«El incidente involucrando al brasileño Jonatan Moisés Diniz llegó a su fin con su expulsión de Venezuela», afirmó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, en un mensaje en su cuenta en Twitter.
Según versiones de la prensa brasileña, Diniz, que estaba detenido desde el 26 de diciembre pasado en la sede del Servicio de Inteligencia Bolivariana (Sebin) en Caracas, fue puesto en libertad en la mañana de este sábado y embarcó en un vuelo con destino a Miami tras su expulsión de Venezuela.
La detención del cooperante, acusado por el dirigente chavista Diosdado Cabello de formar parte de una «organización criminal» y de posibles vínculos con agencias de inteligencia extranjeras, provocó un incidente entre Brasil y el Gobierno del presidente Nicolás Maduro debido al sigilo con el que el caso fue tratado.
La cancillería brasileña, en un duro comunicado divulgado el jueves, instó al Gobierno de Venezuela a ofrecer informaciones sobre el brasileño residente en Estados Unidos debido a que hasta entonces se desconocía su paradero, su «situación jurídica» y su estado de salud.
Brasil, en el comunicado, reiteró el pedido de una visita consular al detenido, con base a los términos «de las convenciones internacionales y de acuerdo con las obligaciones asumidas por los dos países a la luz del derecho internacional».
El ministerio de Relaciones Exteriores recordó que desde que la detención fue anunciada por Cabello en un programa de televisión intentó sin éxito e «incontables veces» obtener informaciones sobre el cooperante con las autoridades venezolanas.
En su pronunciamiento, Cabello aseguró que Diniz era «el director de la ONG denominada Time of Change (…) la cual servía de fachada para promover por redes sociales supuestas actividades de entrega de alimentos y enseres de personas en situación de calle en Venezuela para obtener financiación en moneda nacional y extranjera, dólares».
Según Cabello, que es uno de los hombres fuertes del chavismo, Diniz era también parte de la organización «Warriors for Angels» y ponía imágenes en redes sociales de las protestas antigubernamentales del año pasado en Venezuela, a las que el político llamó «acciones terroristas».
«Es muy raro que un residente en Estados Unidos se encuentre en nuestro país (…) realizando este tipo de actividades. Ya sabemos de este tipo de acciones de la CIA, en otras ocasiones y en otros países, fachadas de ONG para recorrer el país e identificar objetivos estratégicos, financiar a terroristas y otros», afirmó el dirigente chavista.
Según sus familiares, que viven en el estado brasileño de Santa Catarina (sur de Brasil), Diniz tan solo se dedicaba a distribuir alimentos y juguetes entre niños de extrema pobreza en Venezuela.
El deterioro en las relaciones entre los dos países llevó al Gobierno venezolano a expulsar al embajador de Brasil en Caracas, Rui Pereira, el 23 de diciembre pasado.
Como respuesta, Brasil declaró persona «non grata» a Gerardo Delgado, el diplomático venezolano de mayor rango en el país.
Brasil ha condenado en reiteradas oportunidades las violaciones a los derechos humanos y a las garantías democráticas en Venezuela, en tanto que el país vecino aún no ha reconocido al presidente brasileño, Michel Temer, que asumió en mayo de 2016 para sustituir a la destituida Dilma Rousseff.