimidad de los Estados miembros, y Chipre condiciona su acuerdo a la adopción de medidas para obligar a Turquía a dejar de perforar en busca de gas en las aguas de su zona económica.

Dos estados, Suecia y Finlandia, se niegan a sancionar a Lukashenko para permitir la mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que será presidida por Suecia, indicaron las mismas fuentes.

La cuestión se discutirá en la cumbre de los líderes de la UE el 1 y 2 de octubre en Bruselas.

El lunes, Borrell había reiterado en una conferencia de prensa que la UE no reconoce ninguna  «legitimidad democrática» de Lukashenko, al fin de una reunión de los cancilleres europeos en el Consejo de Relaciones Exteriores de la UE.

«En el caso de Lukashenko tenemos una situación parecida a la de Venezuela. No reconocemos la legitimidad del señor (Nicolás) Maduro como presidente (…), por las mismas razones y condiciones por las que no reconocemos la legitimidad democrática de Lukashenko», expresó.

Esto ocurre, dijo el jefe de la diplomacia europea, «porque no consideramos que las elecciones» que les permitió permanecer en el poder «hayan sido válidas».

Sin embargo, Borrell añadió que aunque la UE no reconoce la «legitimidad democrática» de ambos dirigentes, «no quiere decir que no reconozcamos la realidad».

«Tanto Lukashenko como Maduro tienen el control del gobierno, de la administración y del territorio», señaló.

Los cancilleres de la UE mantuvieron este lunes en Bruselas una reunión en que la posibilidad de sanciones contra Bielorrusia se impuso como tema predominante, por las denuncias de manipulación electoral y la represión a las protestas.

Sin embargo, los cancilleres no lograron alcanzar la unanimidad requerida para imponer sanciones, y por ello Borrell se limitó a reiterar que la UE considera que los resultados de las recientes elecciones en Bielorrusia fueron «falsificados».

«Es tan claro como esto. No reconocemos los resultados (de las elecciones) ni la legitimidad» de Lukashenko, reforzó.

Con relación a Venezuela, Borrell dijo que informó a los cancilleres sobre las conversaciones con el Grupo Internacional de Contacto (GIC), y les explicó que no están presentes las condiciones para el envío de una misión de observación para los comicios legislativos del 6 de diciembre.

«El Consejo de forma unánime apoyó la decisión del GIC de continuar las negociaciones para discutir la posibilidad de elecciones que puedan ser observadas por nuestras misiones. Esas condiciones no están dadas en este momento», señaló.

El GIC está compuesto por países europeos como España, el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, y varios latinoamericanos. Argentina acaba de incorporarse, mientras Bolivia lo abandonó.

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