La repartición de los bonos, dominación por el bolsillo
El atractivo del carnet de la patria aumentó. Ya no se trata solo del acceso a los servicios que el Estado pueda proveer, sino de un auténtico ahorro mediante subsidios y, más aún, la posibilidad de percibir dinero en efectivo. Lo que se anunció hace un año como un sistema articulador de las misiones se ha convertido en esposas para una sociedad dispuesta a amarrarse a un poder que al menos prometa sobrevivir