Luis Pumero espera su turno. Lo hace sentado sobre un termo vacío, pegado a un extremo de la pared del primer túnel de La Planicie, mientras los carros pasan a su derecha a toda velocidad. Uno más y será el siguiente. Después de más de tres horas de espera, es el segundo en una fila de más de 10 personas que buscan lo mismo que él: agua.
No está ahí por primera vez. Lleva dos semanas caminando desde su casa, en el barrio Los Eucaliptos de la parroquia San Juan, para recoger agua de una toma improvisada en el interior de la infraestructura vial ubicada en el municipio Libertador de Caracas. Se enteró por boca ajena, cuando un vecino que habitualmente transita el corredor le comentó sobre el descubrimiento. Desde la fecha se turna con los otros ocho miembros de su familia para ir hasta el lugar con potes, envases o baldes para llenarlos de agua. Aprovecha sus días libres en el trabajo para ocuparlos en eso.