Venezuela eleva a los altares a su tercera beata, la Madre Carmen

Venezuela elevó este sábado a los altares a su tercera beata, la Madre Carmen, en un acto que abarrotó el estadio Universitario de Caracas con miles de fieles católicos, jerarcas de la Iglesia, un enviado del papa Francisco y el magnate Gustavo Cisneros, sobrino de la religiosa

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Fotografía: Alejandro Cremades

L a Madre Carmen Rendiles ya es, oficialmente, la tercera beata venezolana y la primera en Caracas. Su beatificación se concretó cuando una gigantesca imagen de la religiosa se develó ante los jubilosos asistentes al evento. Antes, los presentes vieron como estudiantes del Colegio Belén hicieron una representación de la vida de la beata, donde mostraron detalles que la llevaron a ser una figura querida por propios y extraños.

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Los presentes aplaudían y gritaban cada vez que se pedía por Venezuela y coreaban «¡Qué venga el Papa!» cuando el representante del Vaticano, Angelo Amaro, tomó la palabra. Éste indicó que la fundadora de la Congregación Siervas de Dios había repetido en incontables ocasiones que quería ser una santa, y de ahí su misión en el mundo religioso. Asimismo, aseguró que “la beatificación de la Madre Carmen enriquece el hermoso collar de la santidad venezolana”.

 Por su parte, el Cardenal Jorge Urosa Savino pidió a los jóvenes tenerla como ejemplo.

Cánticos y oraciones estremecían el Universitario mientras el público ondeaba banderitas con la cara de la Madre.

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Francisca Sierra, es devota de la Madre. Vino desde Carabobo para presenciar el acto y rechaza la tesis de que la beatificación se produzca porque la Madre Rendiles sea familiar de los Cisneros. 

«Ella ha hecho milagros y aquí estamos para celebrarla y pedirle por el país», dijo al tiempo que espera que Jose Gregorio Hernendez sea el próximo. 

Un deseo con el que coincide Anabella Correa, quien también es devota de Jose Gregorio pese a que aún no sea beatificado.  La mayoría de fieles presentes pedían lo mismo así como el Cardenal Urosa Savino, quien expresó que “debemos orar a Dios por el milagro que falta” para su beatificación». Su petición le valió una ovación de pie.  

En el acto no solo estaba presente  la médico cirujana Trinette Durán de Branger, quien había recibido una descarga eléctrica que afectó la movilidad de su brazo derecho, recuperándola el 18 de julio de 2003 luego de pedir la intercesión de Madre Carmen para su curación. También, sobrinas nietas de la hoy Santa, Carmen Rendiles. 

Otros de los presentes fueron Oswaldo y Carlos Zuloaga así como Gustavo Cisneros y miembros de su familia. 

La jornada finalizó con la bendición solemne impartida por Amato.

Fotografías: Alejandro Cremades

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