Velásquez, así como el también diputado Américo De Grazia, citaron fuentes hospitalarias que atendieron a los pacientes.
De Grazia, quien había estado más temprano en Santa Elena, dijo que según testigos los ataques han sido obra de la Guardia Nacional y de los temidos grupos paramilitares civiles llamados “colectivos” en Venezuela.
Testigos denunciaron que en una especie de razzia estos agentes al servicio del gobierno de Nicolás Maduro allanaban casas en busca de dirigentes opositores.
Una docena de diputados opositores que estaban en la zona a la espera de la ayuda humanitaria, tuvieron que esconderse para escapar de los oficialistas. El hotel Anaconda, donde estaban alojados fue allanado, dijeron testigos.
“La misma comunidad los protegió para que escaparan», dijo Velásquez.
Emilio González, el alcalde del municipio Gran Sabana, cuya capital es Santa Elena, tuvo que escapar hacia los montes porque lo están buscando para asesinarlo, dijeron sus colaboradores.
González, también capitán (cacique) de la etnia pemón había denunciado más temprano la fuerte represión de la que han sido víctimas los habitantes de la entidad “que han salido en procura de garantizar el acceso de la ayuda humanitaria que ingresaría al país procedente de Brasil”.
También responsabilizó al régimen de Nicolás Maduro; “y a quien usurpa funciones de ministro de Defensa, Vladimir Padrino López” por el asesinato en la víspera de tres personas de la comunidad indígena pemona en la aldea de Kamaracupay.
«El municipio Gran Sábana está en emergencia, a altas horas de la madrugada tenemos tanquetas de la Guardia Nacional recorriendo nuestras calles y disparando a mansalva a nuestros ciudadanos. Como máxima autoridad de Gran Sábana denunció ante el mundo que nos reprimen por exigir que se permita el acceso a la ayuda humanitaria», había recalcado el dirigente indigena en la mañana.
Los asesinatos y agresiones de este sábado, según los diputados opositores, fueron responsabilidad de la Guardia Nacional y del gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera.
“La gente anda muy desesperada para ver cómo llega al hospital a socorrer a sus heridos o buscar información”, dijo Velázquez.
Según estas fuentes, así como testigos que requirieron el anonimato por temor a perder la vida, hasta prisioneros de la cárcel regional de El Dorado fueron uniformados como militares para atacar a los opositores.
Velásquez dijo que según le narraron testigos y militantes opositores, las tanquetas de la Guardia Nacional llegaron incluso a disparar contra el hospital.
El gobernador de la entidad y los generales de la Redi y la Zodi (divisiones militares de control regional) operaron desde el fuerte Escamoto, cerca de la frontera con Brasil.
“Esto ha sido grave, muy grave. Que hayan atacado a los pueblos indígenas que tienen estatutos especiales de protección por parte de Naciones Unidas”, dijo Velázquez, quien fue gobernador de Bolívar y también tiene ascendencia indígena.
Mientras tanto, desde Roraima, Brasil, el portal de noticias G1, de la poderosa Red O Globo, reportó que los militares venezolanos llegaron a disparar en dirección a territorio brasileño mientras perseguían a los manifestantes venezolanos.
“Una posición firme debe ser tomada por las autoridades de Brasil”, dijo el comandante del Ejército brasileño en la zona, el coronel José Jacaúna.
“Un episodio lamentable. Yo nunca había visto a ningún ejército de otro país lanzar bombas lacrimógenas a Brasil”, dijo en declaraciones en video al canal GloboNews, recogidas por G1.
«Vi soldados de esa Guardia Nacional venezolanos disparando tirios reales en nuestro territorio», agregó.
«Recibimos balas de goma, lacrimógenas y disparos en el lado brasileño, eso nunca debió ocurrir. El campo político es el que va a decir si fue un ataque a nuestra soberanía, pero la vía diplomática debería actuar fuertemente contra los responsables de esa acción».
“Ellos (los militares de Venezuela realmente se sobrepasaron en la reacción en contra de los venezolanos que están aquí en nuestro territorio”, dijo el coronel.
