Caracas expresó «su más enérgico rechazo a la insólita e inadmisible provocación ejecutada por la República de Colombia, con la presencia de vehículos blindados de combate a escasos metros de la línea fronteriza con Venezuela, el día de hoy (domingo) en Paraguachón, Departamento de La Guajira (noroeste)».
La Cancillería también condenó que «altas autoridades colombianas» aseguren que ese país se prepara para recibir a oleadas de migrantes venezolanos «producto de un gran evento de violencia», lo que consideró «falsos supuestos, para justificar una intervención a Venezuela».
«La grave provocación ocurrida el día de hoy pretende desviar la atención sobre la profunda crisis política y social que acontece en el Valle del Cauca, Buenaventura, cuya población reclama la atención del Estado colombiano en áreas esenciales para la vida», agrega el texto.
En la empobrecida región de Buenaventura, principal puerto de Colombia sobre el Pacífico, continuaban este domingo protestas para reclamar mejoras sociales y económicas, en el marco de un paro cívico.
El paro, que pretende mejoras de infraestructura y celeridad en las obras para garantizar agua potable y salud a la población, comenzó el 16 de mayo y tuvo una oleada violenta el viernes con saqueos y disturbios en la ciudad, que dejaron unos 80 detenidos y un policía muerto.
En su comunicado, el Ministerio de Exteriores venezolano alerta además sobre «la paralización de los acuerdos de paz por parte de la élite que gobierna Colombia, frustrando todos los esfuerzos internacionales que han coadyuvado para hacer realidad el fin de la guerra» en ese país
«La República Bolivariana de Venezuela exige el cese de estos actos de provocación, y hace un llamado a la comunidad internacional a mantenerse alerta a estas acciones que pretenden afectar aún más las relaciones bilaterales entre nuestros países», agrega el texto.]]>