El empresario venezolano Samark López, señalado por del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como presunto testaferro del vicepresidente Tareck El Aissami, habría comprado en efectivo al menos dos propiedades en Florida por un monto cercano a los $20 millones, según una investigación publicada por el canal Univisión.
Las pesquisas del canal estadounidense se basaron en testimonios y documentos, con base en los cuales afirman que López compró en efectivo apartamentos y una mansión, ambos, en Florida.
«Compró tres departamentos de lujo en la zona de Brickell, en Miami, entre 2011 y 2013, según registros públicos a los que tuvo acceso Univision. Los departamentos costaron en conjunto $7,7 millones, de los cuales al menos $3,4 millones fueron pagados en efectivo en 2013 por una propiedad que tiene tres habitaciones y tres baños», dice la publicación en su página en internet.
Agregan que en 2011, «López compró un apartamento de 1,5 millones de dólares en el mismo edificio, con dos cuartos y dos baños. Para la transacción obtuvo un crédito bancario, según registros de la compraventa obtenidos por Univision de una fuente confidencial en Miami. Un año y medio más tarde, el mismo empresario vendió el departamento en la mitad de lo que le había costado».
La investigación del canal internacional señala que para la segunda transacción nuevamente obtuvo un crédito bancario, pero con otro banco. Seis meses después de la compra, López fue inscrito como gerente de la empresa que había comprado el departamento. «Así se convirtió en comprador y vendedor de la misma propiedad».
La otra propiedad que investigó Univisión es una mansión que costó $16,5 millones y que López pagó en efectivo. La casa está a nombre de una empresa cuya dirección es la misma de una de las propiedades incautadas por el Departamento del Tesoro la semana pasada.
En un video, Univisión muestra algunos de los lujos que se daba López y su esposa en Miami y aseguran que la pareja e hijos vivían en la costosa propiedad hasta hace algunas semanas.
Samark es dueño en Venezuela de empresas cuyas principales contratos son con compañías estatales como Petróleos de Venezuela y organismos oficiales.
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