La recomendación fue enviada en un escueto mensaje difundido por medios electrónicos, firmado por el embajador francés en Venezuela, Romain Nadal.
“Tomando en cuenta la actividad anunciada para el 20 de julio de 2017 (paro cívico nacional) y los riesgos de que se desborde, la embajada recomienda a la comunidad francesa evitar todo desplazamiento”, dice el texto.
La embajada permanecerá cerrada este jueves.
Según los datos del portal oficial de la embajada de Francia en Venezuela, al cierre de 2014 en este país vivían 4.538 franceses registrados. Esta comunidad está entre las más importantes de franceses en la América Andina.
Igualmente el número de franceses en tránsito es más importante que en Ecuador o en Perú.
El 80% de esta comunidad se concentra en Caracas y hay otras importantes grupos en Maracaibo, Maracay, Barcelona y la isla de Margarita.
Están dedicados a las actividades profesionales, como ingenieros, comerciantes, administradores. Los inmigrantes franceses promedian los 55 años de edad y la gran mayoría mantiene la doble nacionalidad.
Las autoridades francesas tanto en París como en Caracas han expresado su preocupación sobre la deriva de la crisis venezolana, han ofrecido su mediación en caso de que haya negociaciones de paz y junto a la Unión Europea han rechazado la convocatoria del gobierno de Maduro a elegir una Asamblea Constituyente el 30 de julio.
La presencia francesa en Venezuela igualmente está vinculada a grandes empresas como Industria Saint Gobaine, Cementos Lafarge (cuyas plantas fueron expropiadas), cosméticos como L’Oreal, bebidas como Pernod- Ricard o el banco BNP Paribas, en servicios financieros.
Hay unas 90 filiales de franquicias francesas en el país y Francia se ubica entre los tres primeros inversionistas extranjeros en Venezuela con un stock de 5.000 millones de dólares en activos.
Otras fuentes vinculadas a empresas francesas han señalado que la actividad en Venezuela se ha desacelerado en los últimos años en medio del colapso de la economía, pues muchas de ellas participaban en grandes obras de infraestructura que hoy están paralizadas o fuertemente retrasadas.]]>