Señalamientos de traiciones, o como diría el Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, «sacándose los trapitos al sol», así finaliza 2016 en los primeros 12 meses del parlamento opositor al gobierno de Nicolás Maduro. Por un lado, William Dávila de Acción Democrática (AD) asegura que no hay conciencia de lo que significa la Unidad, mientras que por otro, Freddy Guevara exige una revisión de la alianza que adversa al regimen.
Los desencuentros en el hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional son cada vez más visibles, evidentes por parte de la oposición.
Son frecuentes las reuniones de grupos, que se arman por fuera en los distintos salones del Palacio Federal Legislativo. Algunos diputados a quienes uno le pregunta qué pasa exactamente en esas reuniones, prefieren no revelar nada…acaso no quieren caer en desgracia.
Mientras, la bancada del gobierno se pasea «de la mesa al comedor», en un edificio que está al frente del Parlamento, fraguando cómo dejar plantado a los opositores y al país al inicio de cada reunión legislativa.
Al final de la sesión del jueves 15 de diciembre, se le terminaron de ver las costuras a las serpentinas lanzadas por los opositores. Las salidas electorales que les plantearon a sus seguidores terminaron de sucumbir, al menos en este 2016, tras no poder elegir a los rectores del CNE.
En los jardines del palacio, la pregunta recurrente era si se decretaba la muerte de la Mesa de la Unidad Democrática. Freddy Guevara del más crítico partido Voluntad Popular dijo que no, pero que se presenta el escenario «de la revisión a fondo».
– ¿Cómo queda la unidad delante de la gente que, esperaba de ustedes salidas electorales y ni siquiera pudieron escoger los rectores del CNE?
«Quedamos con el único compromiso de lograr un cambio, de refundarnos. No es solamente un tema de quienes toman decisiones, son las estrategias, los objetivos y la forma de involucrarnos con la sociedad», manifestó Guevara.
¿Cree que la MUD y los partidos opositores, dejaron de sorprender al gobierno?
«No se si es eso, lo que sí se, es que no hemos tomado las decisiones que teníamos que tomar».
– ¿En qué se equivocaron, cuál es la autocrítica?
«No ser firmes, no tomar las decisiones y mantenerlas hasta el final, el haber dejado la presión, el haber sido engañados por el diálogo y el gobierno y en no entender que hay que corregir todas estas cosas», dijo el miembro de VP.
Fuera del hemiciclo, se pudieron observar los carómetros de los diputados de los diferentes partidos opositores. Algunos mostraban frustración, otros rabia. Delza Solorzano estaba visiblemente molesta por la reacción de Voluntad Popular, quienes criticaron la inasistencia de dos miembros del partido azul de Manuel Rosales a la crucial sesión donde el parlamento tenía que designar a los nuevos rectores del CNE en un nuevo forcejeo con el gobierno y su Tribunal Supremo de Justicia.
Precisamente desde Un Nuevo Tiempo, Stalin González manifistó que hay que redefinir lo que esta haciendo la MUD.
«Hay que tener objetivos claros y comunes, hay que mantener la unidad y un plan claro para decirlo a la gente, creo que han sido parte de los errores», dijo González.
– La propuesta electoral fue desde el año pasado la bandera de la oposición para llegar al Parlamento, pero el referendum no se dio, no pudieron elegir a los rectores del CNE para poder transitar ese camino electoral. ¿Qué mensaje le pueden enviar a quienes los siguen?
«Hubo falta de acuerdos, el gobierno hizo todo un saboteo de esta elección de rectores del CNE, hubo 3 diputados de la unidad que no asistieron, eso no iba a cambiar el resultado, hay responsabilidad individual de cada uno. Por eso digo, este será un tiempo para reflexionar sobre lo que estamos haciendo y tener autocrítica y muy importante, saber poner las expectativas. Creo que hay compañeros que declaran cosas con unas expectativas muy altas que son muy difíciles de cumplir y creo que hay que hablarle con claridad a la gente de hasta dónde podemos llegar y cuáles son los objetivos que podemos alcanzar».
Stalin González dijo que en su partido iban a discutir acerca del compromiso de cada quien con la MUD. Todo esto en el contexto del desagrado colectivo por causa de los dos diputados que no asisitieron a la sesión y por cuya culpa no se pudo elegir a los representantes del CNE, lo que a su vez llevó a una omisión legislativa que no se podrá corregir hasta enero.
Por su parte, los adecos también dieron su opinión de lo que está ocurriendo en el grupo de partidos aglutinados en la MUD.
William Dávila afirma que se deben mantener sentados alrededor de la mesa unitaria. Sin embargo, cree que no hay conciencia, aún, de lo que significa estar reunidos con un fin común que es el cambio del sistema de gobierno actual.
«Ha habido un plan sistemático de destrucción de la Asamblea, no puede ser que desde afuera se quiera torpedear la Unidad, como también desde lo interno, impedir que la unidad se fortalezca. Quizá las contradicciones que hemos tenido aquí en el parlamento se deba a no tener una conciencia clara y exacta de lo que debe ser la unidad», dijo Dávila.
-¿Cómo que todavía no hay esa conciencia?
«Es que el problema de la Unidad es que tiene que entenderse dentro de una gran dinámica y dentro de un gran contexto. El gobierno arremete, el gobierno acosa, el gobierno agrede, y entonces nosotros en vez de fortalecernos para atacar al gobierno, creemos que el enemigo está sentado al lado de nosotros, que es la Unidad, y no debe ser así».
– ¿Habrá intereses individuales que no permiten que se actue de manera cohesionada?
«Es posible, yo creo que intereses individuales dentro y fuera de la mesa. No olvidemos que en las elecciones del 2015, nosotros dejamos de ganar tres diputados por esos problemas internos que hubo, justamente por no tener conciencia exacta de la necesidad de la unidad. Yo no estoy seguro de que vaya a haber elecciones otra vez en este país, lo que nos estamos jugando en estos momentos es muy importante».
De igual forma, Primero justicia no puede quedar aislado de esta situación pues son la mayoría en la bancada opositora en la arena legislativa.
Su posición tiene mucho que ver en las decisiones que se tomaron y en las que se tomarán, si no es disuelta la Asamblea Nacional en enero de 2017.
Tomas Guanipa, secretario general del partido, asegura que cada quien debe asumir las responsabilidades de lo sucedido hasta el último día en el parlamento.
Lo cierto es que la unidad democrática más allá de ser mayoría, no pudo, por lo que sea que ocurrió, allanar el camino para una salida electoral de la crisis política que vive Venezuela.
«Nosotros tenemos un país secuestrado por el gobierno nacional y por la institucionalidad delincuencial que este gobierno ha formado, eso no quiere decir que no estemos cerca de lograr un cambio popular y eso requiere de mucha presión en la calle, yo creo que la gente esta dispuesta a dar esa lucha, yo no tengo la menor duda de que los próximos meses serán de lucha en la calle para rescatar el voto para salir de Nicolás Maduro», dijo Tomas Guanipa.
Asimismo, el presidente de la comisión de Ambiente, Julio César Reyes, dijo que lo ocurrido en este año 2016 debe llamar a la reflexión de todos los que forman parte de la unidad democrática. Aseguró que no se debe juzgar a todos porque han tenido muchas limitaciones.
– Los parlamentarios de la MUD no cumplieron con los objetivos que se habían planteado, ¿qué paso?
«Es un tema para reflexionar, yo creo que la mesa debe hacer una revisión a lo interno, porque ciertamente no es un tema que debe pasar por debajo de la mesa, debe revisarse que ha ocurrido, debemos auto analizar y asumir la autocrítica en estos momentos que vive la república», aseveró Reyes.
Este 2017 en ciernes se perfila como un año complejo en lo político, lo económico y lo social.
La vida depende de lo que designe Dios, ciertamente, pero también de la delincuencia, quien mantiene en zozobra a todos.
Será determinante para la existencia política del país, saber si el 5 de enero podrán los diputados ingresar al palacio legislativo o si por el contrario la Fuerza Armada o alguno de los grupos armados civiles chavistas a los que ya estamos equivocadamente acostumbrados, habrán tomado ya físicamente los espacios del parlamento.
Así finaliza el primero de 5 años del trajinar de los diputados opositores, que después de 10 años disminuidos en una minoría abrumada por los rojos, desde hace un año se convirtieron en mayoría legislativa y vendieron grandes cambios a una país en trance.
Pero ademas, se retiran hasta enero amenazados por un colega diputado, un capitán que pareciera mandar igual o más que el propio presidente de la República, y que no teme contradecir la voluntad popular que escogió a una mayoría que pudiera haber exhalado su último suspiro.