Una treintena de países, liderados por Estados Unidos y Argentina, instaron este jueves 27 de septiembre a las autoridades venezolanas a que pongan fin de las detenciones arbitrarias y los abusos de los derechos humanos, registradas tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Estamos profundamente preocupados por la represión generalizada continuada así como por los informes de abusos y violaciones de los derechos humanos», reza una declaración divulgada al final del encuentro en los márgenes de la Asamblea General de la ONU.
La declaración está firmada por 31 países, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y algunos países latinoamericanos, como Costa Rica, Guatemala o Perú, y que cuenta con las notables ausencias de Colombia, México o Chile.
Los países firmantes instan al régimen de Nicolás Maduro la «liberación inmediata de las personas arbitrariamente detenidas, el fin del uso de la fuerza excesiva, la violencia política y el acoso contra la oposición y la sociedad civil».
El presidente Maduro fue declarado ganador con el 52% de los votos para un tercer periodo consecutivo, sin haber presentado hasta ahora los resultados detallados del escrutinio, como obliga la ley, mientras la oposición denunció fraude.
Liderada por María Corina Machado, la oposición publicó en un sitio web copias de cerca de 80% de las actas electorales, que demostrarían la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, quien se exilió en España el 8 de septiembre luego de permanecer más de un mes en la clandestinidad.
La proclamación del mandatario izquierdista desató protestas que dejaron 27 muertos -dos de ellos militares-, casi 200 heridos y más de 2.000 detenidos, según cifras oficiales.
«Si tenemos un objetivo único, éste es garantizar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano sean realmente respetados, que puedan determinar su propio futuro» y sus voces «escuchadas», había dicho el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken al inicio del encuentro copresidido con su homóloga argentina Diana Mondino.
Maduro «está haciendo todo lo que está en su mano para negarles ese derecho con el fin de reforzar su propio control del poder», dijo Blinken, «manipuló los resultados electorales» y «dictó injustamente una orden (de arresto) contra el candidato de la oposición».
Al régimen de Maduro «no le importa su gente», sostuvo por su parte la canciller argentina, que recordó que 7,8 millones de venezolanos han huido del país, con «consecuencias» para otros países, muchos latinoamericanos.