Venezuela

Mi vida con el CLAP: La ruleta rusa de los productos

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TEXTO: YANETH PARRA | ILUSTRACIÓN: DANIEL HERNÁNDEZ

Comer subsidiado se ha convertido en un asunto de azar. Así como con la ruleta rusa, con las bolsas CLAP nunca sabes con qué te encontrarás. Algunos son afortunados y consiguen los productos prometidos, pero no todos corren con la misma suerte. Clímax presenta una serie dedicada a la cotidianidad impuesta a través de la entrega de comida de los CLAP¿Ylas caraotas? ¿Y la lata de atún? ¿Y la leche en polvo? Nada de eso llegó en la bolsa CLAP del mes pasado. Traía lo de siempre, lo común: harina, arroz, pasta. ¿Pero lo demás qué? ¿A quién le pregunta uno? No hay a quién reclamarle o pedirle una explicación. En cualquier país normal, uno se quejaría, ¿no? Con la gente del CLAP esa regla no existe.]]>

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