El fenómeno, que se produce por la refracción de la luz en nubes altas cargadas de pedazos de hielo, causó revuelo en las redes sociales y pudo ser visto en varias regiones del país, como Aragua, Carabobo, Guárico, Miranda y Distrito Capital
La mañana de este Domingo de Ramos, los venezolanos pudieron observar un halo solar, un fenómeno atmósferico que sin duda impresionó a la ciudadanía. Un círculo perfecto, que tenía al sol en el centro, que hizo pensar a muchos en una señal divina al comienzo de esta semana final de la cuaresma.
El fenómeno se pudo observar en varias regiones del país como Aragua, Carabobo, Guárico, Miranda y Caracas.
La inusual imagen causó revuelo en las redes sociales.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) informó que un halo solar se observa cuando las nubes altas que tienen cristales de hielo refractan la luz solar a través de estos fragmentos en la troposfera.
El fenómeno es básicamente un fraccionamiento de luz en medio distinto, tal como pasa con la luz en el agua de una piscina, solo que en este caso ocurre en la capa más cercana de la atmósfera. Puede verse como un anillo con los colores del arcoíris, cuando la luz se fragmenta en los pedazos de hielo.
Usualmente, ocurre en lugares fríos del norte del planeta, aunque puede ocurrir en cualquier parte, siempre que haya nubes altas y frías. En el caso venezolano, anticipa lluvias y tormentas, pues hay un choque con nubes más bajas y calientes.
Para un creyente practicante, el Domingo de Ramos es el inicio de una semana para meditar lo que ha hecho y quiere mejorar. En los últimos años, Daniel Hernández se ha dedicado a retratar a quienes asisten a las misas de este día. Esto es lo que ha visto
"Lloramos cuando entregamos las ramas. Es incomparable (...) Lo sentimos en el corazón", explica Carlos González, un carpintero de 37 años. Esta tradición, de más de 250 años, está en el registro de buenas prácticas de salvaguardia de la Unesco y aspira a ser patrimonio de la humanidad
Los visitantes, mezclados con fieles palestinos y extranjeros residentes en Tierra Santa, realizaron a pie la tradicional procesión desde el santuario de Betfagé, en el Monte de los Olivos, hasta la Iglesia de Santa Ana, en la Ciudad Vieja, rememorando el camino que realizó Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén
