Venezuela

Valentina Quintero: el cáncer fue inoculado al turismo en Venezuela

Son muy pocos los rincones del país que la periodista Valentina Quintero no conozca. Desde el Delta del Orinoco a la Sierra de Perijá y desde Los Roques hasta el Amazonas, esta incansable mujer ha constatado la crisis crónica y los retos que tienen que sortear trabajadores y visitantes para ver el lado positivo de esta "tierra de gracia". Mientras tanto, ella mantiene su postura de estar "sembrada en Venezuela". La reconocida periodista viajera fue tajante cuando aclaró que Venezuela podría ser el destino turístico sostenible de América, "pero no lo es, ni lo será mientras el gobierno actual continúe en el poder".

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ALEJANDRO CREMADES

En entrevista para El Estímulo, se pasea por las razones que impiden hoy restaurar el turismo interno. «No hay transporte que te ayude a llegar a esos destinos maravillosos. Los que tienen carro no se atreven a salir y si hablamos de los aviones es más complicado porque las aerolíneas se fueron y muchos aeropuertos han cerrado».
Lamentó que en la actualidad un joven no pueda agarrar su mochila y recorrer esos puntos turísticos como la península de Paria, el Llano y el Orinoco. Sin embargo, intentó ser esperanzadora.
«Si no te alcanza el dinero para ir a Mérida o Margarita revisa tu propio estado ¿Que hay de interesante en todo ese territorio? Conoce lo que tienes cerca y así vas tachando la lista».
La conductora del programa que salía en la extinta RCTV, «Bitácora», recordó que ella ha recorrido el país durante 30 años.
«Yo se cómo era ser turista en el 2000 y cómo es ahora. Antes podías viajar a Tucupita, Bolívar, Carupano, Guiria, San Ferrando de Apure, Santa Elena de Uairen y hasta El Paují, y hoy eso no ocurre. Si hablamos de los costos de los pasajes ni te cuento», dijo.

Si no es en verdes te quedas en casa

La dolarización de los paquetes turísticos y muchos de los servicios son otro factor que dificulta vacacionar en el país. No obstante, Quintero criticó que una gran mayoría no esté de acuerdo con los costos. «La gente no entiende. Tienen que cobrar en dólares, esos son los precios, si no, se van a la quiebra los comercios».
Aseguró que no les puedes pedir precios económicos porque los dueños de negocios y posadas deben adquirir los insumos al precio del día. «¿Cómo lo hacen? bachaqueando (comprando en el mercado negro). Con el agua, con la luz y con el gas. Todo te lleva a dolarizar» enfatizó.
La realidad que planteó es que los turistas exigen precios justos, pero es imposible cuando un paquete en agosto cuesta un precio y en diciembre vale cinco veces más.
«Lo normal sería que los precios queden estáticos y que el ciudadano pueda ahorrar para darse sus gustos como hace 10 años, pero en esa época teníamos el dolar Cadivi que era un subsidio del gobierno que caía en lo irreal y preferimos salir de nuestras fronteras», observó.

Muchos ministros y pocos resultados

Valentina Quintero aseguró que desde el 2005 cuando reapareció la figura del ministerio del Turismo es poco lo que han hecho en el sector y le parece ilógico escuchar decir que se está «impulsando el turismo».
«¿Cómo hace un extranjero para pagar en Venezuela? No pueden usar su tarjeta de crédito porque es un dolar Dicom y le parecerá un costo elevado. Si es por dolar negro no tiene manera de comprar efectivo porque no hay. La única manera es en un manejo extraño o con un amigo que le preste una tarjeta de débito», dijo.
Quintero además planteó la odisea de los extranjeros para llegar al país y hacer turismo. «Si eres un turista japonés  que quieres conocer Canaima, deben llegar a alguna ciudad de Brasil y de ahí tomar jeeps o buses para encontrar tu destino final».
Asimismo alertó sobre el impacto ambiental producido por el gobierno en el llamado Arco Minero (un área de unos 100.000 kilómetros cuadrados entregada a la minería destructura).
Se trata de una destrucción masiva y criminal en la que cooperan empresas que no cuidan el ambiente y que el gobierno ha permitido. «Esto contamina no sólo la naturaleza, también destruye al minero, le carcome la vida y luego lo mata» sentenció.
La especialista en temas turísticos y culturales, locutora de radio y activista de la ecología enfatizo que la destrucción del Arco Minero es visible desde el aire y la tierra.
Cuando se pasa por el río Carrao se observa lo que antes era una zona para acampar y una pista de aviones. Hoy se ha transformado en un lugar plagado de balsas de mineros que horadan el lecho y las riveras del río con mangueras de alta presión y maquinarias .
Lo ocurrido en el sur del país es para la escritora de la guía turística venezolana más famosa del país «un verdadero cáncer inoculado».
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«Quisiera que esa fuese la única culpa de la actual ministra», explica. Pero cuando se recorre la geografía nacional aparecen múltiples problemas, como en el archipiélago de Los Roques, con la falta de electricidad en el Gran Roque porque están inoperativas dos de las tres plantas «Caterpillar» que la ministra del área concedió hace casi un año. También falla el agua potable porque las plantas desalinizadoras no han funcionado del todo.
«La planta de origen israelita de los años de Caldera se inauguró en la época de Chávez, pero como él se peleo con el gobierno de Israel, más nunca la repararon y lo que le hicieron fue un parapeto. Luego compraron otra a la que llamaban la millonaria, porque sacaba millones de litros de agua, pero esa nunca se instaló. Con (la ministra Estella) Lugo llegaron dos más, provenientes de China, que aún funcionan y han ayudado a mitigar la crisis», explicó.
Para Valentina es indignante que por ejemplo en el parque nacional Los Roques, los ricachos que ella llama «los de los yates» se dediquen a comer tortugas como parte de sus gustos exóticos.
«Eso es un horror, pero ¿Quién protege a estos animalitos si en el 2014 el gobierno acabó con la Fundación Científica Los Roques, dedicada a la protección de estas especies?», se pregunta. La carne es muy costosa. Desconoce los precios pero afirmó que se paga en moneda extrajera.
Irónicamente, Quintero explicó que hay algo bueno que ha hecho el gobierno por el turismo nacional y es una campaña de marketing para que todos sepan en dónde está ubicado el país y quiénes son los venezolanos.
«Todo lo malo que han hecho en 20 años nos posicionó. Eso es un trabajo que toma décadas y esta gente lo hizo muy rápido, además no podemos olvidar que hay cuatro millones de venezolanos por el mundo vendiendo nuestra marca», dice.]]>

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