Deportes

Venezuela es una máquina de bateo, pero el pitcheo está en 3 y 2

Títulos de bateo, especialistas en poner la bola en juego y bastante poder, son  componentes de la nomenclatura de la otrora vinotinto –ahora tricolor por cábala- para su debut en el Mundial, este viernes. Sí, se sabe que pocas selecciones del planeta son mejores que la criolla en el bateo, pero el pitcheo está herido por ausencias y de eso pueden sacar provecho Puerto Rico, Italia y México, los otros integrantes del Grupo D. 

Publicidad
Texto Andriw Sánchez Ruiz (@AnSanchezRu) / Fotografías: AP

Es divertido imaginar a Ted Williams en 1970. Con 51 años de edad y 10 de retiro, seguramente estaba sentado en un sofá con un madero en las manos, dándole de comer a su obsesión por el bateo, cuando de la nada le llegó una idea: ¿Por qué no escribir un libro sobre cómo pegarle a la bola? Tal vez no fue ese el nacimiento de The Science of Hitting. Es probable que el coautor John Underwood o algún empresario de la literatura se le haya acercado con ganas de hacer dinero. Pero poco importa. De la mente del legendario zurdo brotaron consejos que hoy día algunos peloteros leen.

Los aspectos débiles del residente de Cooperstown eran casi inexistentes. En 19 temporadas pegó 525 cuadrangulares, ostentó un average vitalicio de .344 y promedio de embasado (OBP) de .482; son muestras fáciles pero contundentes del porqué es considerado algo así como un Ph.D. de la ofensiva.  Para él todo radicaba en tres cosas: poseer contacto, darle con fuerza a la bola y tener bien claro qué es la disciplina en el plato. Por lo menos dos de esos puntos son aprobados por la selección de Venezuela.

oumar

Para encarar el Clásico Mundial 2017, a partir de este viernes, el manager Omar Vizquel no tendrá que preocuparse por el bateo, en teoría. Los 13 paleadores en el roster de 28 son catalogados como grandeligas estelares. Es algo que debería generar frentes sudorosas en los pitchers de Puerto Rico, Italia y México, las otras naciones que componen el Grupo D que tendrá como sede el Estadio de los Charros de Jalisco, en Guadalajara.

En la otrora vinotinto -ahora tricolor para invocar la suerte-, el receptor Robinson Chirinos fue el único de los jugadores de posición que tuvo menos de 400 apariciones en la caja (170) durante la temporada 2016. Con un average de .224, es una de las tres excepciones del patrón de más de .270 en el equipo. Las otras son el careta Salvador Pérez (.247) y el campocorto Alcides Escobar (.261).

Todos los demás están muy por encima de la media del año pasado en MLB: .255. De hecho, el promedio colectivo de los bateadores criollos, al tomar el 2016 como base, es de .288. Es un guarismo un poco mejor que el de los grandeligas de República Dominicana (.284), Estados Unidos (.281) y considerablemente más alto que Puerto Rico (.273), la otra nación del torneo que cuenta con un ataque neto de ligamayoristas.

Es fácil darse cuenta del origen de tan alto average en Venezuela. Entre Miguel Cabrera, José Altuve y Carlos González suman siete títulos de bateo en las mayores. Ninguna otra novena puede decir que tiene lo mismo. Además, Víctor Martínez, Odúbel Herrera y Yangervis Solarte oscilaron entre los .286 y .289.

altuve1

Ni se diga de Martín Prado y Ender Inciarte, quienes ocuparon el segundo y tercer puesto en porcentaje de contacto por swing con 90.8% y 90.3%, respectivamente, según el portal fangraphs.com.

Aunque en menor medida que Quisqueya y USA, el poder también es un rasgo en el roster. Es otra cosa que haría sonreír a Williams si estuviera con vida. Globalmente en 2016 Venezuela largó 239 jonrones y exhibió .458 de slugging (baremo que determina la capacidad para dar extrabases). Los números de los dominicanos son 299 y .491, mientras que los estadounidenses están en 325 y .478.

Los OPS (sumatoria de OBP y slugging) de las tres representaciones resultan superlativos: VNZLA .800, R.D. .843 y USA .832.

Pero a pesar de todas las maravillas, Williams colocaría a los paleadores venezolanos a hacer largas caligrafías en un pizarrón con la frase: “Necesito ser más paciente y ver más pitcheos”, pues el porcentaje grupal de boletos está cercano a lo pobre: 6.9%. Sobre todo si se compara con el 8.2% en que se estacionó el average de 2016 en MLB. Dominicana y Estados Unidos sí superan la media con 8.9% y 9.6%.

“El único consejo que le puedo dar a mis peloteros es que vean la mayor cantidad de pitcheos que puedan”, dijo Rouglas Odor, coach de bateo de Venezuela. “Es la mejor manera para que puedan ajustar bien sus cuerpos al torneo”.

Los que están y los que faltan

Como si se tratara de una de las escenas finales de la película El Campo de los Sueños, el espíritu de Williams se desvanece entre el maizal cuando la palabra pitcheo aparece. No tiene nada que aportar a lo que nunca llegó a hacer. Aunque es posible que hubiera disfrutado enfrentar a los escopeteros venezolanos.

Williams llevaría todas las de ganar. Si destrozó a los lanzadores entre 1939 y 1960, no sería nada nuevo que lo hiciera frente a la tricolor que no puede ocultar lo mermada que está debido a bajas importantes.

Es verdad que Félix Hernández, el abridor más consistente en la historia del país, es la cabeza del staff, pero no estará acompañado por Carlos Carrasco o Junior Guerra. Los ausentes resultan ser los iniciadores nativos más dominantes en MLB en 2016 con efectividades de 3.32 y 2.81, respectivamente.

felix1

Sin embargo, si hubiesen estado disponibles no le habrían quitado responsabilidad ni atención a El Rey, encargado de abrir el primer juego, contra Puerto Rico. Su recta pocas veces supera las 92 millas por hora, pero el as de los Marineros de Seattle aprendió a vivir de su cambio de velocidad en los últimos dos años.

Su efectividad la campaña anterior fue de 3.82 y al cambio, el que tiró el  27.38% de las veces que se enfiló al home, los rivales solo le batearon para .172 de average.

El resto de la secuencia de abridores de Vizquel está integrado por el zurdo Martín Pérez (vs. Italia) y una sombra misteriosa que pareciera ser el derecho Yusmeiro Petit (vs. México), quien deberá ser confirmado luego de los dos encuentros de exhibición contra Reales de Kansas City y Rangers de Texas. Ante cualquier vicisitud, Jhoulys Chacín también tiene la capacidad de tomar la bola, así como Omar Bencomo Jr. en un caso extremo.

Aunque no es un bullpen lleno de figuras consolidadas en Grandes Ligas, como sí lo gozan México, República Dominicana y Estados Unidos, los venezolanos poseen varias cucharadas de poder y una pequeña dosis de experiencia en el relevo.

Silvino Bracho, Gregory Infante, Deolis Guerra, Bruce Rondón y Robert Suárez –uno de los brazos más potentes de Japón- son capaces de lanzar rectas por encima de las 95 millas. Para un bateador, en plena primavera, luego de la acostumbrada hibernación, es difícil lidiar con envíos de esas características.

Francisco Rodríguez es el hombre que se encargará de ponerle el candado a los juegos -¿De verdad en algún momento pensaron que había otro?-  Con una lisa que no pasa de 91 millas, pero con un cambio que puede llegar a tener hasta tres variaciones de movimiento, El Kid salvó 44 choques en 2016. No obstante, hay mucha cautela con el experimentado de 35 años. Molestias en una de las corvas y un trabajo poco efectivo en su única aparición en la Liga de la Toronja (tres carreras en dos tercios), son elementos que no deben pasar por debajo de la mesa.

kid

Ausencias en la rotación. También en el bullpen, como la de Jeanmar Gómez. Mas en ninguna parte causan más daños como en la reserva de relevistas zurdos. La unión de José Álvarez, Luis Avilán, Felipe Rivero y Elvis Araujo fue utópico. Los últimos tres nombres no pudieron estar por las restricciones de sus organizaciones. Son brazos que pueden ser mucho más que situacionales.

Álvarez, el único presente de la ilusión siniestra, estará rodeado por José Castillo, José Alvarado y Wilfredo Ledezma. Los dos primeros tienen solo 21 abriles, no poseen experiencia en Grandes Ligas y tampoco han jugado más arriba de Clase A.

Ledezma es el antónimo de la lozanía y la poca pericia. No obstante, tiene en contra que no actúa en el beisbol de Estados Unidos desde 2011 y en este momento es agente libre en México. Su aliciente es que durante la campaña de la LVBP, con los Tigres de Aragua, su efectividad fue de 2.67 en 33.2 innings en la ronda regular.

Apenas es el comienzo de lo que puede ser la redención de la penosa eliminación de 2013. Quién sabe si después de esta edición del Clásico, alguien tiene una idea parecida a la de Williams en 1970 y decide escribir un libro sobre la selección de Venezuela… Para bien o para mal.

Publicidad
Publicidad