Universidades públicas en Barquisimeto sin comedor por falta de presupuesto

Las moscas y cucarachas eran parte del menú en los almuerzos y cenas. Así lo habían denunciado estudiantes de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de Barquisimeto (Unexpo) el 23 de febrero en el grupo de Facebook que crearon para compartir denuncias. Sin embargo, la comida que ofrecía la empresa contratada por la institución -Servifood- era mejor que nada.

Hasta este viernes 8 de abril comerían los más de 3 mil 500 estudiantes que cursan las seis ingenierías (industrial, metalúrgica, electrónica, eléctrica, mecánica y química) en el centro de estudio situado en la avenida Rotaria con La Salle, al oeste de la ciudad. Es la primera vez, en los 50 años de construida la institución, que el comedor paraliza sus servicios.
¿La razón? Los 465 bolívares que le cobraba Servifood a la universidad por la bandeja del menú (sopa, seco y jugo) no alcanzaban para la cantidad de comida que necesitaban adquirir y distribuir diariamente. Pedían aumentar el precio a 837 bolívares, pero el presupuesto que le aprobó el Ministerio de Educación Superior a la Unexpo en enero de 2016 solo cubrió los gastos hasta el 29 de febrero.

“Desde enero hemos mandado comunicados, autoridades han ido hasta Caracas, hemos tratado por todas las vías con el Ministerio de Educación Superior para que nos aprueben los recursos necesarios, pero hasta ahora no hay una sola respuesta”, dice el director administrativo y profesor de matemáticas, Natalio Castro. El déficit de presupuesto en esta universidad pública es mayor al 75%. El transporte también paró sus actividades por falta de pago.
“La empresa de transporte recibía mensual 3 millones 800 mil bolívares y ahora piden llevarlo a 8 millones 800 mil. Nos dicen que se les hace difícil conseguir los repuestos, mantener las unidades. Igual que lo del comedor. Nosotros entendemos y el aumento que piden es justo, pero ¿qué podemos hacer si no nos dan recursos?”, se pregunta Castro.
-Estudiantes residenciados son los más afectados-
Héctor Bogado es del estado Portuguesa. Lleva tres años estudiando ingeniería electrónica en el Politécnico y paga Bs. 2.500 por una habitación compartida en Pueblo Nuevo, un sector cercano a la universidad.
“Tendré que congelar semestre y ponerme a trabajar. Es la única forma. Esto me descontroló los planes porque además de los paros que se dan todo el tiempo en la universidad no podré estudiar a tiempo completo para hacer colas y comprar comida”, explica el estudiante en uno de los pasillos oscuros y descuidados que comunican a las aulas de clase.
El 60% de los estudiantes de la Unexpo son residenciados. El profesor Castro manifiesta su preocupación porque muchos han abandonado las carreras para trabajar y ponerse a bachaquear. Dice que no hay incentivo cuando ven que un profesor recién graduado gana 19 mil bolívares y el titular, apenas 36 mil.

-Pedagógico y Ucla están en las mismas-
En la Universidad Pedagógica Experimental Libertador el comedor dejó de funcionar en julio de 2015. Ahora, el espacio solo sirve de depósito de mesas y sillas dañadas, y unas cuantas plantas casi muertas por falta de agua. Comenzaron reduciendo porciones: eliminaron sopa y postre. Días después desapareció toda la comida por falta de presupuesto.
Lo que sí queda es el retrato del fallecido presidente, Hugo Chávez, pintado en las paredes del edificio. Incluso, hay un graffiti de Manuela Sáenz con un fusil en sus manos en el que se lee: “La historia no se cuenta, se hace”.

En el comedor del Decanato de Ciencia y Tecnología de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla), se repartían hasta 4 mil bandejas de comida diarias hasta agosto de 2015. Las empresas encargadas de la distribución de alimentos pidieron un aumento de 200 a 500 bolívares por menú, pero en enero de 2016 acordaron llevar el precio a Bs. 900. La universidad se negó, no tenían recursos, así que decidieron repartir solo 600 menús envasados con el plato principal -sin sopa y sin jugo- manteniendo el precio de Bs. 500.
-La preferida de Chávez sí tiene comida, pero poca-
El Instituto Universitario Experimental de Tecnología Andrés Eloy Blanco pasó a ser Universidad Politécnica Territorial el 16 de julio de 2010 por la iniciativa del entonces presidente, Hugo Chávez. Desde entonces fue instalado un comedor que actualmente distribuye más de 2 mil bandejas de comida diarias entre desayunos, almuerzos y cenas.

El personal de la universidad se encarga directamente de adquirir la comida a través de convenios con empresas como Lácteos Los Andes, nacionalizada en el año 2008. A su vez, una cooperativa se encarga de la preparación de los platos y solo recibe 28 bolívares a cambio. “Los contratos son anuales y desde hace tiempo que se ha mantenido ese precio. Ellos quieren pedir aumento pero temen la no renovación”, confiesa uno de los supervisores del comedor que pide resguardar su nombre.
También comenta que por la escasez de azúcar debieron dejar de ofrecer jugos y sustituirlos por agua, además de racionar las porciones y eliminar las opciones de proteína “porque cada vez es menos la cantidad de inventario que tenemos”.
Una estudiante, que esperaba la entrada a clases, dice casi en susurros que con el presupuesto para mejoras estudiantiles las autoridades gastan en pintura para hacer propaganda política con el rostro de Chávez y consignas del Psuv como: Venezuela no es una amenaza, somos esperanza. “Tú ves que hay chamos que se quedan sin comer, no se llenan con lo poquito de los platos, pero para propaganda sí hay plata, ¿no?.
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