Venezuela

Venezolanos son deportados a diario de España: "Viví los peores días de mi vida"

"¿A qué vienes a España?, ¿qué sitios vas a visitar?, ¿conoces a alguien en España?", son las preguntas que hacen los funcionarios de inmigración a los venezolanos en la sala de inadmitidos del aeropuerto. Si las respuestas no son lo suficientemente buenas, los que sueñan con pisar territorio español se enfrentan directamente con la deportación.

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Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Foto: Extraída de idecore.com.mx

Las deportaciones de venezolanos que viajan a España ocurre a diario. Los funcionarios del departamento de inmigración del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ya no se creen las historias tan descabelladas o difíciles de comprobar que les cuentan los viajeros que desean ingresar al país europeo.

Cada vez más son los ciudadanos que, al no poder convencerlos de sus intenciones, son regresados a su país: un promedio de diez venezolanos por cada vuelo y más de un millar durante 2016 que han sido devueltos antes de entrar en el territorio español , así lo reseñó un trabajo publicado por el portal Venezuelanpress.

En el texto cuentan la historia de María (nombre ficticio para proteger su identidad), una venezolana a quien le negaron el ingreso por no poder probar que solo iba a España como turista y por no tener los 2.948 euros para mantener su estadía. “¿Viajas sola 45 días? Eso no se lo cree nadie. Espéreme allí sentada”, le dijeron a la venezolana sin pedirle más explicaciones.

“Los venezolanos últimamente llegan con historias muy raras, difíciles de comprobar, y España ya no aguanta más inmigrantes ilegales», afirmó dijo el policía de la T1 a la periodista de Venezuelanpress. La situación se complica si los viajeros son de Conviasa, considerados como «vuelo caliente» por las autoridades, debido a «los precios y las condiciones en las que son emitidos sus billetes desde Venezuela».

Las sillas en el área internacional del aeropuerto madrileño se llenan poco a poco. Además de María se encontraba un joven que viajaba para visitar a su padre, una familia con dos niños, una madre que vería a su hijo, una mujer que se reencontraría con su pareja. A todos los invitaron a sentarse: regresarían a Venezuela.

La deportación se convierte en una lotería que nadie desea ganar.

“Yo sólo quería pasar unas vacaciones en España y viví los peores días de mi vida. Cuando uno entra en la sala de no admitidos, el mundo se vuelve del revés, estamos en un limbo legal del que nadie te puede sacar y en una indefensión total si volamos con Conviasa. Los venezolanos estamos viviendo una tragedia difícil de explicarle al mundo. No me trataron mal, pero no se lo deseo a nadie”, declaró María luego de regresar a su casa, cansada y triste.

Leer el texto completo en el siguiente link.

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