Grupos antimotines y efectivos de la Policía Nacional colombiana fueron dispuestos a lo largo de la zona limítrofe, incluyendo los caminos verdes o «trochas», desde donde se escucharon algunas detonaciones a medida que transcurría el día.
El descontento expresado por los venezolanos que se quedaron de un lado y otro de la frontera se dejó escuchar, entre gritos y consignas en contra del presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien responsabilizan de la situación migratoria que vive el pueblo.
«Maduro diga la verdad. En los barrios de Venezuela se está pasando hambre, acepte la ayuda humanitaria que le ofrecen los demás países. Colombia ha sido hospitalario con los venezolanos que venimos a buscar comida y trabajo aquí», dijo Jesús Medinam quien llevaba más de tres horas represado en el lado colombiano, esperando que las autoridades le cedieran el paso.
Del lado venezolano
Mientras tanto, en la aduana de San Antonio y a lo largo de la avenida Venezuela, cercana al paso fronterizo, la aglomeración de personas causó estragos y además, se generó una estampida que solo pudo detenerla el puesto de Migración Colombia, que revisaba a detalle la TMF vigente o vencida y pasaportes sellados.
«La situación es horrible aquí, cada vez es peor y siento que nos están encerrando cada día más. Para pasar es un desastre, me empujaron y caí al piso, gracias a Dios a mi niña no le paso nada porque una muchacha la agarró rápido. Ya estoy del lado colombiano pero preocupada esperando que llegue mi esposo que se quedó al otro lado», dijo Yenire Rojas, venezolana de 28 años de edad que mostraba los raspones y golpes que le dejó la caída producto del incidente en el puente.
Consignas como » ¡abran la frontera ya! ¡saquen a Maduro!», se dejaron escuchar a lo largo del Puente Simón Bolivar, mientras aumentaban las barricadas de la policía colombiana para frenar el colapso generado en el paso fronterizo.
Cruzaron por medicinas
Jorge Rivas llegó a Colombia procedente del estado Mérida con la finalidad de vacunar a sus hijos en el vecino país. Fue sorprendido por la medida migratoria y al no poseer la tarjeta fronteriza tuvo que recurrir al sello de los pasaportes para poder ingresar.
«Llegue hasta aquí desde Merida para buscar las vacunas de mis hijos que en Venezuela no hay. Creo que si la Guardia Nacional pusiera orden en la aduana, la situación no fuera tan caótica hoy», confesó.
A Erick García lo sorprendió el colapso fronterizo en la mitad del Puente Internacional. Garcia, explicó a El Estímulo que pudo pasar con su carnet fronterizo aún vigente, bajo un exhaustivo control de autoridades migratorias colombianas.
«Yo pude pasar a comprar unas medicinas, pero ahora me preocupa que nos tienen represados de este lado de la frontera sin poder regresar a Venezuela. Los controles son importantes, necesarios y deben aplicarse, pero hay poca información y eso es lo que ha convertido esto en un desastre. Ya uno no sabe qué hacer porque no hay quien informe», indicó.
Quienes intentaron cruzar la frontera y fueron abordados por El Estímulo, se quejaron del mal trato que estarían recibiendo por parte de autoridades venezolanas y colombianas.
Los controles migratorios exhaustivos van extenderse hasta los próximos días por todos los pasos fronterizos con Colombia, a lo que se suma los operativos de seguridad en diversos municipios fronterizos.
